jueves, 31 de mayo de 2018

La chulería del comisario de la UE Oettinger delata el golpe de Estado en Italia

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La chulería del comisario de la UE Oettinger delata el golpe de Estado en Italia

Si algo parecía que en Bruselas habían aprendido tras la crisis griega de hace tres años, es que meter la pata y pronunciarse sobre las preferencias de voto en un país en problemas es un error gravísimo. Lo hizo Jean-Claude Juncker con Grecia, cuando dijo que las instituciones "preferían rostros conocidos", poniéndose en contra del favorito en las encuestas, Alexis TSipras. El semestre infernal que siguió dejó claro que ese tipo de comentarios eran un suicidio político.
Ahora ha sido el comisario alemán Gunther Oettinger el que ha vuelto a incendiar un país al asegurar que su "esperanza" es que los mercados manden un aviso a los votantes italianos "para que no den a los populistas de derecha e izquierdas ninguna responsabilidad de Gobierno". Con el peor día para los bonos a corto plazo italianos desde la entrada en el euro, la Bolsa en rojo y una crisis constitucional y política descomunal, Oettinger, ha dejado claro que los poderes oligárquicos han dado un golpe de Estado en Italia para impedir un gobierno contrario a la UE que ha sido elegido por l ainbmensa mayoría de los italianos.
La Liga Norte y el M5S llevan días clamando que Sergio Mattarella ha vetado a Paolo Savona como ministro de Economía por las presiones de Bruselas, Berlín y París. Y Oettinger les acaba de hacer la campaña electoral. "Es una locura, en Bruselas no tienen vergüenza. El Comisario Europeo de Presupuestos, el alemán Oettinger, asegura que 'los mercados enseñarán a los italianos a votar bien". Si esto no es una amenaza...Yo no tengo miedo", ha reaccionado inmediatamente en su cuenta de Twitter Matteo Salvini.
La consigna entre las instituciones era mantener el perfil más bajo posible, porque es un hecho que cada vez que abren la boca, los "populistas" suben en intención de vota. Eso no ha impedido a Oettinger mojarse en una entrevista con la Deutsche Welle que ha corrido como la pólvora en Bélgica e Italia. En un primer mensaje en su cuenta de Twitter entrecomilló la frase que menciona Salvini, "los mercados enseñarán a los italianos a votar bien" atribuyéndosela al germano. Más tarde eliminó ese mensaje y puso una cita más larga, que conserva el mismo espíritu pero no es tan directa.
"Mi preocupación y mi expectativa es que las próximas semanas mostrarán que los desarrollos en los mercados, en la deuda pública y en la economía de Italia... serán tan drásticos que podrían convertirse en una señal para los votantes, para que, después de todo, no escojan a populistas de derecha e izquierda (...) Sólo puedo esperar que esto juegue un papel en la campaña electoral y envíe una señal para no que no se entregue a los populistas de derechas y de izquierdas ninguna responsabilidad en el gobierno", dice el extracto de la entrevista completa.
A posterior han intentado ocultar el desprecio realizado a los italianos: "Apelo a todas las instituciones europeas: por favor, respetemos a los votantes. Estamos aquí para servirles, no para darles lecciones", ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, consciente de la enorme repercusión de la salida de tono. "El presidente Juncker ha sido informado de esas imprudentes declaraciones atribuidas al comisario Oettinger, la posición oficial de la Comisión es que sólo los italianos decidirán el futuro de su país", ha reaccionado también desde Estrasburgo Margaritis Schinas.
Pero no se puede obviar que el comisario Oettinger es el protegido de Juncker y Merkel. Es el hombre de Berlín en el Ejecutivo comunitario y además ha defendido a capa y espada a su jefe luxemburgués cuando ha sido necesario. Y por eso sus exabruptos, contra chinos, homosexuales, valones o las ayudas a las mujeres, no le han pasado factura. Se mueve con impunidad y ni siquiera escándalos.
Este era el plan para sacar a Italia del euro
"Crear una nueva moneda” para lograr luego su devaluación. “Disponer de herramientas eficaces para negociar con las instituciones europeas, también apoyándose en poderes externos al país”. Y después “abandonar la eurozona rápidamente”, evitando crear alarmas en los otros países europeos, para lo que se “mantendrá el plan en secreto”, sin comunicarlo a ciudadanos o medios de comunicación, hasta que la fase inicial de esta iniciativa se haya completado. Así es, extremadamente sintetizado, el 'Plan B' de Paolo Savona, el economista que ha provocado que el presidente italiano, Sergio Mattarella, diera el golpe al negase a apoyar la formación de un Gobierno liderado por la Liga y el populista Movimiento Cinco Estrellas (M5S). Mattarella acaba de encargar la formación de un Gobierno a Carlo Cottarelli, un economista de 64 años, exdirectivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), quien por supuesto aceptó la tarea.
Un plan meticuloso y complejo de 80 páginas titulado 'Plan B. Guía práctica para salir del euro' presentado por el propio Savona en un congreso de la Universidad de Roma en octubre de 2015 e inspirado en el ensayo 'Leaving the euro: A practical guide' del británico Roger Bootle, de la consultora Capital Economics, ganador en 2012 del Wolfson Economics Prize. Un plan filtrado en Italia pocas horas antes de que Mattarella tomara su decisión sobre la lista de ministros presentada por Liga y M5S —y que le entregó Giuseppe Conte, que ayer renunció a ser primer ministro—.
Tras el golpe, llaman a Cottarelli formar Gobierno
Mattarella llamó a consultas al economista Carlo Cottarelli, exdirectivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), director del Observatorio sobre las Cuentas Públicas de la Universidad Católica de Milán y conocido en Italia por sus políticas de austeridad.
“La incertidumbre provocada por nuestra posición sobre el euro ha alarmado a los ahorradores e inversores italianos y extranjeros, que han invertido en nuestras empresas y en nuestros títulos de Estado”, argumentó Mattarella, en referencia al 'castigo' que Italia está recibiendo en los mercados. La prima de riesgo —la rentabilidad del bono italiano frente al alemán— ha superado los 200 puntos básicos en unos días, colocándose en una posición más negativa que la de España e incluso Portugal, después de que la Liga y el M5S revelaran hace una semana su controvertido acuerdo de gobierno.
Apestados, según los alemanes
En este contexto, quien sale reforzado es Matteo Salvini y su ‘nueva’ Liga, tal como el domingo también sugerían las nerviosas frases de los indignados del M5S, el partido de los dos que más desgaste ha sufrido por la prolongación de la negociación para formar Gobierno. “La decisión de Mattarella es incomprensible”, dijo un visiblemente alterado Luigi Di Maio, líder del M5S. “Existe un gran problema en Italia y se llama democracia”, añadió. “Si quieren impedir que tomemos el poder, nos lo tienen que decir. Estoy muy enojado”, afirmó.
En el bando aliado, la retórica fue similar en algunos contenidos, aunque el tono más agresivo. “Nunca seremos ni siervos ni esclavos”, dijo Matteo Salvini, el líder de la Liga. “Si no hay democracia, mejor volver a las urnas”, afirmó Salvini, quien tras reunirse en secreto con Mattarella el domingo por la mañana, se fue a Terni, localidad en el centro de Italia, donde arengó a los suyos en la calle. “Para Italia, deciden los italianos, no Berlín”, añadió Salvini, cuyo partido ha sido el que más creció en apoyos desde marzo, algo que lo coloca por encima del 21%, según los más recientes sondeos.
No se descarta que Liga y M5S se enzarcen en ataques cruzados, mientras que Silvio Berlusconi, con quien Salvini acudió a elecciones en coalición, celebre el desenlace. “Quién sabe si el viejo Berlusconi no lo había planeado todo”, vociferaban algunos ayer, mientras otros expresaban su preocupación por la influencia que los economistas euroescépticos puedan tener en la futura campaña electoral.
Luego llegan los artículos aparecidos en la prensa alemana, que tildan a Italia de “gorrona” y “apestada” ante la posibilidad de un Ejecutivo M5S-Liga. Se vio en una viñeta del diario 'Suddeutsche Zeitung', en la que Italia aparecía en manos de dos imaginarios médicos, Peste y Cólera. Y también en otra viñeta usada para ilustrar la portada del semanario del conservador 'Frankfurter Allgemeine', en la que Italia es representada como un pequeño automóvil APE, envuelto en la bandera italiana y a punto de caerse por un barranco. “La culpa es de Mario Draghi”, criticó el semanario 'Der Spiegel', en referencia el presidente del Banco Central Europeo (BCE).
Se prepara un último ataque del malherido M5S: la petición de un ‘impeachment’ contra Mattarella. “Pido el 'impeachment' para el presidente. Hay que llevar esta crisis hasta el Parlamento”, dijo en el programa 'Che tempo che fa' el líder del M5S, Luigi Di Maio.
“Hay que activar el artículo 90 y después podremos acudir a las urnas”, añadió Di Maio, en referencia a este artículo de la Constitución italiana que establece que el presidente puede ser “destituido por el Parlamento en sesión conjunta, por mayoría absoluta de sus miembros”.