martes, 2 de julio de 2013

EEUU pagará caro por espiar a sus aliados y sus rivales

EEUU pagará caro por espiar a sus aliados y sus rivales

EEUU pagará caro por espiar a sus aliados y sus rivales

Japón se convirtió en otro de los países que están exigiendo explicaciones a Washington, en medio del escándalo por las revelaciones del programa de espionaje electrónico que fue destapado por el exagente de la CIA, Edward Snowden.

Tokio pedirá explicaciones por vía diplomática a Estados Unidos sobre el supuesto monitoreo de su embajada en la capital estadounidense. ¿Quién será el siguiente?
EEUU ha intentado conseguir la supremacía global en las tecnologías de inteligencia, pero este ha terminado en fracaso. No por el propio hecho de que EEUU hubiera desplegado un sistema global de espionaje, la cuestión más complicada es cómo seguir dialogando con un aliado tan desconfiado. El experto alemán en materia de seguridad cibernética, Sandro Gaiken, cree que el escándalo podría lastrar las relaciones transatlánticas al trascender que la NSA espió directamente a funcionarios y cargos públicos de la UE:
—No ha sido ninguna gran sorpresa. Muchos suponían que los estadounidenses espiaban a los europeos. Por otro lado, es muy desagradable comprender que el sistema de espionaje tenga tanta envergadura. Muchos políticos en Alemania están preocupados ahora por saber qué objetivos perseguía EEUU espiando a los políticos europeos, difícilmente fue para luchar contra el terrorismo. Por lo visto, tuvieron otros motivos: influir en sus socios europeos, controlar el proceso de negociaciones. De ser así, complicaría muchísimo las relaciones entre EEUU y la UE.
Si Europa expresó su indignación y sometió a duras críticas las estrategias de los servicios secretos estadounidenses, en Tokio no pasará lo mismo. En el caso de Japón, el espionaje masivo es algo muy fácil de esperar por parte de Washington, asegura el politólogo ruso Valeri Korovin:
Japón fue ocupado en 1945 por EEUU, después de lanzar sobre el país dos bombas atómicas, allí sigue habiendo bases militares estadounidenses. Tokio carece de una política soberana con respecto a Washington. La noticia sobre el monitoreo de la embajada nipona es desagradable pero no va a cambiar la situación general, no va a perjudicar seriamente las relaciones bilaterales. Lo único que se puede esperar es que la opinión pública en el país asiático proteste más activamente contra la presencia estadounidense.
Otra cosa será si Edward Snowden revela datos relativos al espionaje cibernético de EEUU en China. Su filtración ya restó autoridad a Washington a la hora de reprender a Pekín por sus supuestas actividades de ciberespionaje contra objetivos estadounidenses, después de varios meses de acusaciones mutuas y de que el propio Pentágono denunciara ataques informáticos provenientes de China. La resonancia que puedan tener este escándalo dispararía tensiones entre Pekín y Washington, cree el vicedirector del Instituto ruso de los Estudios Político-Sociales, Vilén Ivanov:
—La reacción de China será más dura. Ya es una realidad que la rivalidad entre EEUU y China cada vez es mayor. China es una superpotencia que no depende prácticamente de la cooperación económica con Estados Unidos. Está claro que Pekín tiene sus intereses económicos en EEUU pero, a la vez, se puede permitir reaccionar ante el escándalo de espionaje con más dureza.
Los expertos señalan, además, que Rusia también puede aprovechar esta coyuntura. Según apuntó Valeri Korovin, Moscú podrá usar el escándalo de espionaje cibernético como respuesta ante las acusaciones de Washington de querer “limitar” las actividades de las ONG rusas que reciban financiación externa y que, al mismo tiempo, participen en la actividad política. Después de lo que pasó, EEUU no tendrá ningún derecho moral a criticar a las autoridades rusas por querer fortalecer la seguridad nacional.
ap/kg/sm

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