lunes, 26 de noviembre de 2012

Criminales con mando y protección

Criminales con mando y protección
Pablo Hiriart
 
El pleito entre las principales dependencias encargadas de la seguridad pública en el país tiene arreglo rápido: cambiar a los jefes. Pero sacar a los criminales que anidan en esas corporaciones es un reto urgente y monumental.
Tanto en la Procuraduría General de la República como en la Secretaría de Seguridad Pública Federal operan bandas delictivas con protección de altos funcionarios.
Por el valiente y acucioso trabajo reporteril de Carlos Jiménez en este diario, fue posible conocer que la —en su momento— muy sonada y festejada detención de capos colombianos en la colonia Country Club, en posesión de casi 50 kilos de cocaína, fue una pantomima criminal.
La cocaína, según los análisis posteriores, era “jabón” y en la casa habitada por los colombianos había un maletín con dólares que fue robado por el personal de la PGR que realizó el operativo.
Los colombianos quedaron en libertad al comprobarse que la cocaína no era tal, pero el informante del periodista Jiménez —quien le reveló el robo del maletín con dólares— fue asesinado en días pasados en el Distrito Federal.
Igual suerte corrieron los otros colombianos que vivían en esa casa cateada por la PGR: fueron ejecutados cuando recobraron su libertad.
Tales asesinatos se dieron para callarlos, luego del robo del dinero y la “transformación” de la cocaína en jabón.
En esas manos estamos. Y en esas manos vamos a quedar. De dar miedo, cómo no.
La otra gran corporación de seguridad, la Policía Federal de la SSP, está inquieta porque tiene en la cárcel a una catorcena de sus elementos que iban a matar a dos agentes de la CIA y a un marino mexicano cuando éstos se dirigían a un campo de tiro en el estado de Morelos.
Para la PGR —y para un juez— no hay duda de que esos policías federales actuaron con propósitos homicidas en Tres Marías, vestidos de civil y con vehículos particulares.
¿Por qué desde la gran corporación de seguridad creada en estos años, se iba a matar a oficiales de inteligencia de Estados Unidos?
Hasta ahora los miembros de la Policía Federal han recibido protección de sus altos mandos. ¿Por qué? ¿Porque son inocentes y la PGR los quiere encarcelar por capricho?
No sabemos en qué manos estamos, y lo que se percibe es que el crimen organizado trae charola y apoyo político de las principales dependencias federales.
Seguramente ahí está la explicación del contundente resultado de la encuesta de Consulta Mitofsky-México Unido contra la Delincuencia: ocho de cada 10 mexicanos opinan que la inseguridad es peor ahora que hace seis años.
Esto no va a desaparecer el sábado 1 de diciembre. La pesadilla seguirá entre nosotros porque ellos están ahí.

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