El “Bloque Negro” niega
autoría de los disturbios del sábado
Los
autonombrados movimientos anarquistas aceptan haber participado en las
manifestaciones, pero aseguran que no tienen "la capacidad para articular,
organizar o conspirar una protesta de la envergadura del 1 de diciembre"
diciembre
7, 2012
Paris
Martínez
La Alianza
Anarquista Revolucionaria –que integra a las organizaciones Bloque Negro,
Colectivo Autónomo Magonista, Coordinadora Estudiantil Anarquista, Escarlata
Revoltosa, Grupo Anarco Comunista, Grupo Bandera Negra, Juventud Libertaria y
La Llama de la Libertad– reconoció haber participado en las manifestaciones
convocadas en la capital del país por el arribo de Enrique Peña Nieto a la
presidencia de la República, pero negó contar “con la capacidad para articular,
organizar o conspirar una protesta de la envergadura del 1 de diciembre” y, por
el contrario, atribuyó las confrontaciones con la policía como un “legítimo
ejercicio de autodefensa” instrumentado por el “proletariado mexicano, que
manifestó enérgicamente su descontento con el regreso del PRI y lo que eso
representa”.
A través
de un comunicado, difundido en su página en Facebook, la también
conocida como Alianza Revolucionaria Libertaria afirmó que “las declaraciones
del Gobierno del DF, que señala abiertamente al movimiento anarquista en
general, y a ciertas organizaciones en particular (como responsables de los
disturbios), no corresponden a la realidad con la que se desarrollaron los
hechos”, lo que calificó como una táctica para “criminalizar” a estas
agrupaciones.
Pese a
ello, la Alianza Anarquista consideró que “las acciones de sabotaje y la
confrontación directa con las fuerzas policiacas” del sábado –y que según
cálculos empresariales dejaron daños por 25 millones de pesos en el Centro
Histórico del DF–, fueron “legítimas medidas de defensa que se desarrollaron en
el curso de la manifestación, de manera espontánea”, ante las agresiones de los
cuerpos de seguridad pública que, desde un inicio, lanzaron “proyectiles
metálicos de gas lacrimógeno y balas de goma que apuntaban directamente a los
manifestantes (…) y fue ante estas agresiones que los sectores sociales ahí
convocados comenzaron a desplegar tácticas de legítima autodefensa, al ir en aumento
la tensión, la rabia, la impotencia y el descontento generalizado”.
Sin
embargo, destaca el comunicado, estas acciones “en ningún momento fueron
premeditadas por los anarquistas”, en quienes las autoridades “encuentran el
chivo expiatorio ideal, al cual atribuirle el origen de los episodios
insurreccionales, desestimando y reduciendo las manifestaciones de descontento
de la clase trabajadora a simples actos de vandalismo provenientes de grupos
aislados”.
La
táctica anarquista
Los
grupos que conforman la Alianza Anarquista Revolucionaria no son colectivos
clandestinos y, por el contrario, han basado su actividad reciente en
actividades públicas (básicamente foros de debate, los más recientes en
noviembre pasado), y también abiertamente han manifestado su postura en favor
de lo que denominan formas “contundentes” de protesta.
En
septiembre pasado, durante la segunda Convención Nacional Contra la Imposición
–encuentro de grupos inconformes con el regreso del PRI a la Presidencia,
realizado en Oaxaca–, el bloque de organizaciones anarquistas presentó un
posicionamiento en el que expresaba que “no podemos seguir nuestro camino por
el sendero de la civilidad, ante la violencia del Estado”, y proponía desplegar
“la máxima cantidad de recursos que históricamente han utilizado los
movimientos sociales”.
Como
ejemplo del tipo de tácticas a emplear contra la asunción de Enrique Peña
Nieto, los anarquistas pusieron la toma de la capital oaxaqueña de 2006,
instrumentada por la APPO y la sección 22 de la CENTE, en confrontaciones
directas con la Policía Federal Preventiva, “la gesta heroica del pueblo
oaxaqueño –subrayaron– nos demostró cómo debe darse una lucha real y frontal
ante el despliegue de la fuerza y el terror del Estado. ¿Cómo pretendemos
frenar la imposición con acciones simbólicas, flores y cantos?”.
Por ello,
durante ese encuentro de organizaciones civiles, los colectivos anarquistas se
definieron “en oposición al ciudadanismo y a la civilidad que niegan el
conflicto existente en la sociedad, homogeneizando a la población y negando la
división entre explotados y explotadores”, y criticaron a otros grupos,
particular mente a #YoSoy132, “que pretenden marchar por el el sendero de la
legalidad”.
Este
viernes, a las 10:00 horas, la Alianza Anarquista Revolucionaria, junto con la
agrupación Cruz Negra Anarquista, darán una conferencia de prensa para ampliar
su postura en torno a los disturbios del sábado, y refutar las acusaciones en
su contra.
La otra
opción
El
Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, que agrupa a víctimas de la
violencia de todo el país, llamó ayer a investigar a profundidad la presunta
participación de “grupos de choque parapoliciales” en los disturbios del
sábado, y señaló que “no estamos dispuestos a permitir estas prácticas represivas
que tanto lesionaron a nuestra sociedad en años pasados”.
En un
comunicado emitido por la tarde, la agrupación civil, encabezada por el poeta
Javier Sicilia, reconoció que “la violencia estructural ha llevado a miles de
personas a una condición de desesperanza, sin embargo, pedimos a todos y todas
que sigan dando oportunidad a la paz, a la palabra y a las acciones de
resistencia no-violenta”.
Además,
el Movimiento por la Paz se sumó a la exigencia de liberación de todas las
personas detenidas durante las confrontaciones con la policía, ante las
denuncias de que se trataron de “detenciones arbitrarias cometidas no sólo
contra muchos ciudadanos que se manifestaban pacíficamente, sino también de
otros que nada tenían que ver con la protesta”.
“Nosotros
y nosotras –concluye el mensaje de las víctimas de la violencia– conocemos bien
el dolor, la rabia y la impotencia que causa la injusticia y la impunidad, por
eso, hoy abrazamos y caminamos con los y las detenidas, con las personas que
resultaron heridas y con sus familiares.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario