EEUU pagará caro por espiar a sus aliados y sus rivales
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Tokio pedirá explicaciones por vía diplomática
a Estados Unidos sobre el supuesto monitoreo de su embajada en la
capital estadounidense. ¿Quién será el siguiente?
EEUU
ha intentado conseguir la supremacía global en las tecnologías de
inteligencia, pero este ha terminado en fracaso. No por el propio hecho
de que EEUU hubiera desplegado un sistema global de espionaje, la
cuestión más complicada es cómo seguir dialogando con un aliado tan
desconfiado. El experto alemán en materia de seguridad cibernética,
Sandro Gaiken, cree que el escándalo podría lastrar las relaciones
transatlánticas al trascender que la NSA espió directamente a
funcionarios y cargos públicos de la UE:
—No
ha sido ninguna gran sorpresa. Muchos suponían que los estadounidenses
espiaban a los europeos. Por otro lado, es muy desagradable comprender
que el sistema de espionaje tenga tanta envergadura. Muchos políticos en
Alemania están preocupados ahora por saber qué objetivos perseguía EEUU
espiando a los políticos europeos, difícilmente fue para luchar contra
el terrorismo. Por lo visto, tuvieron otros motivos: influir en sus
socios europeos, controlar el proceso de negociaciones. De ser así,
complicaría muchísimo las relaciones entre EEUU y la UE.
Si
Europa expresó su indignación y sometió a duras críticas las
estrategias de los servicios secretos estadounidenses, en Tokio no
pasará lo mismo. En el caso de Japón, el espionaje masivo es algo muy
fácil de esperar por parte de Washington, asegura el politólogo ruso
Valeri Korovin:
—Japón
fue ocupado en 1945 por EEUU, después de lanzar sobre el país dos
bombas atómicas, allí sigue habiendo bases militares estadounidenses.
Tokio carece de una política soberana con respecto a Washington. La
noticia sobre el monitoreo de la embajada nipona es desagradable pero no
va a cambiar la situación general, no va a perjudicar seriamente las
relaciones bilaterales. Lo único que se puede esperar es que la opinión
pública en el país asiático proteste más activamente contra la presencia
estadounidense.
Otra cosa será si Edward Snowden
revela datos relativos al espionaje cibernético de EEUU en China. Su
filtración ya restó autoridad a Washington a la hora de reprender a
Pekín por sus supuestas actividades de ciberespionaje contra objetivos
estadounidenses, después de varios meses de acusaciones mutuas y de que
el propio Pentágono denunciara ataques informáticos provenientes de
China. La resonancia que puedan tener este escándalo dispararía
tensiones entre Pekín y Washington, cree el vicedirector del Instituto
ruso de los Estudios Político-Sociales, Vilén Ivanov:
—La
reacción de China será más dura. Ya es una realidad que la rivalidad
entre EEUU y China cada vez es mayor. China es una superpotencia que no
depende prácticamente de la cooperación económica con Estados Unidos.
Está claro que Pekín tiene sus intereses económicos en EEUU pero, a la
vez, se puede permitir reaccionar ante el escándalo de espionaje con más
dureza.
Los expertos señalan, además, que Rusia
también puede aprovechar esta coyuntura. Según apuntó Valeri Korovin,
Moscú podrá usar el escándalo de espionaje cibernético como respuesta
ante las acusaciones de Washington de querer “limitar” las actividades
de las ONG rusas que reciban financiación externa y que, al mismo
tiempo, participen en la actividad política. Después de lo que pasó,
EEUU no tendrá ningún derecho moral a criticar a las autoridades rusas
por querer fortalecer la seguridad nacional.
ap/kg/sm
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