El dinero verde europeo ya cambia las expectativas de las empresas... y de la transición energética
Andrés González
5-6 minutes
Después de 25 COP y 11 años después del inicio de la Gran Recesión las empresas al fin creen de manera sensible que en el ecologismo habrá negocio,
al menos en España, al menos en Europa, y pueden hacer posible la
transformación hacia una Europa neutra en emisiones de CO2 en 2050 o al
menos tratar de hacer negocio entretanto.
No estamos hablando solo de greenwashing, ese fenómeno no es
nuevo, se trata de expectativas de nuevos ingresos y planes de
inversión (subvencionada) que unidos a restricciones legales pueden
cambiar Europa y quizá el mundo.
Las corporaciones se toman en serio a sus gobiernos, a la Comisión
Europea y que estos puedan movilizar al Banco Europeo de Inversiones y
quien sabe si hasta el BCE.
Europa quiere ser verde de la mano de sus grandes empresas y que el
resto del mundo le siga, es una apuesta arriesgada y que puede
recrudecer el proteccionismo pero también tiene interesantes derivadas
geopolíticas en las que quizá no nos hemos detenido demasiado a analizar
ni los economistas, ni los ambientalistas.
Las eléctricas y empresas de infraestructuras quieren el negocio de
las petroleras y fueron las primeras en subirse al carro, las segundas
entraron a competir con las eléctricas y no quieren quedarse fuera del
negocio, las automovilísticas tampoco quieren morir y entretanto, un
enorme negocio está en el aire mientras se barajan cartas para el que
puede venir, si estos naipes vienen marcados por cada gobierno y cuantas
manos tendrá la partida es otro asunto que se debe discutir en otro
lugar.
Los importes de inversión que se barajan desde la Comisión (que suma
el resto de entes para sus fines) para 2020-2030 son enormes, se habla
de 100.000 millones de € para toda la UE, es casi el 10% del PIB de
España o un poco menos de la mitad de la facturación anual de Volkswagen
(cuyo beneficio sobre ventas antes de afrontar la reconversión es menos
del 6%), muy grande para ser una oportunidad, ínfimo para cambiar el
mundo (aunque el mundo se reduzca al Viejo Continente). Pero es un
principio y las empresas han entendido que es mejor, al menos por ahora,
estar o parecer estar alineado.
El capitalismo incluso en su versión capitidisminuida de tipos cero y
estrictas restricciones tiene esta belleza, y si Coca-Cola supo
patrimonializar la contracultura de los años 60 con su anuncio Hilltop
(1971), las eléctricas, energéticas y automovilísticas pueden
reinventarse y asegurarse de la mano del ecologismo y las políticas
benevolentes décadas de negocio. Que asignar el capital de este modo sea
sostenible es dudoso, pero también lo es que realmente estemos hablando
todos realmente de sostenibilidad, o al menos que entendamos cosas
parecidas cuando hablamos de ello.
No deja de ser una paradoja que España renunciara a su industria
subvencionada como los astilleros o altos hornos para entrar en la UE y
ahora lo que vaya a distinguir la economía europea sea un modelo de
conglomerado público-privado con capital-deuda gratuita y concesiones,
si la UE fue sinónimo de competitividad y fronteras abiertas parece que
las próximas décadas en industria y energía serán más parecidas a la PAC
y no auguran paz en el comercio internacional.
También es cierto es que todo este panorama responde a declaraciones y
(aún pequeños) gestos y que la UE no se destaca por su velocidad en la
toma de decisiones, más bien por sus vetos (y en las últimas décadas por
sus descuelgues) ¿si no tenemos aún Unión Bancaria habrá un Green Deal
que cambie todo? si se da ¿será compatible con el Pacto de Estabilidad y
Crecimiento? ¿quedarán fuera los países que no hayan cumplido con sus
cuentas? Alemania que no deja de perder actividad industrial es a la vez
quien ya está desarrollando estos planes con más intensidad.
No me cabe duda de que si el Green Deal echa a andar España lo hará
bien en el despliegue de inversiones, pese a nuestro incomprensible
momento político si hay algo transversal es la capacidad para la
colaboración público privada y si a algo se parece el Green Deal es a la
expansión crediticia de las Cajas de Ahorro y en eso España fue campeón
mundial, ni EEUU con su Lehman Brothers, Fannie Mae y Freddie Mac. Extracto
y gráfico sobre la expansión del crédito (datos del Banco Mundial) de
mi libro “Economía a la intemperie; quiebra política”
Otra vez más, como siempre, el mundo cambiará, viviremos tiempos
interesantes, y la UE quizá cambie el mundo o quien sabe si será la
unión la que ya nunca vaya a ser lo mismo que un día se imaginó.
Es política, y también es dinero, It’s the real thing o como decimos por aquí con más acierto La chispa de la vida. Foto: Capri23auto
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