GDF lucra con Ecobici; es un negocio publicitario
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La empresa que opera el plan ciclista cuenta con autorización en espacios privilegiados para colocar mobiliario con anuncios
Cintya Contreras / Fotos: Claudia Aréchiga y Arturo Páramo- 1
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La
publicidad relacionada con Ecobici son los llamados relojes de altura,
que fueron desplegados por toda la ciudad y por la cual el GDF pagó a
Clear Channel 75 millones de pesos.
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de noviembre.- El programa de transporte individual Ecobici es la pantalla de
una serie de negocios en materia publicitaria entre el Gobierno del
Distrito Federal (GDF) y la empresa Clear Channel Outdoor México (CCOM).
Esta firma, que diseñó el sistema con el que opera el programa de bicicletas públicas, se ha beneficiado con la autorización privilegiada de espacios para colocar mobiliario con anuncios.
Una de las modalidades utilizadas en este esquema publicitario son los llamados relojes de altura, de los cuales se desplegaron 150 en la Fase 1 de 2010. Por ese concepto el gobierno capitalino pagó 75 millones de pesos a CCOM, firma que ha obtenido un ingreso anual de 35 millones.
A cambio, la empresa debería pagar mensualmente a la Secretaría de Medio Ambiente 345 mil pesos, de cuyo ingreso no hay registro en la dependencia.
“Clear Channel obtuvo publicidad muy fácil, brincándose todas las normativas que se pudieran haber estipulado mediante el convenio con Ecobici”, acusó Juan Carlos Zárraga, ex asambleísta del PAN.
Ecobici sólo una máscara, un negocio sobre ruedas
Negocios en el ramo publicitario se esconden tras el sistema de movilidad del GDF, a cargo de Marcelo Ebrard.
El programa de transporte individual Ecobici, pese a ser una opción de movilidad no contaminante en la ciudad, resultó la pantalla de una serie de negocios en materia publicitaria entre el Gobierno del DF y la empresa Clear Channel Outdoor México (CCOM).
Dicha empresa, a la cual le fue adjudicado el contrato de compra de las bicicletas y que diseñó el sistema bajo el cual operan las bicicletas públicas, es una agencia de manejo de publicidad que desde hace más de tres años se ha beneficiado con la autorización privilegiada de espacios para colocar mobiliario con anuncios incluidos en la capital.
Los relacionados con Ecobici son los llamados relojes de altura, que son 150 y fueron desplegados por toda la ciudad tan sólo en la Fase I, que arrancó en marzo de 2010 y por la cual el GDF pagó a CCOM la cantidad de 75 millones de pesos, significando para la empresa un ingreso anual de 35 millones de pesos.
La contraprestación de Ecobici por la publicidad a través de los relojes de altura implicaría para el gobierno capitalino, vía la Secretaría de Medio Ambiente, el pago mensual de 345 mil pesos, los cuales no se han reportado en los ingresos de la dependencia desde entonces.
Al respecto, Juan Carlos Zárraga, ex diputado del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, expuso que desde que se anunció el proyecto, en la V Legislatura, solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente local conocer a fondo los contratos, ya que percibía una operación poco transparente en la que la cantidad de recursos a desembolsar y recuperar no era clara.
“Recuerdo que en ese entonces, durante al menos dos meses, se solicitaron los contratos mediante puntos de acuerdo y la titular de Medio Ambiente, Martha Delgado, nunca respondió al respecto. El contrato nunca se transparentó porque no les convenía”, señaló el ex legislador en entrevista.
También explicó que la negociación del GDF con el CCOM ocurrió mientras se discutían reformas a la Ley de Publicidad Exterior, por lo que la empresa obtuvo privilegios que con el nuevo marco jurídico no hubiera obtenido.
“Clear Channel obtuvo publicidad muy fácil, brincándose todas las normativas que se pudieran haber estipulado mediante el convenio con Ecobici; eso es lo que llama la atención, eso demuestra que el gobierno buscó beneficiar a la empresa”, señaló.
Según la Dirección General de Patrimonio Inmobiliario, los elementos publicitarios que administra Clear Channel operan con los llamados PATR (Permiso Administrativo Temporal Revocable) los cuales otorgó el gobierno local con una vigencia de diez años, pese a que nunca se informó de esto oficialmente.
La expansión acelerada del sistema Ecobici, si bien beneficia a muchos usuarios pues tiene nuevas rutas de uso, también significa la consolidación del negocio que durante los últimos tres años resultó fructífero para el gobierno local.
Muestra de ello es que por la expansión de las Fases II y III (esta última se pondrá en marcha esta misma semana como parte del cierre de trabajos de la actual administración) se ampliaron los permisos administrativos para ocho pantallas luminosas de publicidad, por las cuales se estima un ingreso anual de 31.3 millones de pesos, con la respectiva comisión a la dependencia local.
Bajo este estimado de ganancias en los diez años que Clear Channel Outdoor México logró ligar el contrato de contraprestación, podría ser de más de 663 millones de pesos, tan sólo como resultado del apoyo y bajos precios ofrecidos a la autoridad capitalina en la compra y operación de todo lo que implica Ecobici.
Gestión de Ebrard, “opaca”
“Aparte de poner su publicidad ventajosa al amparo de la nueva ley, la empresa tiene que darle algún beneficio al gobierno de la ciudad; lo lamentable es que, como no se hizo público el monto de las operaciones, sabemos que ha ingresado dinero, pero no se sabe cuánto exactamente, cuándo y en qué se ha usado; esta es otra muestra de la opacidad del gobierno de Marcelo Ebrard”, refirió el panista.
En otras ciudades del mundo en donde operan sistemas de bicicleta pública como en el DF, tales como París, Londres o Nueva York, éstas se costean con la contraprestación de publicidad exterior, pero en el caso del DF no se permitió que el servicio fuera comercializado en su totalidad, o al menos no lograron concretarlo en esta administración. Por lo anterior cedieron a la empresa otras opciones para que su ganancia no se perdiera, aunque esto significa una competencia desleal en el ámbito de la publicidad exterior en la capital del país.
El GDF argumenta que prefirieron mantener en su poder la operación total del sistema, pese a que se subsidia al menos 70 por ciento del gasto que implica su operación total, ya que son insuficientes los 400 pesos que paga al año cada usuario, y dejar el sistema como un legado en materia de transporte, tal como el Metro.
2012-11-26 02:37:00
Esta firma, que diseñó el sistema con el que opera el programa de bicicletas públicas, se ha beneficiado con la autorización privilegiada de espacios para colocar mobiliario con anuncios.
Una de las modalidades utilizadas en este esquema publicitario son los llamados relojes de altura, de los cuales se desplegaron 150 en la Fase 1 de 2010. Por ese concepto el gobierno capitalino pagó 75 millones de pesos a CCOM, firma que ha obtenido un ingreso anual de 35 millones.
A cambio, la empresa debería pagar mensualmente a la Secretaría de Medio Ambiente 345 mil pesos, de cuyo ingreso no hay registro en la dependencia.
“Clear Channel obtuvo publicidad muy fácil, brincándose todas las normativas que se pudieran haber estipulado mediante el convenio con Ecobici”, acusó Juan Carlos Zárraga, ex asambleísta del PAN.
Ecobici sólo una máscara, un negocio sobre ruedas
Negocios en el ramo publicitario se esconden tras el sistema de movilidad del GDF, a cargo de Marcelo Ebrard.
El programa de transporte individual Ecobici, pese a ser una opción de movilidad no contaminante en la ciudad, resultó la pantalla de una serie de negocios en materia publicitaria entre el Gobierno del DF y la empresa Clear Channel Outdoor México (CCOM).
Dicha empresa, a la cual le fue adjudicado el contrato de compra de las bicicletas y que diseñó el sistema bajo el cual operan las bicicletas públicas, es una agencia de manejo de publicidad que desde hace más de tres años se ha beneficiado con la autorización privilegiada de espacios para colocar mobiliario con anuncios incluidos en la capital.
Los relacionados con Ecobici son los llamados relojes de altura, que son 150 y fueron desplegados por toda la ciudad tan sólo en la Fase I, que arrancó en marzo de 2010 y por la cual el GDF pagó a CCOM la cantidad de 75 millones de pesos, significando para la empresa un ingreso anual de 35 millones de pesos.
La contraprestación de Ecobici por la publicidad a través de los relojes de altura implicaría para el gobierno capitalino, vía la Secretaría de Medio Ambiente, el pago mensual de 345 mil pesos, los cuales no se han reportado en los ingresos de la dependencia desde entonces.
Al respecto, Juan Carlos Zárraga, ex diputado del PAN en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, expuso que desde que se anunció el proyecto, en la V Legislatura, solicitó a la Secretaría de Medio Ambiente local conocer a fondo los contratos, ya que percibía una operación poco transparente en la que la cantidad de recursos a desembolsar y recuperar no era clara.
“Recuerdo que en ese entonces, durante al menos dos meses, se solicitaron los contratos mediante puntos de acuerdo y la titular de Medio Ambiente, Martha Delgado, nunca respondió al respecto. El contrato nunca se transparentó porque no les convenía”, señaló el ex legislador en entrevista.
También explicó que la negociación del GDF con el CCOM ocurrió mientras se discutían reformas a la Ley de Publicidad Exterior, por lo que la empresa obtuvo privilegios que con el nuevo marco jurídico no hubiera obtenido.
“Clear Channel obtuvo publicidad muy fácil, brincándose todas las normativas que se pudieran haber estipulado mediante el convenio con Ecobici; eso es lo que llama la atención, eso demuestra que el gobierno buscó beneficiar a la empresa”, señaló.
Según la Dirección General de Patrimonio Inmobiliario, los elementos publicitarios que administra Clear Channel operan con los llamados PATR (Permiso Administrativo Temporal Revocable) los cuales otorgó el gobierno local con una vigencia de diez años, pese a que nunca se informó de esto oficialmente.
La expansión acelerada del sistema Ecobici, si bien beneficia a muchos usuarios pues tiene nuevas rutas de uso, también significa la consolidación del negocio que durante los últimos tres años resultó fructífero para el gobierno local.
Muestra de ello es que por la expansión de las Fases II y III (esta última se pondrá en marcha esta misma semana como parte del cierre de trabajos de la actual administración) se ampliaron los permisos administrativos para ocho pantallas luminosas de publicidad, por las cuales se estima un ingreso anual de 31.3 millones de pesos, con la respectiva comisión a la dependencia local.
Bajo este estimado de ganancias en los diez años que Clear Channel Outdoor México logró ligar el contrato de contraprestación, podría ser de más de 663 millones de pesos, tan sólo como resultado del apoyo y bajos precios ofrecidos a la autoridad capitalina en la compra y operación de todo lo que implica Ecobici.
Gestión de Ebrard, “opaca”
“Aparte de poner su publicidad ventajosa al amparo de la nueva ley, la empresa tiene que darle algún beneficio al gobierno de la ciudad; lo lamentable es que, como no se hizo público el monto de las operaciones, sabemos que ha ingresado dinero, pero no se sabe cuánto exactamente, cuándo y en qué se ha usado; esta es otra muestra de la opacidad del gobierno de Marcelo Ebrard”, refirió el panista.
En otras ciudades del mundo en donde operan sistemas de bicicleta pública como en el DF, tales como París, Londres o Nueva York, éstas se costean con la contraprestación de publicidad exterior, pero en el caso del DF no se permitió que el servicio fuera comercializado en su totalidad, o al menos no lograron concretarlo en esta administración. Por lo anterior cedieron a la empresa otras opciones para que su ganancia no se perdiera, aunque esto significa una competencia desleal en el ámbito de la publicidad exterior en la capital del país.
El GDF argumenta que prefirieron mantener en su poder la operación total del sistema, pese a que se subsidia al menos 70 por ciento del gasto que implica su operación total, ya que son insuficientes los 400 pesos que paga al año cada usuario, y dejar el sistema como un legado en materia de transporte, tal como el Metro.
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