Viernes 24 de Mayo de 2013, 05:04 am
Falsos positivos persisten en Colombia dejando 52 víctimas durante 2012
Algunos falsos positivos son perpetrados por el Ejército colombiano (Foto: Archivo)
Aunque el Gobierno de Colombia ha negado la
existencia de falsos positivos en el país, el Centro de Investigación y
Educación Popular (Cinep) de Bogotá denunció este jueves que durante
2012 se registraron 20 incidentes de ese tipo, así como también
aparecieron 52 víctimas, siendo los grupos paramilitares los principales
responsables.
El coordinador del Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política del Cinep, Javier Giraldo Serna, indicó que entre los 20 casos que se pudieron documentar durante el año 2012 se contabilizan muertos, heridos y detenciones arbitrarias.
"En 2012 conocimos la ocurrencia de 11 casos de ejecuciones extrajudiciales, 10 perpetradas por el Ejército y una por la Policía, con doce víctimas; además de otros ocho casos de detenciones arbitrarias y una persona que resultó herida en retención ante el Ejército.
De igual manera, Giraldo Serna aseveró que los sectores sociales victimizados en los “falsos positivos” son campesinos, obreros, estudiantes y opositores políticos.
El más reciente informe especial del Cinep, sobre la situación de derechos humanos en Colombia, determinó que los paramilitares son “los mayores violadores de derechos humanos, con 565 casos”, seguidos por la Policía con 268 casos y luego el Ejército, al que le atribuyen responsabilidad en 187 hechos.
Respecto a las infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), los paramilitares también lideran esta estadística con 493 casos, por delante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con 347 casos, grupos combatientes con 98, la Policía con otros 72, el Ejército de Liberación Nacional con 48 y el Ejército con apenas 18 casos.
Asimismo, según el texto los hechos sucedieron en Cauca (seis casos), Antioquia (cuatro), Valle del Cauca (tres), y, con un caso las localidades de Meta, Bogotá, Norte de Santander, Caquetá, Córdoba y Sucre.
"Se siguen implementando métodos de victimización como amenazas, torturas, desapariciones forzadas, desplazamientos, detenciones arbitrarias, muertos y heridos por minas antipersonales, y acciones de 'limpieza social' en el país", resalta uno de los apartados del informe.
En ese sentido, el Cinep asegura que “el fenómeno de los 'falsos positivos' no ha desaparecido, se ha ido reactivando en todas las regiones del país", advirtió Giraldo.
"El lenguaje utilizado por el presidente Juan Manuel Santos y por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, tiene afán por mostrar ventajas militares. Hacen aparecer casos como muertes en combates", aseguró Giraldo, en nombre del organismo al que representa.
Por otro lado, el Cinep también reveló que conoció 58 nuevos casos de 'falsos positivos' perpetrados en períodos anteriores, entre el primero de junio de 1992 y el 20 de diciembre de 2011, que no habían sido reportados en publicaciones previas.
En referencia a las causas de por qué no son denunciados esos casos, el investigador precisó que “tal vez por temor. Por eso abrimos una sección de actualización".
Por último, sostuvo que el paramilitarismo no es un “fenómeno del pasado”, asegurando que aún existe y mantiene sus vínculos con la delincuencia común, la contrainsurgencia, la política e, incluso, la Fuerza Pública y el narcotráfico.
El coordinador del Banco de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política del Cinep, Javier Giraldo Serna, indicó que entre los 20 casos que se pudieron documentar durante el año 2012 se contabilizan muertos, heridos y detenciones arbitrarias.
"En 2012 conocimos la ocurrencia de 11 casos de ejecuciones extrajudiciales, 10 perpetradas por el Ejército y una por la Policía, con doce víctimas; además de otros ocho casos de detenciones arbitrarias y una persona que resultó herida en retención ante el Ejército.
De igual manera, Giraldo Serna aseveró que los sectores sociales victimizados en los “falsos positivos” son campesinos, obreros, estudiantes y opositores políticos.
El más reciente informe especial del Cinep, sobre la situación de derechos humanos en Colombia, determinó que los paramilitares son “los mayores violadores de derechos humanos, con 565 casos”, seguidos por la Policía con 268 casos y luego el Ejército, al que le atribuyen responsabilidad en 187 hechos.
Respecto a las infracciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH), los paramilitares también lideran esta estadística con 493 casos, por delante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con 347 casos, grupos combatientes con 98, la Policía con otros 72, el Ejército de Liberación Nacional con 48 y el Ejército con apenas 18 casos.
Asimismo, según el texto los hechos sucedieron en Cauca (seis casos), Antioquia (cuatro), Valle del Cauca (tres), y, con un caso las localidades de Meta, Bogotá, Norte de Santander, Caquetá, Córdoba y Sucre.
"Se siguen implementando métodos de victimización como amenazas, torturas, desapariciones forzadas, desplazamientos, detenciones arbitrarias, muertos y heridos por minas antipersonales, y acciones de 'limpieza social' en el país", resalta uno de los apartados del informe.
En ese sentido, el Cinep asegura que “el fenómeno de los 'falsos positivos' no ha desaparecido, se ha ido reactivando en todas las regiones del país", advirtió Giraldo.
"El lenguaje utilizado por el presidente Juan Manuel Santos y por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, tiene afán por mostrar ventajas militares. Hacen aparecer casos como muertes en combates", aseguró Giraldo, en nombre del organismo al que representa.
Por otro lado, el Cinep también reveló que conoció 58 nuevos casos de 'falsos positivos' perpetrados en períodos anteriores, entre el primero de junio de 1992 y el 20 de diciembre de 2011, que no habían sido reportados en publicaciones previas.
En referencia a las causas de por qué no son denunciados esos casos, el investigador precisó que “tal vez por temor. Por eso abrimos una sección de actualización".
Por último, sostuvo que el paramilitarismo no es un “fenómeno del pasado”, asegurando que aún existe y mantiene sus vínculos con la delincuencia común, la contrainsurgencia, la política e, incluso, la Fuerza Pública y el narcotráfico.
teleSUR-CaracolRadio-ElColombiano/MARL
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