EE.UU.
se está convirtiendo en uno de los países más afectados por el
coronavirus con más de 68 000 contagiados y más de mil muertos, 200 de
ellos en solo 24 horas.
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el pasado martes que
Estados Unidos tiene el potencial de ser peor que Europa y convertirse
en un nuevo epicentro de la pandemia.
El Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) también estimó en la misma jornada que el coronavirus afectará al país por varios meses.
“Creo que debemos planear que esto dure unos meses al menos y estamos tomando todas las medidas de precaución para hacerlo”, dijo el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper.
Sin embargo, a pesar de las referidas advertencias y las llamadas de los gobernadores de estados y los centros sanitarios a quedarse en casa y respetar la cuarentena, el presidente norteamericano, Donald Trump, intenta reabrir la economía y reiniciar las actividades normales lo antes posible.
“Vas a perder a varias personas por la gripe, pero vas a perder a más personas al poner a un país en una recesión o depresión masiva. Vas a perder gente. Vas a tener suicidios por miles”, dijo en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense Fox News.
En otra alocución, expresó su esperanza a abrir todo hasta el domingo de Pascua, el próximo 12 de abril. “El objetivo es aliviar las pautas y abrir las cosas a una sección muy grande de nuestro país (...) Esta es una crisis médica, no es una crisis financiera”, aseveró.
Esta postura extraordinaria y los análisis que alertan de una recesión económica en EE.UU. por la cuarentena, así como la importancia del factor económico en la popularidad del mandatario estadounidense, surgen las dudas sobre el posible intento del inquilino de la Casa Blanca de salvar su reelección en los comicios del próximo noviembre al poner en peligro la salud de su pueblo.
bhr/lvs/mkh
El Departamento de Defensa estadounidense (el Pentágono) también estimó en la misma jornada que el coronavirus afectará al país por varios meses.
“Creo que debemos planear que esto dure unos meses al menos y estamos tomando todas las medidas de precaución para hacerlo”, dijo el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper.
Sin embargo, a pesar de las referidas advertencias y las llamadas de los gobernadores de estados y los centros sanitarios a quedarse en casa y respetar la cuarentena, el presidente norteamericano, Donald Trump, intenta reabrir la economía y reiniciar las actividades normales lo antes posible.
“Vas a perder a varias personas por la gripe, pero vas a perder a más personas al poner a un país en una recesión o depresión masiva. Vas a perder gente. Vas a tener suicidios por miles”, dijo en una entrevista concedida a la cadena de televisión estadounidense Fox News.
En otra alocución, expresó su esperanza a abrir todo hasta el domingo de Pascua, el próximo 12 de abril. “El objetivo es aliviar las pautas y abrir las cosas a una sección muy grande de nuestro país (...) Esta es una crisis médica, no es una crisis financiera”, aseveró.
Esta postura extraordinaria y los análisis que alertan de una recesión económica en EE.UU. por la cuarentena, así como la importancia del factor económico en la popularidad del mandatario estadounidense, surgen las dudas sobre el posible intento del inquilino de la Casa Blanca de salvar su reelección en los comicios del próximo noviembre al poner en peligro la salud de su pueblo.
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