jueves, 26 de marzo de 2020

El Gobierno fijó el “origen” de la pandemia del coronavirus un día después del 8-M en una carta a la OTAN


elespiadigital.com

El Gobierno fijó el “origen” de la pandemia del coronavirus un día después del 8-M en una carta a la OTAN







El Gobierno de España ha dirigido una misiva a la OTAN en la que pide "ayuda humanitaria" para hacer frente a la crisis del coronavirus. El documento recoge un extenso inventario con el material necesario que necesita con más urgencia: máscaras, respiradores y termómetros, entre otros. En la descripción de los hechos, el Ejecutivo fija el origen de la pandemia un día más tarde de la manifestación del 8-M, que contó con la presencia de varios ministros pese a las advertencias de algunas voces sanitarias.
La petición la firma el departamento de sanidad militar del Ministerio de Defensa y está dirigida al Centro Euroatlántico de Coordinación de Reacción en Caso de Catástrofe (EADRCC). El documento establece que el "desastre" sanitario ha tenido lugar en España "del 9 de marzo en adelante".
La convocatoria de las manifestaciones del 8-M supone una de las polémicas políticas en la gestión de la crisis del coronavirus. Pese a haberse detectado cientos de casos en España, el Gobierno animó a la ciudadanía a participar en la cita. Incluso el director del Centro de Coordinación y Alertas Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, aseveró que no iba a decir a nadie lo que debía hacer: "Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación le diré que haga lo que quiera".
 
Inventario de material requerido
España es el segundo país de la Unión Europea, tras Italia, en número de defunciones por coronavirus, con casi 2.700 casos. En el plan de choque se han desplegado 250.000 efectivos de la Policía Nacional, Guardia Civil, cuerpos autonómicos y locales. También a 2.682 militares en 135 localidades de todo el país.
"Las Fuerzas Armadas de España piden ayuda internacional en su respuesta a la pandemia mundial del coronavirus Covid-19. [...] Para prevenir la expansión del virus entre las unidades militares y la población civil, pedimos a nuestros socios internacionales que provean de ayuda humanitaria al Ministerio de Defensa de España", recoge el documento.
El inventario recoge la urgencia para recibir 150.000 batas desechables de manga larga, 150.000 respiradores tipo FFP3, 300.000 respiradores tipo FFP2, 1.000 termómetros de radiación infrarroja, 5.000 protectores faciales con escudo, 10.000 gafas de protección, 1.500.000 máscaras quirúrgicas, 120.000 guantes de nitrilo, 500.000 pruebas rápidas de coronavirus, 50.000 sistemas de prueba de diagnóstico de reacción en cadena y 500 ventiladores mecánicos.
Fuente: Vozpopuli
Pedro Sánchez copia los mensajes antiterroristas de Bush tras el 11-S para hablar del coronavirus
Pedro Sánchez y George W. Bush son lo opuesto a simple vista. Cada uno está a un lado del arco ideológico y parece poco probable que el actual presidente de España se fije en el exdirigente estadounidense a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, puede ser que sí lo esté haciendo en su retórica.
Según un análisis realizado por el diario ABC, Sánchez y su equipo, liderado por el consultor político Iván Redondo, estarían repitiendo los mensajes lanzados hace más de quince años por el cuadragésimo tercer presidente de Estados Unidos.
Discursos centrados en el componente bélico, que Bush utilizó contra el terrorismo y, ahora, el líder del ejecutivo español usa contra un enemigo distinto: el coronavirus.
Al igual que Bush hizo con Al Qaeda, Sánchez plantea su enfrentamiento con el virus como una guerra. Y no le dará tregua. Es más, hará todo lo que esté en su mano para frenarlo. Unas palabras similares a las del expresidente de Estados Unidos. Así, se dirigió el 28 de enero de 2003 al pueblo durante el discurso del estado de la Unión:
"Defenderé la libertad del pueblo con cualquier acción que se requiera y cuándo sea necesaria", dijo Bush.
Por otro lado, esto dijo Pedro Sánchez en los discursos de los días 10, 13 y 21 de marzo:
"Para combatir esta emergencia de salud pública, haremos todo lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta".
El objetivo de Sánchez es "la victoria total sobre el virus", mismo fin que el de Bush que dijo ante los veteranos de guerra de 2003 que "nuestra única opción es la victoria total en la guerra contra el terror".
La meta es la misma y las palabras también, cambiando "terror" por "virus". Y ya sea un enemigo y otro, ambos serán parados mediante la unión de todos los ciudadanos. "Ganaremos esta guerra unidos", dijo Bush en 2006 en Pakistán. Durante la declaración del estado de alarma, Sánchez comentó: "Este virus lo pararemos unidos".
El discurso del estado de Unión de 2003 dejo más ideas que se podrían observar años después en las comparecencias de Pedro Sánchez sobre el coronavirus. Una es la de la fortaleza de la sociedad:
"Pese a los peligros, el estado de nuestra Unión nunca ha sido más fuerte", expuso Bush.
Esto explicó el presidente de España en su comparecencia del 21 de marzo:
"A pesar de la dureza, somos una sociedad más fuerte que nunca en nuestra historia".
El lenguaje bélico se convierte en punto de unión entre los dos políticos, muy distintos entre ellos, pero que ante a los grandes retos de sus respectivas carreras, hablan de la misma manera.
Nueva polémica: ¿El CSIC alertó en enero al gobierno español de la “letalidad” del Covid-19?
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la agencia estatal de investigación adscrita al Ministerio de Ciencia e Innovación, advirtió al Gobierno “desde el primer momento” de la “gravedad” del brote de coronavirus, que ya ha contagiado a más de 33.000 personas y ha provocado casi 2.200 fallecidos en nuestro país. Sin embargo, el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos no decretó el estado de alarma hasta el pasado día 14, cuando la cifra de muertos por el Covid-19 se elevaba entonces a 136.
Según refleja un documento elaborado por el CSIC, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, “desde el primer momento nuestros investigadores han apuntado con argumentos científicos y basados en la experiencia la gravedad de la situación, y han apoyado la necesidad de tomar medidas, aunque éstas tengan que ser duras, como de hecho lo están siendo”. El documento, titulado Covid-19: Resumen para información interna del plan de acción del CSIC ante la pandemia, fue actualizado este domingo 22 de marzo, pero su redacción se remonta al mes de enero.
El primer positivo por coronavirus en España fue detectado el pasado 31 de enero. Se trataba de un turista alemán que se contagió en su país antes de viajar a La Gomera, donde fue aislado en un hospital de la isla canaria. Ese mismo día, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, afirmó que “España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado [de coronavirus]”
Por aquellas fechas, y mientras el Gobierno trataba de minimizar la magnitud de la epidemia, el CSIC ya estaba involucrado en proyectos de investigación del coronavirus. “En enero de 2020, tras una reunión del equipo de dirección del CSIC con la dirección e investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB)”, según señala el documento, “se acordó lanzar con carácter inmediato un proyecto con financiación propia apoyando la línea de trabajo del laboratorio de coronavirus del CNB”, liderado por los doctores Luis Enjuanes e Isabel Sola.
 
Documento CSIC/Foto: LA RAZON 
Varias semanas más tarde, el 14 de febrero, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, afirmó que con las medidas adoptadas hasta ese momento para hacer frente a la pandemia “es más que suficiente”. El 25 de febrero, tras detectarse los primeros contagios en la Comunidad de Madrid y Cataluña, todos relacionados con el virulento foco de Italia, Illa pidió “no caer en alarmismos”. Y añadió que “no es necesario ir con mascarillas por la calle”. Y el 28 de febrero, ya con 30 casos registrados en España, el Gobierno decidió seguir manteniendo el escenario de “contención”, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había elevado el riesgo de expansión de “alto” a “muy alto”.
El documento, en cuya portada reza la advertencia “Uso exclusivamente interno CSIC”, señalaba ya en enero que “la emergencia mundial subraya la necesidad de una respuesta rápida para caracterizar este nuevo virus emergente”. Sin embargo, un mes más tarde, cuando el coronavirus afectaba ya a 10 comunidades autónomas, el Ministerio de Sanidad seguía descartando la anulación de eventos o la restricción de la libertad de movimientos porque ello traería “consecuencias muy gordas” (sic), según dijo entonces Simón.
El documento elaborado por el CSIC advierte de que la situación generada por el Covid-19 “comienza a ser muy preocupante en la semana del 9 de marzo, especialmente en la Comunidad de Madrid”. Pese a ello, y a que el número de contagiados ya se ha disparado entonces a 1.204, Sanidad se limita a recomendar ese mismo día, a nivel nacional, el cuidado domiciliario de los mayores, así como que las personas con enfermedades crónicas o multipatologías “limiten” las salidas de casa. Un día más tarde, el 10 de marzo, el Gobierno adoptó, como única medida reseñable, la anulación de todos los eventos en espacios cerrados de más de 1.000 personas.
 
Documento CSIC/Foto: La Razón
Un portavoz del Ministerio de Ciencia e Innovación, del que depende el CSIC, señaló ayer que “la situación creada por el coronavirus es evidente que interesa al CSIC y a cualquier centro de investigación en el mundo que estudie coronavirus desde el primer momento en que surgió en China. Una cosa es el interés de trabajar en esa vacuna y en entender el virus, y otra muy distinta el impacto epidemiológico en España, imposible de prever en ese momento”.
El CSIC lo niega
El Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha emitido un comunicado en el que desmiente las “informaciones aparecidas en medios de comunicación” sobre un supuesto documento que dicho organismo habría elaborado en enero para alertar al Gobierno de la letalidad del coronavirus: “Dichas informaciones no se ajustan a la realidad, ni reflejan el sentido del informe al que se alude”.
“El informe fue elaborado por la Vicepresidencia Científica y Técnica del CSIC y se distribuyó el pasado 22 de marzo para comunicar a los investigadores del organismo los estudios y recursos que se habían puesto en marcha en el CSIC para combatir el coronavirus, sin que en ningún caso se incluyeran, puesto que no era su objetivo, recomendaciones al Gobierno o a la población en general”, asevera el comunicado.
“La letalidad del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 se fue conociendo internacionalmente a primeros del pasado mes de enero a través de las informaciones que  las autoridades chinas ofrecieron a la Organización Mundial de la Salud”, sostiene el CSIS, que mantiene que “no estudió entonces el alcance epidemiológico del virus, por lo que el organismo no emitió ningún informe al respecto”.
El CSIC recuerda que no fue hasta el 31 de enero, día en el que se conoce el primer caso de coronavirus en España, cuando el organismo investigador estatal fue requerido por el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, para que el investigador Luis Enjuanes acudiera a una reunión “para conocer las características del virus y agilizar la obtención de recursos técnicos que se pudieran necesitar, así como propiciar algún cambio legal que aligerase cualquier tramitación posterior”.
“En esta misma línea, el Ministerio de Ciencia e Innovación habilitó poco después otra ayuda importante para un grupo de científicos del CSIC, que trabajó en proyectos definidos para lograr  resultados terapéuticos a corto plazo, tomando como base la investigación del SARS-CoV-2”, afirma el CSIC: “Desde entonces, el equipo de coronavirus del CNB ha obtenido financiación urgente del Gobierno de España a través del CSIC y, posteriormente, de la Unión Europea”.
“Desde el inicio del brote, el equipo de investigadores del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC), dirigido por los investigadores Luis Enjuanes e Isabel Sola, con larga experiencia en el estudio de otros coronavirus como el SARS-CoV-1 del 2002 y el MERS-CoV del 2012, empezaron a organizar los recursos para estudiar el nuevo virus, en colaboración con otros equipos de investigación internacionales. Como sucedió en 2002 y en 2012, el equipo de coronavirus del CNB-CSIC se puso a investigar el nuevo coronavirus humano”, remacha el comunicado.
Fuente: La Razón


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