Teherán y Moscú: el diálogo fecundo
Ilustración: La Voz de Rusia
Rusia es una de las pocas potencias mundiales
que mantiene una buena relación con la República Islámica. Los dos
países tienen posturas comunes en muchos asuntos, aunque también
discrepan sobre algunas cuestiones. El Kremlin está interesado en dar a
entender al nuevo líder iraní cuáles son los elementos de las nuevas
directrices políticas admisibles para Moscú y cuáles no. En este sentido
los líderes de los dos países tienen mucho de qué hablar. No sólo se
trata sólo de problemas internacionales, como el programa nuclear de la
República Islámica, o regionales, como el conflicto en Siria, sino
también de las relaciones bilaterales que no están libres de tensiones
por incumplimiento de unos contratos militares.
El
interés de Moscú por marcar pautas para la futura cooperación con
Teherán se acentúa tras la llegada al poder de Rohani, un clérigo
centrista, que se ha comprometido a mantener un enfoque más constructivo
con la comunidad internacional. En vista de un posible acercamiento
entre Irán y Occidente, el Kremlin tiene que convencer al nuevo
presidente que la cooperación con Rusia también es interesante y
necesaria para la República Islámica.
Además, en los
próximos meses se celebrarán muchos eventos importantes como la cumbre
de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), las reuniones de la
Secretaría del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), las
negociaciones del grupo 5+1 que continuará hablando con Irán sobre el
programa nuclear, la cumbre EEUU-Rusia, la conferencia sobre Siria en
Ginebra y otros. Independiente de si Irán participará o no es estos
foros, los protagonizará. Por lo tanto, Moscú necesita elaborar su
propia estrategia a aplicar teniendo en cuenta el eventual cambio de
postura de Teherán.
El programa nuclear iraní sigue
siendo el problema central del orden internacional actual. El politólogo
ruso Alexánder Vavílov comenta al respecto:
–La
visita del presidente ruso a Irán contribuiría a aclarar la postura de
la República Islámica con respecto a su programa nuclear. Sería muy
importante desde el punto de vista político, representaría un paso hacia
una solución política. Porque de momento, este objetivo aún parece
inalcanzable a pesar de todos los esfuerzos.
Cabe
añadir que para Moscú es importante, además de aclarar la postura de
Teherán, convencer a la parte iraní continuar avanzando conforme el
“plan paso a paso” propuesto por el ministro de Exteriores de Rusia,
Serguéi Lavrov, que prevé un intercambio de gestos para la aproximación
de las partes. De este modo Rusia podría impulsar las negociaciones
estancadas entre el sexteto de mediadores internacionales e Irán.
Sean
como fueran los aspectos concretos del diálogo iraní-ruso al más alto
nivel, no cabe duda que beneficiará el desarrollo de las relaciones
bilaterales y repercutirá a nivel regional e internacional.
ap/lj/er
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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