La difícil tarea de bautizar cuerpos celestes
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¿Ocurrirá lo mismo en 2015? Y es que este
pequeño planeta será sobrevolado por una estación científica que
descubrirá decenas de cráteres, de cordilleras y de nuevos satélites que
habrá que bautizar de alguna manera. Pero, ¿confirmará esos nombres la
UAI?
Desde febrero, en Internet, ha sido puesta en
marcha la votación de los nombres para el cuarto y quinto satélite de
Plutón, descubiertos en 2011-2012 por científicos de EEUU, del instituto
Search for ExtraTerrestrial Intelligence (SETI) que se dedica a la
búsqueda de inteligencia extraterrestre. Los astrónomos ofrecieron al
público doce variantes de nombres a elegir relacionados con la mitología
clásica sobre la vida de ultratumba, para que armonice con el nombre
del propio Plutón, divinidad del reino subterráneo de los muertos. En el
sondeo se permitió a los participantes proponer nombres a su arbitrio.
El ganador fue Vulcano, de la teleserie fantástica estadounidense Star Trek,
en la que había un planeta donde vivía uno de los personajes. Vulcano
es también el dios romano del fuego y de los volcanes, pero la Unión
Astronómica Internacional rechazó ese nombre mitológico por no ser
originario del reino de los muertos. Además, en el siglo XIX se
denominaba así a un hipotético planeta. De suerte que los satélites
fueron denominados Kerberos y Stix, los que ocuparon el segundo y el
tercer lugar en el sondeo de opinión.
En general, ¿quién
da los nombres a los cuerpos celestes? Serguéi Barabanov, director del
Instituto de Astronomía de Zvenigorod explicaba:
–Los
astrónomos descubridores tienen derecho prioritario a dar nombre a sus
planetas descubiertos. Ellos deciden también a quién delegar tal
derecho. Pueden encargarlo a la Unión Astronómica Internacional o a su
instituto. En cualquier caso, las variantes de nombres son estudiadas
por una comisión especial de la UAI. Existen reglas determinadas. Por
ejemplo, los asteroides son bautizados con nombres de dioses de la
antigüedad o de personas egregias.
Sin embargo,
las estrellas descubiertas serán catalogadas solo con números. Es cierto
que nadie propone anular los nombres antiguos de las estrellas más
rutilantes, fundamentalmente árabes, señala Vladímir Surdin, docente de
la sección de Astronomía de la Facultad de Física de la Universidad
Lomonósov:
–Dude
cuando le ofrezcan comprar el nombre de una estrella, pues no faltan
ladrones e incluso organizaciones. Los astrónomos no dan el nombre a sus
estrellas, pero sí a aquellos cuerpos celestes que pueden desaparecer,
por ejemplo, a cometas.
El descubridor está
facultado, además, para convocar un concurso para acordar el nombre en
cuestión. Pero, de todas maneras, la última palabra la tiene la UAI, que
estudia que no exista ya tal nombre, y vela porque nombres impopulares
no vayan a dar al mapa del firmamento. Y no es un hecho que el nombre
que obtuvo la mayor cantidad de votos sea aprobado. Si el sondeo es
llevado a cabo para nombres de satélites que serán descubiertos en
Plutón en 2015, una parte de ellos puede ser declinada, conjetura
Vladímir Surdin:
–Pienso
que la mayoría de los nombres propuestos por el público será
confirmado, pero no todos con seguridad. Existen ya millares de nombres
dados a asteroides y decenas de miles rondan la superficie de Marte y
Venus. No puede haber repetición, sería como dar en la Tierra el nombre
de Moscú a unas cuantas ciudades.
Para los
nombres de los cuerpos celestes en Plutón puede ser empleado el mismo
listado “mitológico” que participó ya en la consulta. Lo más probable es
que se agreguen también personajes de dibujos animados de Walt Disney,
comenzando con Mickey Mouse. Extrañamente, la relación es directa,
debido a que Disney bautizó con el nombre de Pluto a la mascota del
ratón Mickey. Según una de las historias, el emblemático creador
estadounidense quedó tan impresionado con el descubrimiento del planeta
Plutón que tuvo lugar en ese mismo año de 1930 y que provocó un enorme
impacto mundial.
sb/kg/sm
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