“El PRI cambia, o lo cambian”
A su regreso al poder en México después de doce años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) encuentra la mayor ola de violencia en el último siglo.Combatir la inseguridad es uno de los retos principales del nuevo gobierno, y para conseguirlo el presidente del PRI, César Camacho Quiroz, le dice a BBC Mundo que el camino es terminar con la impunidad.
Una ruta donde no importa involucrar a sus correligionarios. “Si alguien hizo algo la tiene que pagar”, advierte.
El presidente Enrique Peña Nieto integró en su gabinete a personajes que formaron parte de gobiernos anteriores del PRI, incluso cuando perdieron el poder en 2000. ¿Por qué ahora los mexicanos habrían de creer que el partido ha cambiado, y que no va a gobernar como en el pasado?
Se está transformando, es un partido que ha aprendido las lecciones del pasado inmediato pero también quiere reivindicar las cosas buenas que hizo a lo largo de la historia.
Como cualquier partido político su vida es de claroscuros, hay muchas cosas en su haber que son motivo de orgullo y satisfacción, y otras de las que eventualmente se tiene que arrepentir.
El PRI que ha regresado a la Presidencia de la República, porque de la política nacional nunca se ha ido, es un partido con la absoluta conciencia de que cambia, o lo cambian
Pero en los estados y municipios donde ha gobernado mucho tiempo, los políticos suelen ser los mismos, y no lo decimos nosotros sino las listas de quienes son elegidos. ¿Se puede gobernar a México, país que ustedes dicen que ya cambió, con un partido que algunos afirman es el de siempre?
No comparto su opinión de que sigue siendo el de siempre, y me someto al escrutinio para revisar si los políticos que se encuentran trabajando en los estados son los mismos de siempre.
Basta revisar que en la gubernatura del estado de Jalisco llegará alguien que debe andar en sus pocos treintas. Son políticos de nuevo cuño, de esta decisión de abrir las puertas a políticos que se han rodeado de gente con experiencia, pero que también han abierto oportunidades a políticos que quizá tienen menos experiencia pero que han acreditado preparación.
Algunos dicen que más allá de la edad de estos políticos, su forma de gobierno es muy parecida a la del PRI de toda la vida. ¿Se puede gobernar a este país con estos políticos?
En su pregunta hay una afirmación con la que no estoy de acuerdo. Hay una especie de prejuicio que a propósito de repetirse muchas veces parece convertirse en verdad, pero no es así.
Hay muchas expresiones del PRI en los estados y en los municipios. Entonces tenemos que desterrar los prejuicios y me queda claro que la manera más rotunda de desterrarlos es dando resultados, evidenciando que esas afirmaciones caen por su propio peso porque el estado de cosas imperante es distinto.
Analistas plantean que la solución a la guerra contra el narcotráfico es un pacto entre políticos, empresarios y la sociedad para abatir la impunidad. ¿El PRI estaría dispuesto a promoverlo aunque afectara a sus militantes?
En el lenguaje político de Enrique Peña Nieto estas expresiones no aparecen. Eso no significa que no admitamos como una realidad cruda el clima de inseguridad e injusticia que priva en muchos sitios.
El presidente hace sólo pocos días ha dado a conocer una serie de medidas para hacerle frente a estas cuestiones. Tienen que ver fundamentalmente con la prevención, atacar el fenómeno no en las consecuencias sino desde las causas.
Él insistió en que en lugar de buscar culpables o de mirar hacia otros ámbitos de gobierno lo que se tendría que hacer es cumplir. Para el ciudadano es el gobierno el responsable de la seguridad y la justicia.
Por encima de cualquier interés está el de la nación y el cumplimiento de la ley, de suerte que a nadie del gobierno del PRI o de su dirigencia le preocupa si este tipo de acciones afectan o no a militantes, de ningún partido.
El ex presidente Felipe Calderón decía que los gobiernos estatales no cumplían con su parte en la batalla contra la inseguridad. Muchos gobiernos eran, y son, controlados por el PRI. En ese ánimo de no repartir culpas, ¿el partido asumirá alguna responsabilidad en esta ola de violencia?
Más que el PRI, los mexicanos y las autoridades y los políticos. Creo que de una parte de la responsabilidad de lo que ocurre nadie se salva. En consecuencia lo que el presidente Peña acaba de decir es que en lugar de andar repartiendo responsabilidades, vamos a cumplir.
El gobierno actual reconoce que no hay una cifra de cuántas personas han muerto o desaparecieron en los últimos seis años. Organizaciones civiles dicen que puede haber responsabilidad en personas de la administración anterior. En esa tónica de no repartir culpas, ¿el gobierno del PRI estaría dispuesto sancionar a los responsables?
Esas cuestiones no entrañan una decisión política
Pero es importante preguntarlo.
Si, le contesto, no hay aquí ingredientes políticos o no debe haberlos. El que tiene una responsabilidad o al que le finque una autoridad competente una responsabilidad la debe asumir, más allá de la militancia partidaria. Entonces lo que digo es que aquí la política no le puede ganar al derecho, no se deben mezclar.
¿Si alguien tiene una responsabilidad por una decisión política eventualmente puede tener una especie de perdón? No. O por consigna política insistir en fincarle una responsabilidad a quien no la tiene, eso es regresar las manecillas del reloj y caer en un estado donde el PRI no quiere estar. Si alguien hizo algo la tiene que pagar.
Ahora que el partido regresa al poder, ¿planea el PRI gobernar 70 años?
Nosotros vamos a gobernar todos los años que el electorado nos lo permita, siempre que vayamos a elecciones legales con alta participación ciudadana, y con la legitimidad social que estos ausntos demandan.
No le ponemos ningún límite y conocemos insisto, apreciamos, respetamos el valor del voto, por eso sabemos cuánto esfuerzo cuesta conseguir uno. Uno por uno. Vamos tras todos, sabiendo que no los tendremos todos.
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