La vuelta carnero del marxismo: La patria ya no es la Patria
Caída
la Unión Soviética, con ella cae el internacionalismo comunista y el
marxismo comienza a esbozar su proyecto de progresismo socialista dentro
de las naciones. Al fracasar la realización del internacionalismo
comunista hoy la idea de patria va dejando de pertenecer a los
nacionalistas para ser enarbolada por los progresistas. Las diferentes
izquierdas, ante el coronavirus, utilizan todo el poder estatal posible,
mientras que el nacionalismo, en sus diferentes variantes, se queja de
la invasión totalitaria sobre las personas obligándolas a estar en sus
casas.
Es llamativo este ida y vuelta del mundo de las
ideas. Los que antaño creían en un nacionalismo fuerte, un nacionalismo
de Estado, son críticos al poder de ese Estado, mientras los marxistas,
críticos históricos del Estado liberal capitalista, utilizan y afirman
el poder de dicho Estado. Hoy el kirchnerismo en Argentina, se nuclea en
una fundación que se llama “Patria”, mientras que el nacionalismo
peronista se queda sin pueblo y sin Patria. A lo más que llegan es solo a
putear. En España parece que, los mejores de entre ellos, se denominan
patriotas evitando así que les roben un término, pero dejan la
denominación de nacionalistas a los separatistas y a la izquierda.
Hace unos días recibí un mensaje del muy buen
investigador en ciencias políticas, Sergio Castaño: un video de Trump en
defensa del patriotismo para enfrentar al globalismo con la leyenda
“comparto su patriotismo no su gobierno”. Está perfecto, el profesor
Castaño se dio cuenta, pero la inmensa mayoría no. ¿Qué está sucediendo?
Trump, Bolsonaro, Putin, son patriotas, pero no nos convencen. Es que
la idea de patria sufrió una transformación profunda en el siglo XXI.
Dejó de ser la tierra de los padres. En principio los gobiernos europeos
no la defienden pues de lo contrario tendrían que rechazar la gran
inmigración arabo-musulmana que padecen, cosa que no hacen, a lo que se
suma el giro del marxismo en el apoderamiento de esa idea. La patria hoy
es la recreación ideológica que se hace de ella. De la misma manera
como los pueblos dejaron de ser las mayorías populares en torno a un
ethos común para ser transformados minorías con derecho absolutos por
sobre las mayorías. El pueblo fue transformado en muchos pueblos, es
decir, dejó de ser pueblo. Se cumplió la tesis del marxista Ernesto
Laclau en la Razón populista, quien al no tener pueblo- siempre fue
antiperonista- inventó muchos pueblos.
¿Qué nos está permitido esperar? Del marxismo a
través del esloveno Zizek un nuevo comunismo, más humano y más
comunitario; del liberalismo a través del coreano Han una mayor opresión
de los Estados sobre el individuo y, del nacionalismo nada, porque se
dejó robar la idea de Patria. ¡A llorar a la Iglesia!
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