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¿Por qué ocurren terremotos en México?
Servicio Sismológico Nacional (SSN)
de la Universidad Nacional Autónoma de Méxica (UNAM) aseguran que los
dos terremotos que han tenido lugar en México en las últimas semanas
están relacionados con un “contexto tectónico complicado”.
Xyoli Pérez Campos, directora del SSN, explicó que esa nación se halla en un contexto tectónico complejísimo; tenemos la interacción de cinco placas (tectónicas)“, ha explicado Xyoli Pérez Campos, directora del SSN. Se trata de las de Cocos, de Norteamérica, del Pacífico, de Rivera y del Caribe.
Las placas son segmentos de la corteza terrestre, a la que dividen como un rompecabezas. Su interacción al desplazarse sobre un manto semilíquido y viscoso es una de las principales causas de terremotos.
Un informe técnico del SSN sobre el temblor de este martes ha señalado que en la región del epicentro del terremoto “la Placa de Cocos subduce (se hunde) por debajo de la Placa de Norteamérica”.
El país se encuentra en un área en forma de herradura con alta actividad sísmica que se conoce como el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia.
“En el Cinturón de Fuego del Pacífico tienen lugar el 90% de todos los sismos del mundo y el 80% de los terremotos más grandes”, le explicó a BBC Mundo el director del área de sismología del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernado Taveras.
La zona entre Morelos y Puebla tiene “una historia de sismos importante”, los últimos registrados el 15 de junio de 1999 y el 24 de octubre de 1980, con magnitudes de 7 y de 7,1. El primero ocurrió a 218 km de Ciudad de México y “fue muy similar al que tuvimos ahora; eso hace la diferencia en cuanto a intensidad”.
El sismo del 7 de septiembre, el más poderoso desde 1932 en México con magnitud 8,2 grados, causó 78 muertos en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco, que sumaron un total de 98.
“Si bien el mecanismo es similar, son dos sismos independientes; uno (el terremoto del 7 de septiembre) ocurrió en el Golfo de Tehuantepec y éste (el del 19 de septiembre) se produjo por debajo de los estados de Puebla y Morelos”, ha detallado Pérez.
Cuando ocurre un seísmo de magnitud considerable, las rocas que se encuentran cerca de la zona de ruptura se reajustan, lo que genera una serie de temblores que reciben el nombre de réplicas.
Por tanto, no se puede considerar una réplica del registrado en Chiapas, aunque el reajuste de placas sí puede reactivar a las fallas próximas, señalan los expertos.
En cuanto a los daños, el organismo ha observado que este nuevo terremoto “corresponde a zonas similares a las que observamos en el sismo de 1985, y a algunas otras de la zona sur de México”.
Nieves Sánchez Guitián, secretaria del Colegio Oficial de Geólogos, ha explicado que el conocido como “efecto local”, que se produce porque el terreno se comporta como un fluido, es lo que ha producido la mayor devastación en Ciudad de México.
Según la experta, el terreno sobre el que se asienta dicha capital “está formado por cenizas volcánicas poco consolidadas, con líquido intersticial —entre los poros— que le confiere un comportamiento fluido y reduce su resistencia, un fenómeno conocido como licuefacción”.
Sánchez Guitián ha recordado que en Ciudad de México “muchos de los edificios no han tenido en cuenta ese factor en su diseño”. En su opinión, “si se construye barato y sin una cimentación adecuada a las condiciones locales, a la larga se acaban cayendo los edificios”.
Según la directora del SSN, nadie puede saber el momento en que ocurrirá un movimiento telúrico. “Los sismos no se pueden predecir, por lo tanto siempre hay que estar preparado”, ha recomendado.
(Con información de EFE/ BBC Mundo)
Expertos del Xyoli Pérez Campos, directora del SSN, explicó que esa nación se halla en un contexto tectónico complejísimo; tenemos la interacción de cinco placas (tectónicas)“, ha explicado Xyoli Pérez Campos, directora del SSN. Se trata de las de Cocos, de Norteamérica, del Pacífico, de Rivera y del Caribe.
Las placas son segmentos de la corteza terrestre, a la que dividen como un rompecabezas. Su interacción al desplazarse sobre un manto semilíquido y viscoso es una de las principales causas de terremotos.
Un informe técnico del SSN sobre el temblor de este martes ha señalado que en la región del epicentro del terremoto “la Placa de Cocos subduce (se hunde) por debajo de la Placa de Norteamérica”.
El país se encuentra en un área en forma de herradura con alta actividad sísmica que se conoce como el Cinturón de Fuego del Pacífico, que une a América con Asia.
“En el Cinturón de Fuego del Pacífico tienen lugar el 90% de todos los sismos del mundo y el 80% de los terremotos más grandes”, le explicó a BBC Mundo el director del área de sismología del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernado Taveras.
Los dos terremotos recientes son sismos independientes
El epicentro ha sido localizado en los límites de los estados de Puebla y Morelos, a 120 kilómetros de Ciudad de México y a una profundidad de 57 kilómetros.La zona entre Morelos y Puebla tiene “una historia de sismos importante”, los últimos registrados el 15 de junio de 1999 y el 24 de octubre de 1980, con magnitudes de 7 y de 7,1. El primero ocurrió a 218 km de Ciudad de México y “fue muy similar al que tuvimos ahora; eso hace la diferencia en cuanto a intensidad”.
El sismo del 7 de septiembre, el más poderoso desde 1932 en México con magnitud 8,2 grados, causó 78 muertos en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco, que sumaron un total de 98.
“Si bien el mecanismo es similar, son dos sismos independientes; uno (el terremoto del 7 de septiembre) ocurrió en el Golfo de Tehuantepec y éste (el del 19 de septiembre) se produjo por debajo de los estados de Puebla y Morelos”, ha detallado Pérez.
“Mera coincidencia” que ocurriera en el aniversario del sismo de 1985
Las autoridades han reportado que el temblor ha originado hasta el momento 217 muertos en todo el país, si bien las cifras son ajustadas constantemente. Hasta las 20.30 hora local del martes (01.30 GMT del miércoles), se habían registrado un total de 11 réplicas, la más fuerte de magnitud 4.Cuando ocurre un seísmo de magnitud considerable, las rocas que se encuentran cerca de la zona de ruptura se reajustan, lo que genera una serie de temblores que reciben el nombre de réplicas.
Fuerte terremoto de magnitud 7.1 sacude la Ciudad de México, a 32 años del gran sismo de 1985Pérez ha enfatizado que es una “mera coincidencia” el que el más reciente temblor haya ocurrido en la misma fecha (19 de septiembre) que el devastador terremoto de 1985, que provocó decenas de miles de muertos en la capital. “No hay otra razón”, ha recalcado.
Por tanto, no se puede considerar una réplica del registrado en Chiapas, aunque el reajuste de placas sí puede reactivar a las fallas próximas, señalan los expertos.
En cuanto a los daños, el organismo ha observado que este nuevo terremoto “corresponde a zonas similares a las que observamos en el sismo de 1985, y a algunas otras de la zona sur de México”.
Más daños porque se construye barato y mal
El geólogo Leonardo Ramírez sugiere que los mayores daños se deben a que no se han aplicado correctamente los reglamentos de construcción o a que algunas de las construcciones dañadas en sismos anteriores no han sido reparadas de forma adecuada.Nieves Sánchez Guitián, secretaria del Colegio Oficial de Geólogos, ha explicado que el conocido como “efecto local”, que se produce porque el terreno se comporta como un fluido, es lo que ha producido la mayor devastación en Ciudad de México.
Según la experta, el terreno sobre el que se asienta dicha capital “está formado por cenizas volcánicas poco consolidadas, con líquido intersticial —entre los poros— que le confiere un comportamiento fluido y reduce su resistencia, un fenómeno conocido como licuefacción”.
Terrible: Más de 210 muertos por el terremoto en MéxicoDe esta manera, ha añadido, “el terreno actúa como si fuera una esponja, con el nivel de agua entre los poros, y al producirse las vibraciones por la onda sísmica, el líquido se mueve y se genera un riesgo mayor”, ya que los edificios cimentados de manera superficial “se hunden en cuanto reciben el impacto”.
Sánchez Guitián ha recordado que en Ciudad de México “muchos de los edificios no han tenido en cuenta ese factor en su diseño”. En su opinión, “si se construye barato y sin una cimentación adecuada a las condiciones locales, a la larga se acaban cayendo los edificios”.
Según la directora del SSN, nadie puede saber el momento en que ocurrirá un movimiento telúrico. “Los sismos no se pueden predecir, por lo tanto siempre hay que estar preparado”, ha recomendado.
(Con información de EFE/ BBC Mundo)
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