lunes, 18 de diciembre de 2017

Informe: Irán, nuevo desafío de EEUU, Israel y Arabia Saudí

Irán, como nueva superpotencia de Oriente Medio, plantea desafíos para EE.UU., Israel y Arabia Saudí, subraya un informe.

Un artículo de opinión publicado el domingo en el diario digital Christian Science Monitor (CSM), destaca que durante las últimas cinco décadas, la influencia de Irán se ha rivalizado con cualquier poder regional y su “rápido crecimiento” ha planteado “nuevos desafíos” para el régimen de Israel, Arabia Saudí y su aliado Estados Unidos, mientras va socavando el “dominio” que solían tener en el pasado.
“Históricamente hablando, Irán nunca ha tenido semejante posición poderosa”, indicó Fawaz Gerges, un profesor de estudios de Medio Oriente en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (capital del Reino Unido), citado por la fuente.
En el caso de Irak, la publicación resaltó que todo el mundo en Bagdad (capital de Irak) cree que la “inmediata intervención” de Teherán en junio de 2014, “paralizó” el rápido avance del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en este país árabe y “salvó” la capital iraquí.
Eso ocurrió mientras Washington, indeciso, “se entretuvo” por meses y “abandonó” a Bagdad cuando necesitaba ayuda, destaca la publicación.
Citando a Hashem al-Mosavi, un portavoz del movimiento iraquí Al-Nuyaba, el diario digital señaló que “si no fuera por las armas iraníes”, Daesh hubiera tomado el país.

Históricamente hablando, Irán nunca ha tenido semejante posición poderosa”, indicó Fawaz Gerges, un profesor de estudios de Medio Oriente en la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres (capital del Reino Unido).

Lo mismo ocurrió en Siria. Irán logró en Siria lo que el expresidente de Estados Unidos Barack Obama (2009-2016) consideraba “imposible”: preservar al presidente sirio, Bashar al-Asad, en el poder y conseguir una victoria militar ante Daesh y los grupos rebeldes que luchaban contra el Gobierno de Al-Asad y gozaban del apoyo de EE.UU., Turquía, Arabia Saudí, Catar y Jordania.
Las derrotas de Washington se repiten para Riad. Como ejemplo, el artículo recuerda el complot que urdió Riad contra El Líbano, al provocar a principios de noviembre una apresurada renuncia del primer ministro Saad Hariri.
Hariri repitió lo dictado por Riad, hablando del papel “destructivo” de Irán en los países árabes. Sin embargo, cuando volvió una semana después a Beirut (capital) desde Arabia Saudí “saludó” al embajador iraní, que se encontraba entre las personas que habían venido para recibirlo y suspendió su dimisión, recuerda la publicación.
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