kaosenlared.net
México: Sismos contra los miserables Kaos en la red
Por Pedro Echeverría V.
En
la república mexicana todos los sismos, terremotos y huracanes
destruyen en un 98 por ciento a familias que viven en las regiones y las
casas más miserables
Hace
unos 20 días escuché una interpretación interesante de Lorenzo Meyer en
el programa de Carmen Aristegui acerca de los llamados “fenómenos
naturales (sismos, tormentas, torbellinos, inundaciones, maremotos)
frente a los que nada se puede hacer”. La reflexión del estudioso Meyer
me pareció de lo más importante al decir que: “no puede ser la
naturaleza la culpable de los destrozos de edificios, calles, casas e
inundaciones, sino los seres humanos que construyen o viven en lugares
donde la naturaleza domina”. Espero no estar deformando o
malinterpretando a Meyer pues sólo me quedé con la idea que escuché,
seguí trabajando en la cabeza y que ahora me sirve de opinión.
Todos
sabemos, desde el momento que vivimos en un lugar, a qué estamos
expuestos. Oaxaca, Chiapas, Guerrero, la CDMX, pertenecen a la zona
sísmica, montañosa, cercana al mar y todos los fenómenos que produce;
los puertos siempre están expuestos a las tormentas, a los maremotos y a
todo lo que los poderosos océanos producen; algunas regiones de los
EEUU siempre están viviendo en medio de los terribles tornados que levantan con gran facilidad construcciones. Existen
zonas de climas muy extremosos que requieren cuidados especiales, así
como zonas desérticas en las que cae poca lluvia y se levantan enormes
tolvaneras. Parece que los ciclos geográficos nunca se mantienen
estables por mucho tiempo.
Sabida
la existencia de las clases sociales y de la enorme desigualdad
económica, política y cultural que los separa, las clases más poderosa
desde hace siglos y milenios han escogido los continentes y países de
mejores condiciones para vivir y los países más abandonados, más
inhóspitos, con los peores climas y peligros, se los han dejado a los
pueblos sometidos. Y lo más notable es que en cada país
hay regiones con más altos costos de las tierras que son seleccionados
por los hombres más ricos dejando que las regiones montañosas,
pedregosas, áridas, expuestas a fenómenos naturales destructivos sean
ocupadas por los más pobres. ¿Es casual acaso que todos los sismos y
terremotos dañen siempre a las familias pobres?
En
la república mexicana todos los sismos, terremotos y huracanes
destruyen en un 98 por ciento a familias que viven en las regiones y las
casas más miserables; a aquellas familias que construyeron sus hogares
en regiones peligrosas y las hicieron con materiales muy baratos. ¿Podrá
demostrarse que el culpable es el “fenómeno natural” y no los hombres
que por necesidad, por carencias, construyeron en
territorio sísmico o expuesto a huracanes? Así que también los estragos
que causan esos fenómenos de la naturaleza son culpa del capitalismo, de
la miseria, de las malísimas condiciones en que durante muchos siglos
ha vivido la humanidad. ¿Por qué esos fenómenos apenas tocan a los
sectores delas clases altas?
Por
ello, la participación reflexiva de Lorenzo Meyer me puso a meditar que
también en el caso de los sismos y de los huracanes pensamos
como tontos culpando a dios o al diablo de lo mucho que sufrimos sin
darnos cuenta que siempre es el pueblo el que sale dañado. ¿Por qué
siempre son los mismos? Porque el pueblo sigue dormido por los medios de
información al servicio de los empresarios. No es que los empresarios,
los malos gobernantes y partidos políticos sean los impulsores de los
sismos y huracanes, pero es este sistema opresor capitalista y asesino,
el que obliga al pueblo a vivir en regiones, territorios y hogares sin
un sistema defensivo adecuado. Así que la batalla contra el sistema
desigual está en todos lados y que nadie quiera engañarnos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario