jueves, 3 de enero de 2013

¿Qué sucede en Monterrey?

¿Qué sucede en Monterrey?

Sergio Corona @SergioCorona4 jue 3 de enero de 2013
Coloso de la industria, semillero de trabajo y éxito, orgullo mexicano y ejemplo para América Latina. Mi inspiración se desborda al contemplarte erguida, majestuosa al infinito, tocando los tinteros de la gloria alcanzando al astro rey. Con tu presencia nos sentimos orgullosos porque eres obra de titanes mexicanos. Así fue conocida la Ciudad de Monterrey o mejor llamada como la “Capital Industrial de México”. Personalmente, como regiomontano me cuesta aceptar el resultado del examen de conciencia, mas aún, cuando se viene de la cima del éxito.
No muchos entienden las causas por las cuales Monterrey ha ido en descenso y no son fáciles de comprender y mucho menos aceptar. Lo que sí es cierto, es que el decepcionante producto de lo que hoy por hoy es Monterrey no es por la casualidad o por una mala alineación de los planetas que atenta contra la ciudad. Éste desafortunado desgaste se viene arrastrando por  la terrible guerra contra el crimen organizado, la fuga de pequeños y medianos emprendedores hacia Estados Unidos para salvaguardar su integridad física y su patrimonio, debido a que los índices de violencia se comparan con ciudades como Bagdad y Kabul, los impactos de las crisis globales financieras que han obligado a los grandes empresarios a vender sus marcas centenarias al mejor postor extranjero. Así como, el escaso, ridículo, mediocre, corrupto e ineficiente liderazgo político priista y panista que existe en nuestra ciudad que no satisface ni por lo más mínimo las necesidades que sufre “La Capital Industrial”.
El desgaste también viene por una inservible política centralista de gobiernos federales, que no han hecho mas que cobrar a toda oportunidad y desmesuradamente contribuciones y aprovechamientos como en ninguna otra parte del país, como si fuera la alcancía que nunca se agota y que a la hora de hacer el presupuesto la “Capital Industrial” no recibe ni para satisfacer el gasto de las nuevas obras publicas que se acaban de construir, ni para reconstruir las perdidas que todavía  se percibe por el huracán Alex en 2010. Asimismo, el declive de la Sultana del Norte se debe a una actitud que han ido adoptando muchos regiomontanos, que consiste en darle importancia al cómo te vez, por encima del cuánto sabes, de aparecer en la sección del Sierra Madre del periódico El Norte, en darle prioridad en el tener mas que en el ser, dejando a un lado el legado de enseñanzas que nos dieron nuestros padres y nuestros abuelos, de que en el norte siempre ha habido gente de dinero pero sencilla a base de trabajo y dedicación.
Hasta hace algunos años no mas de una década, cualquier mexicano veía a Monterrey como una ciudad de en sueños, segura, modelo como ciudad para América Latina en 2007, ideal para hacer un negocio, forjar una familia y divertirse. Hoy, cualquier mexicano ve a Monterrey como una de las zonas urbanas mas peligrosas, de las que salen huyendo sus capitales de empresa y sus profesionistas. Donde su gente se siente indefensa y abandonada por sus instituciones.
Hasta hace algunos años, las universidades regiomontanas como el Tecnológico de Monterrey (ITESM), la Universidad de Monterrey (UDEM), entre muchas otras mas eran atiborradas por alumnos foráneos de todas partes del país e incluso del extranjero, Monterrey fue reconocida como “La Ciudad del Conocimiento”. Hoy, las matrículas van a la baja, muchos de sus profesionistas egresados migran a otras ciudades y los únicos alumnos que se inscriben en las universidades regias son originarios de ciudades, pueblos y comunidades mas violentas que Monterrey.
Al pensar en todo esto, no se ve que exista una solución pronta y expedita, pero lo que si se percibe, es que aquí en Monterrey a pesar de todo, a pesar de quienes lo atacan el espíritu emprendedor continúa vivo, se siente y se ve en sus calles y avenidas, se siente en sus familias.
Por eso el examen de conciencia es necesario, para entender una realidad y un escenario que nos ayude como regiomontanos a distinguir nuestros problemas y señalar las virtudes que todavía tenemos para salir adelante. No hay que olvidar que nosotros como regiomontanos venimos de generaciones de hombres y mujeres de lucha como Don Eugenio Garza Sada, José A. Muguerza, Ricardo Margáin, entre muchos otros  que construyeron la Ciudad de Monterrey a mitad de un desierto y que por eso nada es gratis y todo lo que tenemos ha sido por el producto de nuestro trabajo, por eso seguimos siendo la ciudad con mas pequeñas y medianas empresas en el país, donde están los únicos bancos mexicanos y donde se encuentran también los mejores hospitales de América Latina, es todo un orgullo ser regio.

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