La NASA lanza una misión a Venus
© Foto: Flickr.com/ridingwithrobots/cc-by-sa 3.0
No obstante, los científicos esperan determinar con la ayuda del VeSpR si sobre la superficie de Venus algún día hubo agua.
Actualmente,
Venus es el planeta menos "afortunado" de los tres grandes terrestres, o
rocosos, que hay en el Sistema Solar (Tierra, Marte y Venus): la
atención de los investigadores se centra en Marte, mientras que a la
"diosa del amor" se ha dedicado tan sólo un proyecto espacial, Venus
Express, la primera misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) a este
planeta. Sin embargo, la ciencia fundamental no se ha olvidado del
tercero de los “hermanos”, y la misión del VeSpR (Venus Spectral Rocket)
así lo demuestra.
El
experimento, organizado por la Universidad de Boston (EEUU), consiste
en realizar una sola medición de la llamada línea lyman-alpha que
resulta de la emisión del átomo de hidrógeno y se encuentra en el sector
ultravioleta del espectro. Estudiar la luz ultravioleta que está siendo
emitida desde la atmósfera de Venus puede aportar mucha información
sobre la historia del agua en ese planeta.
La
clave para poder resolver cuánta agua tuvo Venus en tiempos remotos
reside en conocer cuánto hidrógeno y deuterio (una versión más pesada
del hidrógeno) permanece en la atmósfera. Ambos pueden combinarse con el
oxígeno para hacer agua. Ahora, según las estimaciones, si se
condensara todo el vapor que se encuentra en la atmósfera de Venus,
cubriría el globo entero con tres centímetros de líquido. Es una
cantidad casi imperceptible comparado con los tres mil metros en la
Tierra. Pero no siempre fue así. Los científicos suponen que Marte,
Venus y la Tierra tuvieron entornos muy similares en los primeros
tiempos del sistema y creen que en los tres planetas “hermanos” hubo
agua, pero más tarde desapareció de los primeros dos. Este proceso no ha
terminado.
En
el caso de Venus la luz ultravioleta de mucha intensidad procedente del
Sol sigue separando las moléculas de agua que pudiera haber en la
atmósfera. Al tratarse de componentes más ligeros, las moléculas
normales de hidrógeno escapan al espacio más rápidamente de lo que lo
hacen las más pesadas de deuterio. Comparando la cantidad de deuterio
que hay ahora en la atmósfera con la cantidad de hidrógeno, los
investigadores pueden estimar cuánta agua desapareció de Venus y cómo de
rápido sucedió esta circunstancia.
Este
tipo de experimentos ya se llevaron a cabo durante varias misiones a
Venus: desde la sonda automática Pionero-Venus (EEUU) hasta el ya
mencionado proyecto Venus Express (ESA). Las primeras estimaciones,
hechas a partir de los datos recogidos, indican que la proporción de
deuterio e hidrógeno en Venus es hasta trescientas veces mayor que en la
Tierra lo que, a su vez, parece indicar que ha perdido una gran masa de
agua. Pero resulta que esta proporción puede variar en las diferentes
alturas de su atmósfera, lo que haría cambiar los cálculos. Para ayudar a
resolver estas dudas, el VeSpR hará mediciones específicas en la parte
alta de la atmósfera.
El
VeSpR es un sistema de dos plataformas, en el que se combinan un misil y
un cohete de sondeo con un telescopio dentro. El cohete transportó el
telescopio a más de ciento diez kilómetros sobre la superficie de la
Tierra, donde la atmósfera es suficientemente tenue como para permitir
las lecturas de los rayos ultravioleta, cosa que es imposible hacer con
la ayuda de telescopios con base terrestre porque nuestra atmósfera
absorbe la mayor parte de la radiación ultravioleta antes de que alcance
el suelo.
A
pesar de que la medición dura solo cuatro minutos, los investigadores
del proyecto están orgullosos de que sus resultados sean equiparables a
los datos obtenidos durante la observación de cuatro horas con el
Telescopio Espacial Hubble de la NASA. Además, el telescopio VeSpR podrá
ser utilizado para los experimentos futuros.
Es
curioso que, casi al mismo tiempo, la Agencia de Exploración
Aeroespacial de Japón (JAXA) haya anunciado la puesta en marcha del
observatorio espacial SPRINT-A (apodado Hisaki), un telescopio orbital
compacto que observará Marte, Venus y Júpiter y estudiará su respuesta a
las ráfagas de viento solar. SPRINT-A (Spectroscopic Planet Observatory
for Recognition of Interaction of Atmosphere) fue lanzado en septiembre
de este año y también lleva a bordo un espectrómetro, que funciona con
radiación ultravioleta extrema, con el que los científicos de la misión
intentarán averiguar más cosas acerca del proceso de pérdida de
atmósfera que está sucediendo en Marte y Venus. SPRINT-A está situado en
una órbita de entre 950 y 1150 kilómetros de altura y, según lo
previsto, su misión durará un año.
ap/as/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario