domingo, 1 de abril de 2018

Príncipe heredero saudita cuenta una realidad tenebrosa: Occidente nos pidió invertir en la difusión del wahabismo en Guerra Fría


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Príncipe heredero saudita cuenta una realidad tenebrosa: Occidente nos pidió invertir en la difusión del wahabismo en Guerra Fría

 

 


Sin embargo, Mohamed ben Salmán ha asegurado que el dinero con el que se propaga el wahabismo procede ahora mayoritariamente de "fundaciones" con sede en el reino saudita y no del Gobierno.
La propagación del wahabismo, una corriente rigorista del islam, con financiación saudita comenzó a raíz de que los países occidentales pidieran a Riad que ayudara a contrarrestar a la Unión Soviética durante la Guerra Fría, ha recordado el príncipe heredero saudita, Mohamed ben Salmán, a The Washington Post.
Mohamed ben Salmán ha explicado que los aliados occidentales de Arabia Saudita instaron a Riad a invertir en mezquitas y madrazas (escuelas religiosas) en el extranjero durante la Guerra Fría en un esfuerzo por evitar la ocupación de los países de mayoría musulmana por parte de la Unión Soviética.
El príncipe heredero ha dejado claro que los fondos para difundir la corriente ultraconservadora del islam, en la que se apoyan grupos yihadistas, provienen en su mayoría de "fundaciones" con base en Arabia Saudita y no del Gobierno.
El príncipe ha reconocido que los sucesivos gobiernos sauditas perdieron el control respecto a estas actividades. "Tenemos que recuperarlo todo", ha afirmado.
Las "malas y peores" opciones en Yemen
Además, Mohamed ben Salmán se ha referido en la entrevista a la guerra civil que se libra en Yemen, donde desde 2015 la coalición encabezada por Arabia Saudita bombardea las posiciones de los rebeldes hutíes en apoyo de las fuerzas leales al presidente Abd Rabbuh Mansur al Hadi.
El príncipe ha aseverado al diario estadounidense que su país no ha dejado pasar "ni una sola oportunidad" para mejorar la situación humanitaria en el país. "No hay buenas opciones y malas opciones. Las opciones son malas y peores", ha afirmado en referencia a la situación humanitaria que vive Yemen.
Más amigos que socios
Entretanto, Mohamed ben Salmán ha negado los informes aparecidos en los medios locales que informaron que durante su reunión con el asesor principal y yerno de Donald Trump, Jared Kushner, en Riad en octubre, el príncipe buscaba o incluso obtuvo luz verde de aquel para proceder a reprimir duramente la supuesta corrupción en su país.
Esta ofensiva gubernamental se tradujo en arrestos generalizados en Arabia Saudita poco después. El príncipe se ha limitado a decir sobre el asunto que las detenciones son una cuestión doméstica de su país.
El heredero saudita ha afirmado que su relación con Kushner se enmarca en la normalidad, pero ha asegurado que el yerno del presidente de EE.UU. y él "trabajan como amigos, más que como socios". Por último, ha reconocido que sería "realmente loco" por su parte intercambiar información clasificada con Kushner, o tratar de utilizarlo para promover los intereses sauditas ante la Administración Trump.
EE.UU. reabastece en el aire y marca objetivos a los aviones saudíes que bombardean a los civiles en Yemen
El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, afirma que su país ha aportado un contingente de asesores para asegurar que disminuya el daño civil durante los ataques aéreos.
El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, sugirió que reabastecer de combustible a los bombarderos de Arabia Saudita que actúan en Yemen podría ayudar a minimizar las bajas civiles en el conflicto que viene azotando a ese último país desde hace tres años.
Mattis opina que "cuando eres piloto, estás en el aire con bombas bajo tus alas y tienes a alguien diciéndote que las arrojes, ves cómo baja el medidor de combustible". Por tanto, el reabastecimiento que EE.UU. proporciona a esas naves les da a los pilotos la seguridad de que "no hay necesidad de tomar una decisión apresurada o precipitada", afirmó Mattis este martes durante un evento con la prensa.
El alto funcionario, que la semana pasada se reunió con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed ben Salmán, subrayó que EE.UU. no escatimará esfuerzos para reducir el daño a la población civil. Según él, las fuerzas estadounidenses están ayudando a los pilotos sauditas a diferenciar objetivos militares y áreas pobladas, como escuelas y hospitales.
"Pero no es tan fácil como decir: 'Bueno, allí hay una escuela o un hospital; ahora, dibuja un círculo alrededor de él, en un mapa'", añadió Mattis para sostener que no todas las zonas que deben permanecer libres de ataques son conocidas o están marcadas.
EE.UU. ha estado apoyando a la coalición liderada por Arabia Saudita en Yemen, que desde 2015 adelanta operaciones militares contra los rebeldes hutíes en ese país. Washington ha proporcionado armas, municiones y combustible, así como servicios de inteligencia. La coalición es acusada de la muerte indiscriminada de miles de civiles en su campaña de bombardeo, cuyo objetivo es restablecer el gobierno de Abd Rabbuh Mansur al Hadi.
Bin Salman intenta ocultar el papel de Arabia Saudí en la difusión del terrorismo en el mundo
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, está utilizando los medios más insidiosos para desviar la acusación que pesa sobre su régimen de haber patrocinado ideológicamente al menos y con frecuencia también financieramente, al terrorismo yihadista takfirista en el mundo.
De hecho, la nebulosa de Al Qaida, que indudablemente es la madre del terrorismo, ha salido de las escuelas de Arabia Saudí, donde el wahabismo es la ideología oficial. Al Qaida, el Daesh y otros grupos siguen también esta misma ideología.
El propio Osama Bin Laden, fundador de Al Qaida, pertenece a una influyente familia saudí, y muchos de sus dirigentes también son saudíes. Ellos recibieron el apoyo de los servicios de inteligencia saudí, norteamericano y pakistaní en la década de 1980 cuando luchaban contra la presencia soviética en Afganistán.
El Daesh utilizó también en Siria e Iraq, en las zonas que dominaba, manuales de religión saudíes.
En relación a estos hechos, Mohammed bin Salman lleva a cabo una campaña de imagen en contra de las figuras religiosas más rigoristas de su país y contra las más liberales también.
En una reciente entrevista, Bin Salman buscó ocultar la responsabilidad del régimen saudí en la promoción del terrorismo internacional acusando ridículamente a Irán de haber reclutado a algunos saudíes con vistas a participar en los ataques del 11-S. Cabe recordar que 15 de los 19 piratas aéreos eran saudíes y que funcionarios de inteligencia saudíes ayudaron en varias ocasiones a los terroristas del 11-S cuando éstos se hallaban en territorio norteamericano, según indica un informe del Congreso de EEUU.
Las familias de las víctimas del 11-S están promoviendo actualmente demandas contra el régimen saudí en los tribunales norteamericanos.
Para Teherán, el juego de Bin Salman está muy claro.
“Las declaraciones de Bin Salmán sobre la presencia de dirigentes de Al Qaida en Irán son una gran mentira”, manifestó el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Bahram Qassemi.
“Mohammed bin Salman no puede ocultar el papel del reino saudí en la organización de los atentados terroristas en EEUU el 11 de Septiembre de 2001”, se dice en el sitio del Ministerio de Exteriores iraní.
Los intentos de Bin Salman de desviar la atención con respecto a la responsabilidad del régimen saudí incluyen también el culpar a los Hermanos Musulmanes por el surgimiento del terrorismo takfiri.
En realidad, numerosos dirigentes egipcios y sirios de esta antigua cofradía se refugiaron en Arabia Saudí durante los períodos del presidente Gamal Abdul Nasser y el sirio Hafez al Assad y muchos de ellos se empaparon allí de la ideología wahabí.
Las tesis del wahabismo saudí repudian a todos los musulmanes que piensan diferente, incluyendo los shiíes y los sufíes, hasta el punto que legitiman su eliminación física. La historia moderna de la fundación del reino está llena de masacres perpetradas contra las poblaciones de diferentes regiones de la Península Arábiga.
De este modo, los intentos de Bin Salman de exculpar al régimen saudí del terrorismo lanzando acusaciones contra otros no engañan a nadie, excepto a aquellos que buscan ignorar deliberadamente los hechos para seguir apoyando la dictadura saudí y sus crímenes en Oriente Medio y fuera de él.


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