Partidarios de reforma presionan a Obama
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WASHINGTON (AP) -- Furiosos con los legisladores republicanos
por su negativa a abordar la inmigración, los promotores de la reforma
exigen que el presidente Barack Obama utilice sus poderes como jefe del
ejecutivo para detener las deportaciones o brindar un poco de alivio a
los 11 millones de inmigrantes que residen de manera irregular en el
país.
Obama insiste que las leyes le impiden
tomar medidas unilaterales, aunque el gobierno lo hizo el año pasado
para suspender la deportación de algunos inmigrantes traídos al país
cuando eran niños. Últimamente decidió que familiares de efectivos de
las fuerzas armadas podían permanecer en el país a pesar de su situación
migratoria irregular.
Estas medidas
contrastan con las acciones del Departamento de Seguridad Nacional, que
ha deportado a un millón 470 mil personas, una cifra récord, durante los
cinco años que lleva Obama en la Casa Blanca, de acuerdo con cifras de
la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Las
interrupciones sufridas durante varios actos en California el lunes
pusieron de manifiesto la insatisfacción con el presidente demócrata, no
sólo por la parálisis de la reforma migratoria sino con las políticas
de su gobierno.
"¡Pare las deportaciones!
¡Pare las deportaciones!", gritaban espectadores a Obama durante un
discurso en San Francisco. Un joven lo interrumpió para decir que está
separado de su familia desde hace 19 meses.
"¡Orden
del poder ejecutivo!" era la consigna unificadora en un acto de
recaudación de fondos para los demócratas. Obama, ex profesor de derecho
constitucional, respondió a las críticas con una clase sobre las normas
nacionales.
"Si yo pudiera resolver todos
estos problemas sin que el Congreso aprobara leyes al respecto, lo
haría", dijo Obama en el primer evento. "Pero somos un estado de
derecho. Es parte de nuestra tradición. Así, la salida fácil es gritar y
fingir que puedo lograr algo violando nuestras leyes".
Los
líderes republicanos de la Cámara de Representantes han rechazado el
proyecto del Senado, dominado por los demócratas, aprobado por una
mayoría bipartidista en junio. Esta medida de amplio alcance invertiría
millones de dólares en la seguridad fronteriza y a la vez daría acceso a
la ciudadanía a millones de inmigrantes.
Los
republicanos han dicho que difícilmente habrá una votación en los pocos
días hábiles que restan del año a pesar de que Obama recientemente
aceptó el enfoque de aprobar reformas parciales. Dada la inminencia de
las elecciones legislativas, tampoco hay muchas perspectivas de
someterla a votación en 2014, a pesar del costo político que esto
significa para los republicanos.
Los grupos
defensores de los inmigrantes se han mostrado tan estridentes como los
manifestantes de California en sus exhortaciones a Obama para que tome
medidas al respecto, al tiempo que presionan a los legisladores
republicanos con protestas y actos de desobediencia civil.
"Los
legisladores republicanos son exasperantes y la ley es la solución
permanente y seguiremos luchando por la ley. Pero eso no disculpa a
Obama", dijo Frank Sharry, director ejecutivo del grupo proinmigrante
America's Voice. "Él sigue siendo el presidente con el récord de
deportaciones".
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La periodista de The Associated Press Alicia A. Caldwell contribuyó a este despacho.
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Interactivo AP:
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