El
Ejército de EE.UU. planea retirar a cientos de sus tropas en África
para apoyar el mayor enfoque del Pentágono, es decir la amenaza de China
y Rusia.
“El reajuste del personal asignado a la Organización de Lucha contra el Extremismo Violento que opera en el mando de las Fuerzas Armadas en África (AfriCom) servirá para apoyar las prioridades establecidas en la Estrategia de Defensa Nacional”, anunció el Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) mediante un comunicado divulgado el jueves.
A su vez, Candice Tresch, una portavoz del Pentágono, dijo a la agencia británica Reuters que la reducción de los militares estadounidenses en África será por un 10 por ciento de los 7200 militares que ya están desplegados en el continente negro.
Tresch, no obstante, anunció que las operaciones estadounidenses en países como Somalia, Yibuti y Libia “seguirá siendo prácticamente la misma”, mientras en otras partes de la región, incluida África Occidental, el énfasis cambiaría de “asistencia táctica a asesoría, asistencia, enlace y compartir inteligencia”.
El Pentágono presentó en enero su nueva Estrategia de Defensa Nacional en la que incluyó a Rusia y China como “el desafío central” al que se enfrentan las Fuerzas Armadas norteamericanas y una amenaza más grave que el terrorismo.
Dentro del marco de este nuevo plan, el portal estadounidense The Military comunicó en julio pasado que Washington se está preparando para un combate subterráneo en una hipotética guerra contra Rusia y China gastando medio millardo de dólares para tal objetivo.
Pese a preparativos de este tipo, varios informes han señalado la debilidad de EE.UU. para afrontar una guerra con Rusia y China. Al respecto, la Comisión de Estrategia de Defensa Nacional del Congreso estadounidense ha admitido que la superioridad militar de Washington en el mundo “ha erosionado a un grado peligroso” y que podría perder un conflicto con Pekín y Moscú.
tqi/lvs/rba
“El reajuste del personal asignado a la Organización de Lucha contra el Extremismo Violento que opera en el mando de las Fuerzas Armadas en África (AfriCom) servirá para apoyar las prioridades establecidas en la Estrategia de Defensa Nacional”, anunció el Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) mediante un comunicado divulgado el jueves.
A su vez, Candice Tresch, una portavoz del Pentágono, dijo a la agencia británica Reuters que la reducción de los militares estadounidenses en África será por un 10 por ciento de los 7200 militares que ya están desplegados en el continente negro.
Tresch, no obstante, anunció que las operaciones estadounidenses en países como Somalia, Yibuti y Libia “seguirá siendo prácticamente la misma”, mientras en otras partes de la región, incluida África Occidental, el énfasis cambiaría de “asistencia táctica a asesoría, asistencia, enlace y compartir inteligencia”.
El reajuste del personal asignado a la Organización de Lucha contra el Extremismo Violento que opera en el mando de las Fuerzas Armadas en África (AfriCom) servirá para apoyar las prioridades establecidas en la Estrategia de Defensa Nacional”, indica el Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono).Un funcionario estadounidense, bajo condición de anonimato, dijo a Reuters que el referido plan probablemente se llevaría a cabo dentro de tres años y podría incluir a países como Kenia, Camerún y Mali.
El Pentágono presentó en enero su nueva Estrategia de Defensa Nacional en la que incluyó a Rusia y China como “el desafío central” al que se enfrentan las Fuerzas Armadas norteamericanas y una amenaza más grave que el terrorismo.
Dentro del marco de este nuevo plan, el portal estadounidense The Military comunicó en julio pasado que Washington se está preparando para un combate subterráneo en una hipotética guerra contra Rusia y China gastando medio millardo de dólares para tal objetivo.
Pese a preparativos de este tipo, varios informes han señalado la debilidad de EE.UU. para afrontar una guerra con Rusia y China. Al respecto, la Comisión de Estrategia de Defensa Nacional del Congreso estadounidense ha admitido que la superioridad militar de Washington en el mundo “ha erosionado a un grado peligroso” y que podría perder un conflicto con Pekín y Moscú.
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