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No se lo pierda: Geopolítica del coronavirus - entrevista con Valérie Bugault
Traducido por el equipo de Sott.net en español
(Francia) - En pleno corazón de una crisis mundial inédita por su envergadura, Strategika le ofrece los puntos de vista de analistas y pensadores reconocidos en su campo de especialización.. Les hemos planteado preguntas sobre los diferentes aspectos de esta auténtica crisis de la civilización y sus repercusiones políticas, geopolíticas y sociales.
La primera en atendernos es Valérie Bugault.
VB: Expresado muy acertadamente por nuestro amigo Lucien Cerise, hay que distinguir entre la realidad sensible en el mundo real y la narración de los hechos propagados.
Aquí figura su declaración literal:
Así que nos llegan noticias del cuerpo médico, otras de organizaciones internacionales, o de diferentes países del mundo. Ciertas fuentes de informaciones son inherentes a la estructuración de nuestro gobierno particular (decreto, leyes...), sin olvidar las fuentes de informaciones de los medios llamados independientes que contradicen parcialmente o totalmente las fuentes precedentes...
Finalmente, para aclarar la situación es necesario y también basta con volver a instituir el orden, es decir que hay que jerarquizar y contextualizar los fenómenos; a condición de que esta jerarquización sea la pertinente.
Por orden hemos observado: la aparición poco preparada de un virus en China, un país que está familiarizado históricamente con esta tipología de virus. Luego, una serie de noticias alarmistas cayendo como hecatombes. Luego, como era de esperar, el virus se despliega en la superficie del globo mientras nos enteramos de que el banco mundial (que ya no represento) había previsto desde el 2017 'bonos específicos para las pandemias'. A continuación, una letanía de países afectados y el confinamiento de gran número de poblaciones para contrarrestar la propagación de dicho virus, supuestamente. Mientras tanto, los 'muertos' se multiplican y los servicios hospitalarios luchan con la avalancha de personas pendientes de pruebas o del tratamiento.
El panorama al que estamos asistiendo ocurre dentro de un contexto geopolítico muy particular donde la potencia económica china, la cual ha alcanzado su plena madurez en la actualidad, se ha aliado con la potencia militar rusa en una lucha contra la hegemonía estadounidense y compañía.
Sin embargo, lo esencial no está revelado en este cuadro: desde el principio del siglo veinte, los EE.UU y sus aliados ya no son gobernados por lo que describiría como un fenómeno político defensor del interés común, sino que ha sido sustituido por un cartel de empresas dirigidas por los principales bancos globales de inversión ubicados en su cuartel general, desde Oliver Cromwell, hasta la City of London. En realidad, los estados occidentales han dejado de existir, ya que fueron privatizados cuando el control de sus monedas cayó en manos de bancos privados, lo que explica, en Europa, la aparición de instituciones europeas, las cuales no son sino la formalización política de esta captura de las normas de organización de los pueblos por parte de intereses privados.
Si nos paramos un instante para apreciar el conjunto de estos elementos, el cuadro que se va dibujando resulta bastante evidente.
En este cuadro, por un lado surge un virus muy contagioso que se vuelve peligroso cuando se fija en los pulmones y las vías respiratorias. Cuando los pacientes llegan a este estado apenas tienen el virus en el cuerpo y el tratamiento preconizado por el profesor Didier Raoult resulta inútil, de acuerdo con sus propias declaraciones. Excepto en los casos de complicaciones que no serían tan raros como lo parece, dicho virus es relativamente anodino, provoca síntomas más o menos molestos, pero sin poner en juego el pronóstico vital de los pacientes infectados. Didier Raoult, profesor de francés y especialista con reputación mundial en virología e infectología, ha emitido hipótesis de trabajo que fueron confirmadas por aquellos especialistas chinos que tuvieron que tratar el virus, así como por un profesor senegalés (Pr. Seydi), quien tuvo que afrontar el virus del Ébola, siendo él mismo una autoridad reconocida dentro de su dominio. El tratamiento preconizado no es caro (ya que las patentes muy antiguas cayeron en manos del dominio público); no es eficaz al cien por cien, dependiendo del retraso o no con el que se administra. Esencialmente, esto es lo que nos incumbe recordar.
Por otro lado del cuadro, están los médicos a sueldo (la más aplaudida del momento es la sulfurosa Karine Lacombe que está desatando el furor en los grandes medios a la vez que se embolsa los generosos beneficios de los lobbies farmacéuticos) así como del aparato estatal al completo y los cuerpos constituidos (Insem...), todos ellos relacionados de un modo u otro con los lobbies farmacéuticos que se han juntado en la mesa para descalificar los trabajos de las eminencias especialistas descritas más arriba. Sin olvidarnos de la campaña presidencial de Macron parcialmente financiada por el Big Pharma.
Además, con el fin de evitar una enumeración que sería muy larga, no hago más que esbozar todas las decisiones políticas actuales que chocan abiertamente con el objetivo oficial de contención de la epidemia, como es el caso de la clasificación al principio del 2020 de un medicamento contra substancias venenosas al alcance de cualquiera que lo necesitara desde hace décadas, o del rechazo en la concesión de test para la detección de la infección por coronavirus, además del rechazo a la ayuda propuesta por industriales para la fabricación de respiradores... Añadámosle a todo esto, completando así la visión de este espectáculo, la desconstrucción metódica del servicio de la salud pública, pasando por la liquidación de las existencias de camas y de personal hospitalario que no han hecho más que agravarse desde la presidencia de Sarkozy.
¡Es así como esta crisis sanitaria va desvelando los verdaderos actores políticos escondidos detrás de los oropeles estatales! Hoy con mayor perspectiva que ayer, percibimos cómo al Estado le atan intereses privados que defienden medicamentos muy costosos, incluso poco eficientes, mientras llegue la futura vacuna obligatoria. En la primera posición, se sitúan los inventores de la pólvora para ganarse los contratos públicos y privados de los pedidos masivos de vacunas: ¡Johnson & Johnson estaba anunciando el 31 de marzo que estaba listo para testar su primera vacuna a partir de septiembre 2020, ni más ni menos! Por supuesto, otros laboratorios compiten por embolsarse el generoso bote de la futura vacuna...
Sin embargo, conviene saber dos cosas. Lo primero es que todas las vacunas fabricadas a toda velocidad revelaron ser de escasa eficacia, y hasta peligrosa para la salud humana. En segundo lugar, una vacuna contra el virus que pudiera ser hipotéticamente mutante, como es el caso del coronavirus, tiene escasa probabilidad de ser eficaz. Este problema se agrava por el hecho de que la enfermedad del Covid-19 suscita dudas acerca de las diferentes cepas, subdividiéndose una de ellas en varias variantes.
Concluyendo, si los poderes públicos quisieran realmente detener la epidemia, decidirían tratar al mayor número posible de personas, y con un coste lo más económico posible, no faltaría más, tal y como lo preconiza el Dr. Raoult y otros grandes especialistas del mundo entero. Este criterio del tratamiento médico preventivo masivo es la mejor forma de medir con exactitud la honestidad del gobierno francés.
Dicho de otro modo, si el gobierno fuera honrado, no optaría por la actual opción dilatoria que consiste en colocar todos los obstáculos imaginables para que la gente no reciba un tratamiento masivo, tal y como lo recomienda el Dr. Raoult; mientras las medidas de confinamiento dirigidas a las poblaciones locales más estandarizadas se están volviendo cada vez más rigurosas, las poblaciones rebeldes ubicadas en zonas sin leyes junto con los campos de inmigrantes son excluidos de dichas medidas.
Por otra parte, fijémonos cómo el gobierno francés, bajo la recomendación de la ONU, ha vaciado masivamente y prematuramente las cárceles de prisioneros de derecho común (lo que los profesionales de la magistratura comunicaron de forma oficial), al tiempo que castigará so pena de encarcelamiento a los delincuentes multirreincidentes que hayan excedido el tiempo permitido en sus paseos cotidianos, y a los que hayan sobrepasado su perímetro de paseo autorizado, o que hayan olvidado su autorización para circular...
Dos cosas muy evidentes:
¿Va esta pandemia a forzar a la humanidad a dotarse de un gobierno mundial tal y como lo anunciaba Jacques Attali cuando se declaró la pandemia de la gripe A en 2009? Quedándonos en el 2009, Jacques Attali explicaba que "la historia nos enseña que la humanidad sólo evoluciona significativamente ante un gran pavor". ¿Qué le inspira esta idea?
VB: Efectivamente, hay múltiples informaciones que apuntan a que la existencia de una pandemia fue prevista, por no decir esperada, por un cierto número de instituciones y de personajes, que cito sin orden específico, encabezado por la Fundación Bill y Melinde Gates, el centro John Hopkins para la seguridad sanitaria, el foro económico mundial, la OMS, el Banco Mundial, Jacques Attali, la revista "The Economist" (en los años 2019 y 2020)... Con el británico Gordon Brown que apela abiertamente a la constitución de un gobierno mundial para enfrentarse a esta pandemia del coronavirus.
Por lo tanto, nos estamos enfrentando a nivel global o mundial, si lo prefiere, a una situación inédita, históricamente hablando, en la cual un grupo reducido de gente, escondido detrás del anonimato de capitales e instituciones internacionales y gestionados por algunos banqueros privados, se dedica a organizar conmociones o se aprovechan de las conmociones para empujar su agenda global de toma del control político mundial mediante la institución de un 'gobierno mundial".
Para poder llevar a cabo dicho gobierno mundial, es necesario haber desarrollado antes en las personas en general, y en los dirigentes políticos en particular, el sentimiento de la urgencia de una regulación de los eventos a escala global. Efectivamente, una pandemia es el fenómeno que mejor cumple este tipo de necesidad. Desde el mismo principio, podemos y debemos sospechar una manipulación.
Además, es cada vez más evidente que este coronavirus resulta de la combinación, ayuda, de dos virus naturales, combinación que por desgracia se habría escapado de uno o varios laboratorios. Probablemente no sepamos nunca cómo se desarrollaron los verdaderos eventos que acabaron con la diseminación de este tipo de virus.
En segundo lugar, y debido a la homogeneización de la respuesta política a esta crisis sanitaria por parte de los diferentes países, es absolutamente necesario que los ciudadanos víctimas agudicen su vigilancia y estén en guardia, ya que la manipulación se hace evidente en el contexto de la privatización generalizada de los Estados.
Sin embargo, no insistiremos nunca lo suficiente sobre la imperiosa necesidad de hacer uso de la discriminación ante las informaciones recibidas. Así, a título personal, no pienso que haya que comparar la respuesta política china con la respuesta política de los países europeos.
Por un lado, no hay que olvidar que China, actual oponente victorioso ante la hegemonía económica del bloque occidental bajo la égida de la OTAN, fue el primer país en padecer este virus.
Por otro lado, los dirigentes chinos incriminaron públicamente a los GI estadounidenses por la propagación del virus en su territorio.
Finalmente, hay que acordarse de dos eventos extremadamente importantes que se produjeron en los EE.UU a lo largo del 2019 y que son muy fáciles de correlacionar:
Les culparon de una especie de epidemia pulmonar grave a dos fabricantes de cigarrillos electrónicos y un laboratorio (Fort Detrick) tuvo que cerrar motivado por una fuga durante del verano del 2019, (dicho sea de paso, Trump acaba de ordenar su reapertura para luchar contra el coronavirus). Resulta bastante sencillo imaginarnos las consecuencias de esta fuga de material bacteriológico, voluntario o no (nunca lo sabremos), endosada artificialmente por el poderoso lobby del tabaco - lo que le facilitó la eliminación de un competidor inofensivo en sus debuts, pero que representa una amenaza (la industria del cigarrillo electrónico) - con la bendición de las instancias gubernamentales a las que les fueron ahorradas el tener que dar explicaciones públicamente.
Además, es importante no olvidar que los gobiernos oficiales están privatizados, aunque en este caso el personal trabajando diariamente en estas estructuras no tiene por qué estar corrompido. Por este motivo, casos de fuga bacteriológica procedente de un laboratorio secreto no nos asegura que esta fuga haya sido voluntaria; algunos infiltrados siguiendo órdenes directas de poderes financieros muy bien pudieron organizar estas fugas a espaldas de sus colegas.
También quisiera volver al tema de la existencia de laboratorios secretos dedicados a la investigación bacteriológica. Hay que entender que el problema se plantea en los mismos términos que ya se ha planteado en materia de armas nucleares: son muchos los países que tienen a su disposición este tipo de laboratorios sin que implique una cuestión de utilización con fines ofensivos. Del mismo modo, muchos países disponían y disponen de armas nucleares, mientras que sólo unos pocos las utilizaron con fines bélicos. Ya estamos al tanto desde hace mucho de la propensión de las potencias anglosajonas y de sus afiliados de atacar a las poblaciones civiles, las cuales, a decir la verdad, no tienen importancia alguna a los ojos de dichas potencias, quienes las consideran superpobladas (vean los Georgia Guidestones, los trabajos del "Club de Roma", y los de todos sus descendientes).
Hasta donde sé, la potencia china nunca utilizó de modo bélico la bomba nuclear, ni tampoco cualquier otra arma de destrucción masiva. Por lo contrario, los EE.UU, y sus afiliados, nos han dado todas las pruebas de su capacidad para utilizar este tipo de armas, particularmente en contra de las poblaciones civiles (algo que se ha convertido en su especialidad).
Una vez dadas las explicaciones necesarias para situarnos en el contexto adecuado, su primera pregunta puede ser contestada.
De hecho, el confinamiento de personas sanas hace que las economías de los países se detengan repentinamente. Dependiendo de la duración del confinamiento, estos países, sobre todo cuando están endeudados, encontrarán muy difícil recuperarse. Esta recuperación tendrá que ir acompañada, obviamente, de una revisión de su funcionamiento interno. Además, los tan cacareados beneficios de la globalización económica, que ha hecho a cada país dependiente de los demás, también se ven negados por esta crisis sanitaria, que hace visible la extrema indigencia industrial de los llamados países desarrollados, que ya no son autosuficientes en nada. De hecho, podemos deducir con seguridad que habrá un "antes de la crisis del coronavirus" y un "después de la crisis del coronavirus".
Colectivamente, nos encontramos en un punto de inflexión, y las cosas pueden cambiar, dependiendo de la capacidad de reacción de los ciudadanos, ya sea en el sentido de una plena globalización con un gobierno mundial, ya sea en la reconducción política para que los ciudadanos retomen el control político de sus países.
Strategika - ¿Cómo concibe la evolución de la pandemia y sus consecuencias políticas y sociales en las próximas semanas y los meses venideros?
VB: Una de dos, o bien los ciudadanos ceden ante el miedo, o van a reflexionar y entenderán que el miedo está siendo mantenido de forma controlada por sus dirigentes que toman todas las decisiones posibles para que el coronavirus se propague con toda tranquilidad, o más bien, con toda la facilidad del mundo. Es así como niegan a sus poblaciones el aceso a los cuidados y los medicamentos útiles para la contención del proceso de contaminación mientras envían a la gente al confinamiento por un tiempo lo suficientemente largo como para conseguir la imposición de una futura vacuna milagrosa - aquí se trata de la puesta en marcha de "la esclavitud voluntaria". Esta vacuna, a parte de su precio financiero, sin duda contendrá sales de aluminio (que se ha convertido en el aditivo obligatorio), de ARN mensajeros (que facilitarán llevar a cabo, in vivo y a gran escala, experiencias genéticas sobre el genoma humano), y especialmente chips RFID, lo que permitirá que cada cual reciba sus remuneraciones y tener acceso a su cuenta bancaria.
Estas etapas de la vacuna obligatoria serán absolutamente decisivas para asegurarles a los globalistas (banqueros, big pharma y consortes) el control directo sobre las poblaciones. Por lo tanto, cada persona tendrá que obedecer so pena de que le retiren el acceso a todos sus medios de subsistencia. Debido al desmoronamiento económico, podemos temer que los medios de subsistencias no estén en última instancia relacionados en modo alguno con un trabajo individual productivo sino más bien con un subsidio universal entregado por el estado fantasmal bajo las únicas órdenes de los poderes financieros.
Strategika - ¿Existe una salida política a la situación que acaba de describir, y qué forma podría tomar en su opinión?
VB: Hay que partir del principio natural de que cada problema tiene una solución a la condición exclusiva de estar bien formulada. En este caso, claro que existen salidas políticas en el sentido propio del término. Dicho de otra modo, sólo una reanudación política de la organización de los Estados por sus nacionales conseguirá una apertura favorable a las poblaciones. En caso contrario, asistiremos al cambio general ansiado por la oligarquía supranacional hacia un gobierno mundial en manos de potencias financieras, mientras las poblaciones estarán condenadas a ser altamente reducidas para luego ser sometidas a la esclavitud, para la parte que hayan conseguido sobrevivir.
En mis trabajos he explicado cómo la sociedad podría reorganizarse para convertirse en algo realmente político, es decir para que los nacionales de los Estados puedan ser actores con pleno derecho sobre las decisiones políticas de sus países. Basta con consultar la parte "La renovación institucional" (en francés) cita a partir de la página 278 de mi obra "Las razones ocultas del desorden mundial", (en francés), publicada en marzo 2019 en las ediciones Sigest. No volveré a tocar aquí este tema que requiere de desarrollos demasiado extensivos. ¿Podrían estos desarrollos dar lugar a una nueva entrevista para Strategika?
Strategika - ¿Cómo relaciona usted la crisis actual con su área de competencia y su campo de investigación?
VB: La verdad es que esta crisis está ligada a mis trabajos en varios aspectos. Acabo de mencionar la cuestión institucional de organización de los Estados. Pero en efecto, no es el único vínculo. El otro vínculo importante está relacionado con las evoluciones en curso de la moneda mundial.
Ya he explicado en muchísimas ocasiones que el Brexit, del cual uno se puede felicitar en apariencia, fue iniciado por los banqueros de la City con el fin de conseguir la libertad total de acción al verse librados de la opresión institucional de la UE y así poder pilotar el cambio de moneda mundial.
Tal como lo había previsto Keynes el siglo pasado, el dólar, bajo su doble función de moneda nacional y moneda mundial, no era, desde su mismo inicio, económicamente viable. Por ello su fin previsible podía ser programado. En su primera etapa tuvo su correlación con el patrón oro, mientras que en la segunda etapa, esa a la que estamos asistiendo en directo, es su correlación con el patrón del petróleo, que había sucedido al patrón oro.
Actualmente, la mayoría de los países del mundo están convencidos de la locura de querer conservar el dólar como moneda de la reserva internacional. Hasta Trump pasa a la acción, puesto que acaba de tomar medidas para fusionar la Fed y el departamento del Tesoro, teniendo por objetivo crear, basándose en el modelo del yuan y del Renmibi, dos tipos de dólares: un dólar interno y un dólar en divisa que circularía en los mercados internacionales. El reseteo monetario se acerca a pasos agigantados, desde luego. Entonces, una moneda mundial viable, controlada por banqueros, como no, pronto amanecerá en el horizonte en forma de canasta llena de divisas y circulando de modo enteramente desmaterializado.
No me pararé aquí en detallar la estafa bancaria original - ya que su desarrollo ocuparía demasiado tiempo - que consistió en identificar la moneda con un bien material (al principio un metal precioso) en el comercio. Es toda una historia que relato en mi libro, coescrito por el banquero Jean Rémy, titulado "Du nouvel esprit des lois et de la monnaie", (Del nuevo espíritu de las leyes y de la moneda), publicado en junio de 2017 en las ediciones Sigest.
Añadiré que el fin del dólar como moneda internacional es la condición sine qua non para el advenimiento de una moneda mundial viable, al menos según los criterios de funcionamiento económicos y monetarios impuestos por los banqueros internacionales. Pero el fin del dólar como moneda internacional supone el fin de la hegemonía del imperio americano. Por lo tanto, no cuesta entender que ciertos miembros importantes en la toma de decisiones en este imperio se hayan opuestos violentamente, y siguen oponiéndose violentamente, a este proyecto que acabará con la desaparición de su situación privilegiada. Esta parte de los dirigentes estadounidenses que se rebelan podría calificarse de patriotas, se trata de gente que estaba abiertamente implicada en la dominación del mundo por parte de Estados Unidos. En el lado opuesto, estos dirigentes tienen enemigos internos de lo más afanados, los globalistas apátridas, cuya cabeza se ubica en la City of London, y que obran por detrás de la cortina para el advenimiento de un gobierno mundial, el cual implica la desaparición del imperio de los EE.UU.
Esta distinción, esencial para una buena comprensión de las cosas, entre dirigentes patriotas y dirigentes apátridas, también existe en China y en Rusia donde, por ejemplo, el gobierno civil parece estar dirigido por los partidarios de los globalistas apátridas mientras que la armada parece estar en manos de los dirigentes patriotas, Putin ejerciendo de unión entre las dos facciones opuestas. Respecto a China, hay que recordar la considerable limpieza que tuvo lugar durante años, incluso en las más altas instancias del liderazgo, para purgar el aparato de estado de las élites compradoras*, las cuales pueden ser ligadas con los dirigentes apátridas con sede en la City of London. Esta oposición entre dirigentes patriotas y dirigentes compradores existe legalmente en países como Irán.
Así que en esta lucha de naturaleza geopolítica, estructurada alrededor de cuestiones jurídicas de organización del circuito de mando, nada me parece haberse cumplido, ni por un campo, ni por el otro. Sin embargo, es posible idear una previsión según la cual la victoria sería abrumadora para los patriotas, a condición de que estos últimos se alíen con su población y no intenten dominarla, tal y como se lo inculcaron sus antiguos aliados compradores.
Nada podría resistir una alianza entre dirigentes patriotas y poblaciones locales. Precisamente es esta alianza que las potencias globalistas temen. Démonos cuenta cómo las medidas restrictivas de libertad ordenadas por los diferentes gobiernos en la lucha contra la propagación del coronavirus tropiezan con esta alianza natural que aseguraría el éxito de los patriotas sobre los globalistas. Se ve que las cosas no son así de simple..., decididamente esta "pandemia del coronavirus" llega justo en el momento oportuno para sostener la estrategia de los globalistas que pasaban por una situación desfavorecedora...
Por otro lado, esta pandemia permite unas aperturas inesperadas en el cuestionamiento general de la estrategia globalista. Siempre y cuando se tenga el valor de agarrar esta oportunidad. Acabo mi exposición diciendo que a esta hora, las cartas se encuentran en manos de las poblaciones civiles: por fin tienen la posibilidad, fenómeno único en la historia, de recuperar su destino; lo que significa, con precisión exacta, que tienen la posibilidad de reinstaurar gobiernos políticos en lugar de las sustituciones actuales que se encuentran íntegramente en manos de potencias financieras. Los pueblos tendrán lo que se merecen: si aceptan tomar las riendas, - a cambio de un poco de valor - cosecharán frutos extremadamente benéficos... ¿pero, estarán de acuerdo? Esa es la pregunta... Aprovecho este texto para rendir homenajes al trabajo de estructuración político hecho por los Chalecos Amarillos constituyentes, en Francia, quienes se anticiparon y realmente comprendieron esta problemática de fondo.
Finalmente, las leyes naturales, tan odiadas por los globalistas, recuperan la ventaja y las cosas volverán a estabilizarse: o bien luchamos colectivamente para sobrevivir colectivamente, o no luchamos colectivamente y será el fin de la civilización y de la libertad, incluyendo la de vivir y morir.
*comprador : En un país en vía de desarrollo, miembro de la burguesía que se enriquece mediante el comercio con el extranjero.
(Francia) - En pleno corazón de una crisis mundial inédita por su envergadura, Strategika le ofrece los puntos de vista de analistas y pensadores reconocidos en su campo de especialización.. Les hemos planteado preguntas sobre los diferentes aspectos de esta auténtica crisis de la civilización y sus repercusiones políticas, geopolíticas y sociales.
La primera en atendernos es Valérie Bugault.
Valérie Bugault es doctora en derecho privado de la universidad Pantheón-Sorbona, y abogada. A partir del 2009, dejó sus actividades como abogada para dedicarse a la difusión pública del resultado de sus numerosos trabajos de investigación. Hoy es analista en geopolítica (económica, jurídica y monetaria) y oradora. Sus asignaturas de investigación abarcan las instituciones - nacionales e internacionales - la moneda, la empresa, el derecho y el funcionamiento de la economía global. Es autora de cuatro libros, recientemente publicados en las ediciones Sigest:Strategika - Dependiendo de las fuentes de información disponibles o las opiniones de los profesionales de la salud, muchos son los elementos contradictorios. ¿Cuál es la verdadera realidad de esta pandemia en su opinión?
- "Du nouvel esprit des lois et de la monnaie'', (Sobre el nuevo espíritu de las leyes y las monedas), con la participación de Juan Rémy, publicado en junio 2017
- "La nouvelle entreprise", (La nueva empresa), publicado en julio 2018
- "Les raisons cachées du désordre mondial", (Los motivos ocultos del desorden mundial), colección de artículos publicados el 30 de marzo 2019
- "Demain dès l'aube... le renouveau", (Mañana en cuanto amanezca....la renovación), publicado en septiembre 2019
VB: Expresado muy acertadamente por nuestro amigo Lucien Cerise, hay que distinguir entre la realidad sensible en el mundo real y la narración de los hechos propagados.
Aquí figura su declaración literal:
'En Francia, y más extensivamente en Occidente, la crisis sanitaria del coronavirus presenta un caso práctico de ingeniería social y de gobernanza a través del caos. Nos encontramos con la misma estructura que la "amenaza terrorista": una mezcla de realidad y ficción combinada con dos estratagemas bien conocidas: 1) el bombero pirómano, y 2) el triángulo de Karpman. Sobre la mezcla ficticia/real, subrayada en su último libro por el profesor Raoult, un discípulo ocasional de Jean Baudrillard, los partidarios de "todo es real" están equivocados y los partidarios de "todo es ficticio" están equivocados. Ejemplo: el que la versión oficial del coronavirus sea falsa no implica la ausencia de la epidemia; en la misma línea, el que la versión oficial sobre los atentados terroristas sea falsa no implica que no hubo atentados terroristas. Ciertos eventos tienen lugar, es la explicación narrativa la que es errónea, no los eventos en sí. El análisis de la crisis actual también revela la aplicación de las técnicas del bombero pirómano y del triángulo de Karpman, refiriéndome al juego de los papeles de verdugo/víctima/salvador. El poder facilita la instalación de la situación de crisis, incluso ayuda en su instalación, voluntariamente o involuntariamente. En la realidad, el poder ocuparía el lugar del pirómano, es decir del verdugo. Y una vez instalada la crisis y puesta en marcha, el poder se presenta como el salvador, el que nos va a salvar de la crisis que él mismo ha fomentado furtivamente, del mismo modo que un bombero apagaría el incendio después de haberlo provocado discretamente.'Nos enfrentamos a una especie de disonancia cognitiva global porque los fenómenos a los que nos vemos confrontados reciben una o varias explicaciones oficiales parciales (en el mejor de los casos), contradictorias y/o erróneas que impiden el acceso intelectual al conjunto del fenómeno. En realidad, la metodología aplicada a lo largo de la cobertura de esta crisis del coronavirus es similar a la que nos suelen imponer en la orientación de los procesos intelectuales: una secuenciación (ya que esta palabra se ha puesto de moda) o un desmigajamiento de los conocimientos, una especie de fordismo aplicado a cualquier tipo de conocimiento. A esto se añade otro fenómeno de desmigajamiento y de aislamiento de las poblaciones: el personal de la salud prácticamente no frecuenta ninguna otra área de conocimiento que no sea la suya, confinándose cada uno en la demarcación de su prado particular que genera el tipo mismo de organización existente en nuestra sociedad. Así pues, las experiencias y las vidas de algunos son casi herméticas a las experiencias y las vidas de otros, siendo su único punto de contacto su forma de consumir (directa o indirectamente).
Así que nos llegan noticias del cuerpo médico, otras de organizaciones internacionales, o de diferentes países del mundo. Ciertas fuentes de informaciones son inherentes a la estructuración de nuestro gobierno particular (decreto, leyes...), sin olvidar las fuentes de informaciones de los medios llamados independientes que contradicen parcialmente o totalmente las fuentes precedentes...
Finalmente, para aclarar la situación es necesario y también basta con volver a instituir el orden, es decir que hay que jerarquizar y contextualizar los fenómenos; a condición de que esta jerarquización sea la pertinente.
Por orden hemos observado: la aparición poco preparada de un virus en China, un país que está familiarizado históricamente con esta tipología de virus. Luego, una serie de noticias alarmistas cayendo como hecatombes. Luego, como era de esperar, el virus se despliega en la superficie del globo mientras nos enteramos de que el banco mundial (que ya no represento) había previsto desde el 2017 'bonos específicos para las pandemias'. A continuación, una letanía de países afectados y el confinamiento de gran número de poblaciones para contrarrestar la propagación de dicho virus, supuestamente. Mientras tanto, los 'muertos' se multiplican y los servicios hospitalarios luchan con la avalancha de personas pendientes de pruebas o del tratamiento.
El panorama al que estamos asistiendo ocurre dentro de un contexto geopolítico muy particular donde la potencia económica china, la cual ha alcanzado su plena madurez en la actualidad, se ha aliado con la potencia militar rusa en una lucha contra la hegemonía estadounidense y compañía.
Sin embargo, lo esencial no está revelado en este cuadro: desde el principio del siglo veinte, los EE.UU y sus aliados ya no son gobernados por lo que describiría como un fenómeno político defensor del interés común, sino que ha sido sustituido por un cartel de empresas dirigidas por los principales bancos globales de inversión ubicados en su cuartel general, desde Oliver Cromwell, hasta la City of London. En realidad, los estados occidentales han dejado de existir, ya que fueron privatizados cuando el control de sus monedas cayó en manos de bancos privados, lo que explica, en Europa, la aparición de instituciones europeas, las cuales no son sino la formalización política de esta captura de las normas de organización de los pueblos por parte de intereses privados.
Si nos paramos un instante para apreciar el conjunto de estos elementos, el cuadro que se va dibujando resulta bastante evidente.
En este cuadro, por un lado surge un virus muy contagioso que se vuelve peligroso cuando se fija en los pulmones y las vías respiratorias. Cuando los pacientes llegan a este estado apenas tienen el virus en el cuerpo y el tratamiento preconizado por el profesor Didier Raoult resulta inútil, de acuerdo con sus propias declaraciones. Excepto en los casos de complicaciones que no serían tan raros como lo parece, dicho virus es relativamente anodino, provoca síntomas más o menos molestos, pero sin poner en juego el pronóstico vital de los pacientes infectados. Didier Raoult, profesor de francés y especialista con reputación mundial en virología e infectología, ha emitido hipótesis de trabajo que fueron confirmadas por aquellos especialistas chinos que tuvieron que tratar el virus, así como por un profesor senegalés (Pr. Seydi), quien tuvo que afrontar el virus del Ébola, siendo él mismo una autoridad reconocida dentro de su dominio. El tratamiento preconizado no es caro (ya que las patentes muy antiguas cayeron en manos del dominio público); no es eficaz al cien por cien, dependiendo del retraso o no con el que se administra. Esencialmente, esto es lo que nos incumbe recordar.
Por otro lado del cuadro, están los médicos a sueldo (la más aplaudida del momento es la sulfurosa Karine Lacombe que está desatando el furor en los grandes medios a la vez que se embolsa los generosos beneficios de los lobbies farmacéuticos) así como del aparato estatal al completo y los cuerpos constituidos (Insem...), todos ellos relacionados de un modo u otro con los lobbies farmacéuticos que se han juntado en la mesa para descalificar los trabajos de las eminencias especialistas descritas más arriba. Sin olvidarnos de la campaña presidencial de Macron parcialmente financiada por el Big Pharma.
Además, con el fin de evitar una enumeración que sería muy larga, no hago más que esbozar todas las decisiones políticas actuales que chocan abiertamente con el objetivo oficial de contención de la epidemia, como es el caso de la clasificación al principio del 2020 de un medicamento contra substancias venenosas al alcance de cualquiera que lo necesitara desde hace décadas, o del rechazo en la concesión de test para la detección de la infección por coronavirus, además del rechazo a la ayuda propuesta por industriales para la fabricación de respiradores... Añadámosle a todo esto, completando así la visión de este espectáculo, la desconstrucción metódica del servicio de la salud pública, pasando por la liquidación de las existencias de camas y de personal hospitalario que no han hecho más que agravarse desde la presidencia de Sarkozy.
¡Es así como esta crisis sanitaria va desvelando los verdaderos actores políticos escondidos detrás de los oropeles estatales! Hoy con mayor perspectiva que ayer, percibimos cómo al Estado le atan intereses privados que defienden medicamentos muy costosos, incluso poco eficientes, mientras llegue la futura vacuna obligatoria. En la primera posición, se sitúan los inventores de la pólvora para ganarse los contratos públicos y privados de los pedidos masivos de vacunas: ¡Johnson & Johnson estaba anunciando el 31 de marzo que estaba listo para testar su primera vacuna a partir de septiembre 2020, ni más ni menos! Por supuesto, otros laboratorios compiten por embolsarse el generoso bote de la futura vacuna...
Sin embargo, conviene saber dos cosas. Lo primero es que todas las vacunas fabricadas a toda velocidad revelaron ser de escasa eficacia, y hasta peligrosa para la salud humana. En segundo lugar, una vacuna contra el virus que pudiera ser hipotéticamente mutante, como es el caso del coronavirus, tiene escasa probabilidad de ser eficaz. Este problema se agrava por el hecho de que la enfermedad del Covid-19 suscita dudas acerca de las diferentes cepas, subdividiéndose una de ellas en varias variantes.
Concluyendo, si los poderes públicos quisieran realmente detener la epidemia, decidirían tratar al mayor número posible de personas, y con un coste lo más económico posible, no faltaría más, tal y como lo preconiza el Dr. Raoult y otros grandes especialistas del mundo entero. Este criterio del tratamiento médico preventivo masivo es la mejor forma de medir con exactitud la honestidad del gobierno francés.
Dicho de otro modo, si el gobierno fuera honrado, no optaría por la actual opción dilatoria que consiste en colocar todos los obstáculos imaginables para que la gente no reciba un tratamiento masivo, tal y como lo recomienda el Dr. Raoult; mientras las medidas de confinamiento dirigidas a las poblaciones locales más estandarizadas se están volviendo cada vez más rigurosas, las poblaciones rebeldes ubicadas en zonas sin leyes junto con los campos de inmigrantes son excluidos de dichas medidas.
Por otra parte, fijémonos cómo el gobierno francés, bajo la recomendación de la ONU, ha vaciado masivamente y prematuramente las cárceles de prisioneros de derecho común (lo que los profesionales de la magistratura comunicaron de forma oficial), al tiempo que castigará so pena de encarcelamiento a los delincuentes multirreincidentes que hayan excedido el tiempo permitido en sus paseos cotidianos, y a los que hayan sobrepasado su perímetro de paseo autorizado, o que hayan olvidado su autorización para circular...
Dos cosas muy evidentes:
- Que la voluntad exhibida para proteger a las poblaciones oculta una voluntad astuta que busca provocar estados de choque y controlar a las poblaciones de forma masiva.
- Que la anarquía social en curso de desarrollo está siendo concienzudamente organizada por los mismísimos poderes públicos, so falso pretexto de eliminar una epidemia.
¿Va esta pandemia a forzar a la humanidad a dotarse de un gobierno mundial tal y como lo anunciaba Jacques Attali cuando se declaró la pandemia de la gripe A en 2009? Quedándonos en el 2009, Jacques Attali explicaba que "la historia nos enseña que la humanidad sólo evoluciona significativamente ante un gran pavor". ¿Qué le inspira esta idea?
VB: Efectivamente, hay múltiples informaciones que apuntan a que la existencia de una pandemia fue prevista, por no decir esperada, por un cierto número de instituciones y de personajes, que cito sin orden específico, encabezado por la Fundación Bill y Melinde Gates, el centro John Hopkins para la seguridad sanitaria, el foro económico mundial, la OMS, el Banco Mundial, Jacques Attali, la revista "The Economist" (en los años 2019 y 2020)... Con el británico Gordon Brown que apela abiertamente a la constitución de un gobierno mundial para enfrentarse a esta pandemia del coronavirus.
Por lo tanto, nos estamos enfrentando a nivel global o mundial, si lo prefiere, a una situación inédita, históricamente hablando, en la cual un grupo reducido de gente, escondido detrás del anonimato de capitales e instituciones internacionales y gestionados por algunos banqueros privados, se dedica a organizar conmociones o se aprovechan de las conmociones para empujar su agenda global de toma del control político mundial mediante la institución de un 'gobierno mundial".
Para poder llevar a cabo dicho gobierno mundial, es necesario haber desarrollado antes en las personas en general, y en los dirigentes políticos en particular, el sentimiento de la urgencia de una regulación de los eventos a escala global. Efectivamente, una pandemia es el fenómeno que mejor cumple este tipo de necesidad. Desde el mismo principio, podemos y debemos sospechar una manipulación.
Además, es cada vez más evidente que este coronavirus resulta de la combinación, ayuda, de dos virus naturales, combinación que por desgracia se habría escapado de uno o varios laboratorios. Probablemente no sepamos nunca cómo se desarrollaron los verdaderos eventos que acabaron con la diseminación de este tipo de virus.
En segundo lugar, y debido a la homogeneización de la respuesta política a esta crisis sanitaria por parte de los diferentes países, es absolutamente necesario que los ciudadanos víctimas agudicen su vigilancia y estén en guardia, ya que la manipulación se hace evidente en el contexto de la privatización generalizada de los Estados.
Sin embargo, no insistiremos nunca lo suficiente sobre la imperiosa necesidad de hacer uso de la discriminación ante las informaciones recibidas. Así, a título personal, no pienso que haya que comparar la respuesta política china con la respuesta política de los países europeos.
Por un lado, no hay que olvidar que China, actual oponente victorioso ante la hegemonía económica del bloque occidental bajo la égida de la OTAN, fue el primer país en padecer este virus.
Por otro lado, los dirigentes chinos incriminaron públicamente a los GI estadounidenses por la propagación del virus en su territorio.
Finalmente, hay que acordarse de dos eventos extremadamente importantes que se produjeron en los EE.UU a lo largo del 2019 y que son muy fáciles de correlacionar:
Les culparon de una especie de epidemia pulmonar grave a dos fabricantes de cigarrillos electrónicos y un laboratorio (Fort Detrick) tuvo que cerrar motivado por una fuga durante del verano del 2019, (dicho sea de paso, Trump acaba de ordenar su reapertura para luchar contra el coronavirus). Resulta bastante sencillo imaginarnos las consecuencias de esta fuga de material bacteriológico, voluntario o no (nunca lo sabremos), endosada artificialmente por el poderoso lobby del tabaco - lo que le facilitó la eliminación de un competidor inofensivo en sus debuts, pero que representa una amenaza (la industria del cigarrillo electrónico) - con la bendición de las instancias gubernamentales a las que les fueron ahorradas el tener que dar explicaciones públicamente.
Además, es importante no olvidar que los gobiernos oficiales están privatizados, aunque en este caso el personal trabajando diariamente en estas estructuras no tiene por qué estar corrompido. Por este motivo, casos de fuga bacteriológica procedente de un laboratorio secreto no nos asegura que esta fuga haya sido voluntaria; algunos infiltrados siguiendo órdenes directas de poderes financieros muy bien pudieron organizar estas fugas a espaldas de sus colegas.
También quisiera volver al tema de la existencia de laboratorios secretos dedicados a la investigación bacteriológica. Hay que entender que el problema se plantea en los mismos términos que ya se ha planteado en materia de armas nucleares: son muchos los países que tienen a su disposición este tipo de laboratorios sin que implique una cuestión de utilización con fines ofensivos. Del mismo modo, muchos países disponían y disponen de armas nucleares, mientras que sólo unos pocos las utilizaron con fines bélicos. Ya estamos al tanto desde hace mucho de la propensión de las potencias anglosajonas y de sus afiliados de atacar a las poblaciones civiles, las cuales, a decir la verdad, no tienen importancia alguna a los ojos de dichas potencias, quienes las consideran superpobladas (vean los Georgia Guidestones, los trabajos del "Club de Roma", y los de todos sus descendientes).
Hasta donde sé, la potencia china nunca utilizó de modo bélico la bomba nuclear, ni tampoco cualquier otra arma de destrucción masiva. Por lo contrario, los EE.UU, y sus afiliados, nos han dado todas las pruebas de su capacidad para utilizar este tipo de armas, particularmente en contra de las poblaciones civiles (algo que se ha convertido en su especialidad).
Una vez dadas las explicaciones necesarias para situarnos en el contexto adecuado, su primera pregunta puede ser contestada.
De hecho, el confinamiento de personas sanas hace que las economías de los países se detengan repentinamente. Dependiendo de la duración del confinamiento, estos países, sobre todo cuando están endeudados, encontrarán muy difícil recuperarse. Esta recuperación tendrá que ir acompañada, obviamente, de una revisión de su funcionamiento interno. Además, los tan cacareados beneficios de la globalización económica, que ha hecho a cada país dependiente de los demás, también se ven negados por esta crisis sanitaria, que hace visible la extrema indigencia industrial de los llamados países desarrollados, que ya no son autosuficientes en nada. De hecho, podemos deducir con seguridad que habrá un "antes de la crisis del coronavirus" y un "después de la crisis del coronavirus".
Colectivamente, nos encontramos en un punto de inflexión, y las cosas pueden cambiar, dependiendo de la capacidad de reacción de los ciudadanos, ya sea en el sentido de una plena globalización con un gobierno mundial, ya sea en la reconducción política para que los ciudadanos retomen el control político de sus países.
Strategika - ¿Cómo concibe la evolución de la pandemia y sus consecuencias políticas y sociales en las próximas semanas y los meses venideros?
VB: Una de dos, o bien los ciudadanos ceden ante el miedo, o van a reflexionar y entenderán que el miedo está siendo mantenido de forma controlada por sus dirigentes que toman todas las decisiones posibles para que el coronavirus se propague con toda tranquilidad, o más bien, con toda la facilidad del mundo. Es así como niegan a sus poblaciones el aceso a los cuidados y los medicamentos útiles para la contención del proceso de contaminación mientras envían a la gente al confinamiento por un tiempo lo suficientemente largo como para conseguir la imposición de una futura vacuna milagrosa - aquí se trata de la puesta en marcha de "la esclavitud voluntaria". Esta vacuna, a parte de su precio financiero, sin duda contendrá sales de aluminio (que se ha convertido en el aditivo obligatorio), de ARN mensajeros (que facilitarán llevar a cabo, in vivo y a gran escala, experiencias genéticas sobre el genoma humano), y especialmente chips RFID, lo que permitirá que cada cual reciba sus remuneraciones y tener acceso a su cuenta bancaria.
Estas etapas de la vacuna obligatoria serán absolutamente decisivas para asegurarles a los globalistas (banqueros, big pharma y consortes) el control directo sobre las poblaciones. Por lo tanto, cada persona tendrá que obedecer so pena de que le retiren el acceso a todos sus medios de subsistencia. Debido al desmoronamiento económico, podemos temer que los medios de subsistencias no estén en última instancia relacionados en modo alguno con un trabajo individual productivo sino más bien con un subsidio universal entregado por el estado fantasmal bajo las únicas órdenes de los poderes financieros.
Strategika - ¿Existe una salida política a la situación que acaba de describir, y qué forma podría tomar en su opinión?
VB: Hay que partir del principio natural de que cada problema tiene una solución a la condición exclusiva de estar bien formulada. En este caso, claro que existen salidas políticas en el sentido propio del término. Dicho de otra modo, sólo una reanudación política de la organización de los Estados por sus nacionales conseguirá una apertura favorable a las poblaciones. En caso contrario, asistiremos al cambio general ansiado por la oligarquía supranacional hacia un gobierno mundial en manos de potencias financieras, mientras las poblaciones estarán condenadas a ser altamente reducidas para luego ser sometidas a la esclavitud, para la parte que hayan conseguido sobrevivir.
En mis trabajos he explicado cómo la sociedad podría reorganizarse para convertirse en algo realmente político, es decir para que los nacionales de los Estados puedan ser actores con pleno derecho sobre las decisiones políticas de sus países. Basta con consultar la parte "La renovación institucional" (en francés) cita a partir de la página 278 de mi obra "Las razones ocultas del desorden mundial", (en francés), publicada en marzo 2019 en las ediciones Sigest. No volveré a tocar aquí este tema que requiere de desarrollos demasiado extensivos. ¿Podrían estos desarrollos dar lugar a una nueva entrevista para Strategika?
Strategika - ¿Cómo relaciona usted la crisis actual con su área de competencia y su campo de investigación?
VB: La verdad es que esta crisis está ligada a mis trabajos en varios aspectos. Acabo de mencionar la cuestión institucional de organización de los Estados. Pero en efecto, no es el único vínculo. El otro vínculo importante está relacionado con las evoluciones en curso de la moneda mundial.
Ya he explicado en muchísimas ocasiones que el Brexit, del cual uno se puede felicitar en apariencia, fue iniciado por los banqueros de la City con el fin de conseguir la libertad total de acción al verse librados de la opresión institucional de la UE y así poder pilotar el cambio de moneda mundial.
Tal como lo había previsto Keynes el siglo pasado, el dólar, bajo su doble función de moneda nacional y moneda mundial, no era, desde su mismo inicio, económicamente viable. Por ello su fin previsible podía ser programado. En su primera etapa tuvo su correlación con el patrón oro, mientras que en la segunda etapa, esa a la que estamos asistiendo en directo, es su correlación con el patrón del petróleo, que había sucedido al patrón oro.
Actualmente, la mayoría de los países del mundo están convencidos de la locura de querer conservar el dólar como moneda de la reserva internacional. Hasta Trump pasa a la acción, puesto que acaba de tomar medidas para fusionar la Fed y el departamento del Tesoro, teniendo por objetivo crear, basándose en el modelo del yuan y del Renmibi, dos tipos de dólares: un dólar interno y un dólar en divisa que circularía en los mercados internacionales. El reseteo monetario se acerca a pasos agigantados, desde luego. Entonces, una moneda mundial viable, controlada por banqueros, como no, pronto amanecerá en el horizonte en forma de canasta llena de divisas y circulando de modo enteramente desmaterializado.
No me pararé aquí en detallar la estafa bancaria original - ya que su desarrollo ocuparía demasiado tiempo - que consistió en identificar la moneda con un bien material (al principio un metal precioso) en el comercio. Es toda una historia que relato en mi libro, coescrito por el banquero Jean Rémy, titulado "Du nouvel esprit des lois et de la monnaie", (Del nuevo espíritu de las leyes y de la moneda), publicado en junio de 2017 en las ediciones Sigest.
Añadiré que el fin del dólar como moneda internacional es la condición sine qua non para el advenimiento de una moneda mundial viable, al menos según los criterios de funcionamiento económicos y monetarios impuestos por los banqueros internacionales. Pero el fin del dólar como moneda internacional supone el fin de la hegemonía del imperio americano. Por lo tanto, no cuesta entender que ciertos miembros importantes en la toma de decisiones en este imperio se hayan opuestos violentamente, y siguen oponiéndose violentamente, a este proyecto que acabará con la desaparición de su situación privilegiada. Esta parte de los dirigentes estadounidenses que se rebelan podría calificarse de patriotas, se trata de gente que estaba abiertamente implicada en la dominación del mundo por parte de Estados Unidos. En el lado opuesto, estos dirigentes tienen enemigos internos de lo más afanados, los globalistas apátridas, cuya cabeza se ubica en la City of London, y que obran por detrás de la cortina para el advenimiento de un gobierno mundial, el cual implica la desaparición del imperio de los EE.UU.
Esta distinción, esencial para una buena comprensión de las cosas, entre dirigentes patriotas y dirigentes apátridas, también existe en China y en Rusia donde, por ejemplo, el gobierno civil parece estar dirigido por los partidarios de los globalistas apátridas mientras que la armada parece estar en manos de los dirigentes patriotas, Putin ejerciendo de unión entre las dos facciones opuestas. Respecto a China, hay que recordar la considerable limpieza que tuvo lugar durante años, incluso en las más altas instancias del liderazgo, para purgar el aparato de estado de las élites compradoras*, las cuales pueden ser ligadas con los dirigentes apátridas con sede en la City of London. Esta oposición entre dirigentes patriotas y dirigentes compradores existe legalmente en países como Irán.
Así que en esta lucha de naturaleza geopolítica, estructurada alrededor de cuestiones jurídicas de organización del circuito de mando, nada me parece haberse cumplido, ni por un campo, ni por el otro. Sin embargo, es posible idear una previsión según la cual la victoria sería abrumadora para los patriotas, a condición de que estos últimos se alíen con su población y no intenten dominarla, tal y como se lo inculcaron sus antiguos aliados compradores.
Nada podría resistir una alianza entre dirigentes patriotas y poblaciones locales. Precisamente es esta alianza que las potencias globalistas temen. Démonos cuenta cómo las medidas restrictivas de libertad ordenadas por los diferentes gobiernos en la lucha contra la propagación del coronavirus tropiezan con esta alianza natural que aseguraría el éxito de los patriotas sobre los globalistas. Se ve que las cosas no son así de simple..., decididamente esta "pandemia del coronavirus" llega justo en el momento oportuno para sostener la estrategia de los globalistas que pasaban por una situación desfavorecedora...
Por otro lado, esta pandemia permite unas aperturas inesperadas en el cuestionamiento general de la estrategia globalista. Siempre y cuando se tenga el valor de agarrar esta oportunidad. Acabo mi exposición diciendo que a esta hora, las cartas se encuentran en manos de las poblaciones civiles: por fin tienen la posibilidad, fenómeno único en la historia, de recuperar su destino; lo que significa, con precisión exacta, que tienen la posibilidad de reinstaurar gobiernos políticos en lugar de las sustituciones actuales que se encuentran íntegramente en manos de potencias financieras. Los pueblos tendrán lo que se merecen: si aceptan tomar las riendas, - a cambio de un poco de valor - cosecharán frutos extremadamente benéficos... ¿pero, estarán de acuerdo? Esa es la pregunta... Aprovecho este texto para rendir homenajes al trabajo de estructuración político hecho por los Chalecos Amarillos constituyentes, en Francia, quienes se anticiparon y realmente comprendieron esta problemática de fondo.
Finalmente, las leyes naturales, tan odiadas por los globalistas, recuperan la ventaja y las cosas volverán a estabilizarse: o bien luchamos colectivamente para sobrevivir colectivamente, o no luchamos colectivamente y será el fin de la civilización y de la libertad, incluyendo la de vivir y morir.
*comprador : En un país en vía de desarrollo, miembro de la burguesía que se enriquece mediante el comercio con el extranjero.
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