¿Será Donald Trump víctima de la "conexión rusa"?
Para
intentar explicar la sorpresiva victoria de Trump, inevitablemente
recurrimos al término “efecto mariposa” como “una vertiginosa conjunción
de fuerzas centrípetas y centrífugas que terminarán por configurar el
puzzle inconexo del caos ordenado que se estaría gestando en EEUU y que
terminará por provocar un cambio cualitativo en el status quo
actualmente imperante. Así, con el inesperado triunfo de Donald Trump en
las Presidenciales de EE.UU, asistimos a la irrupción del llamado
“escenario teleonómico” en contraposición al ”escenario teleológico”
actualmente vigente y que vendrá marcado por dosis extremas de
volatilidad debido a la personalidad paranoica del actual Presidente de
EE.UU.
¿Es Donald Trump un autócrata paranoico?
La personalidad de Donald Trump encajaría
plenamente en la descripción medica del trastorno conocido como psicosis
paranoica pues su pensamiento es rígido e incorregible: no tiene en
cuenta las razones contrarias, sólo recoge datos o signos que le
confirmen el prejuicio para convertirlo en convicción y aunque esté
aquejado de dicho trastorno delirante, sería bastante funcional y no
tiende a mostrar un comportamiento extraño excepto como resultado
directo de la idea delirante (léase la construcción del Muro con
México). En el caso concreto de Trump, estaríamos ante un caso típico de
paranoia megalómana, delirio de grandeza que provoca que el individuo
se crea dotado de un talento y un poder extraordinarios debido a que las
deidades le han elegido para una alta misión ( restaurar el White Power
en una sociedad en la que la evolución demográfica provocará que la
población blanca será minoritaria en el escenario del 2.043).
Finalmente, otro rasgo de su personalidad sería el histrionismo que le
impele a “ llamar la atención pública y ser temerario en sus
afirmaciones sin importarle la opinión de los demás debido a su evidente
falta de moralidad”, signos propio de un autócrata en potencia, por lo
que convendría recordar la advertencia del considerado padre de la
Constitución norteamericana, James Madison, quien llegó a asegurar que
“la acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo, y
judicial, en las mismas manos, y si es hereditaria, autonombrada, o
electiva, se puede equiparar a la misma definición de la tiranía”.
¿Es lícito luchar contra un Presidente electo?
Hasta Eisenhower, la CIA fue únicamente la
organización de inteligencia central para el gobierno de los Estados
Unidos y estuvo detrás de múltiples tareas de entrenamiento de
insurgentes y desestabilización de gobiernos contrarios a las políticas
del Pentágono, pero los lobbys militar y financiero (ambos fagocitados
por el looby judío) no pudieron resistir a la tentación de crear un
gobierno de facto que manipulara los entresijos del poder, derivando en
la aparición de un nuevo ente (el complejo militar-industrial, en
palabras de Eisenhower), refractaria a la opinión pública y al control
del Congreso y Senado de los Estados Unidos). En la actualidad, la
Compañía se habría transmutado en el llamado Departamento de Seguridad
Nacional ( Homeland Security) y de la hidra-CIA habrían nacido 17 nuevas
cabezas en forma de agencias de inteligencia que integrarían la
Comunidad de Inteligencia de EEUU ( la Cuarta Rama del Gobierno según
Tom Engelhardt) , agentes patógenos de naturaleza totalitaria y
devenidos en Estado paralelo, verdadero poder en la sombra fagocitado
por el “Club de las Islas” de George Soros y que se habría conjurado
contra un Trump partidario de una Geopolítica Primus Inter Pares entre
EE.UU. y Rusia (G2).
Dicha trama anti-Trump habría sido diseñada tras
una reunión celebrada en Washington en la que participaron cerca de 200
patrocinadores de la campaña electoral de Hillary Clinton encuadrados en
la llamada Alianza Democracia (DA), megaorganización fundada por George
Soros en el 2.005 y constaría de una primera fase para torpedear el
traspaso de poderes Obama-Trump mediante una “revolución patriótica o
multicolor” en EEUU. Así, según el portal Zero Hegde, las espontáneas
manifestaciones populares anti-Trump habría sido inspiradas por el
portal digital MoveOn.org, patrocinado por el ínclito Soros bajo el lema
“Levántate y lucha por los ideales estadounidenses” y cuya segunda fase
será truncar la carrera política de Trump por métodos legales
(Impeachment) o por métodos expeditivos (léase Magnicidio).
La guerra híbrida y la conexión rusa
La nueva doctrina geoestratégica conocida como
“Guerra Híbrida” sería atribuible al Jefe de Estado Mayor de las FF.AA.
Rusas, Valery Gerasimov quien afirmó que “ cada vez es más frecuente que
se dé prioridad a un uso conjunto de medidas de carácter no militar,
políticas, económicas, informativas y de otro tipo que estarían
sustentadas en la fuerza militar. Son los llamados métodos híbridos”,
concepto que se habría puesto en práctica por primera vez con ocasión de
las recientes Elecciones Presidenciales en EE.UU. Así, en la web de
investigación “Mother Jones” apareció una versión reducida del informe
de los servicios de inteligencia de EEUU en el que acusaban directamente
al Gobierno de Putin de estar detrás de “supuestos ataques cibernéticos
de hackers rusos para desequilibrar la campaña electoral de Hilary
Clinton e inclinar la balanza a favor del supuesto submarino ruso,
Donald Trump”.
Según el citado documento de los servicios de
inteligencia de EEUU, el Departamento Central de Inteligencia ruso (GRU)
con sede en Moscú, considerado el “servicio de espionaje más poderoso y
efectivo ruso en la actualidad tras asumir las funciones del primigenio
Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) “,se habría servido del pirata
informático Guccifer 2.0 así como de la página web DC Leaks.com y de
WikiLeaks para “difundir públicamente información de los correos
secretos de Hillary Clinton obtenidos mediante hackeo cibernético”,
extremo negado por el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
En consecuencia, siguiendo el principio de “acción-reacción”, Obama
advirtió a Putin que “dichas operaciones cibernéticas podrían ser
consideradas como potenciales actos de guerra” y como represalia, ordenó
la salida de 35 diplomáticos rusos y aplicó nuevas sanciones a diversos
organismos y empresas rusas, en especial contra el citado GRU, lo que
de facto significó el retorno a escenarios ya olvidados de espionaje y
contraespionaje propios de la Guerra Fría. Así, la primera víctima
colateral fue el asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump, Michael
Flynn tras filtrarse que habría mentido al VicePresidente Mike Pence
sobre sus conversaciones con el embajador ruso en Washington, Sergey
Kislyak, pero Donald Trump habría negado la existencia de la llamada
“conexión rusa”, acusando a la Agencia Nacional de Seguridad y al FBI de
estar implicadas en la filtración de informaciones perjudiciales para
su Administración y de continuar con “su caza de brujas”.
¿La sombra del impeachment planea sobre la Casa Blanca?
La investigación sobre el llamado “Rusiagate”
emprendida por el fiscal especial Robert Muller habría provocado las
recientes detenciones del ex-jefe de campaña de Trump, Paul Manafort y
de su socio Rick Gates , detenciones que tan sólo serían la punta del
iceberg de la llamada “conexión rusa “ o “RusiaGate”. Así, un tercer
asesor de la campaña presidencial,George Papadopoulos, tras declarararse
culpable de haber mentido al FBI sobres sus contactos con Moscú,
estaría colaborando activamente para desentrañar la madeja de la
presunta entente entre el equipo de campaña de Donald Trump y el entorno
de Putin.
Mientras ello ocurre, el verdadero Poder en la
Casa Blanca estaría detentado actualmente por Rex Tillerson, Secretario
de Estado y por el General John Kelly, Jefe del Gabinete quedando Trump
como un pajarito enclaustrado en el Despacho Oval de la Casa Blanca que
tan sólo pía en Twitter con mensajes incendiarios contra sus némesis
particulares ( Irán, la mass media norteamericana y el líder norcoreano,
Kim Jong-un) y dada la evidente soledad de Trump al haber roto los
puentes con el Partido Republicano y el desprestigio creciente de la
figura del Presidente de EE.UU:, caso de no prosperar el proceso de
impeachment contra Trump por el “Rusiagate”, podríamos asistir a la
reedición del Magnicidio de Dallas (1963), tras lo que su
Vice-Presidente Mike Pence asumiría la Presidencia para hacer que EEUU
vuelva a la senda de las seudodemocracias tuteladas por el verdadero
Poder en la sombra de EEUU (Cuarta Rama del Gobierno de EEUU).
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