Actualizado:
03/01/2014 15:04 GMT
La
Conferencia de Ginebra II sobre Siria, sin la asistencia de la
República Islámica de Irán, está condenada al fracaso, así lo ha
aseverado el Imam del rezo de este viernes de Teherán, el ayatolá Seyed
Ahmad Jatami.
Al referirse a las presiones de Estados Unidos para excluir a Irán de esa cita internacional, el ayatolá Jatami ha reiterado que el país persa no necesita participar en esa conferencia, pero este esfuerzo por la paz de Siria no llegará a ninguna parte sin la presencia del país persa.
La República Islámica de Irán es considerada una gran potencia en el mundo del Islam y su participación en cualquiera reunión conlleva razonamiento y lógica, pero el sistema hegemónico se opone a tal procedimiento, ha señalado.
La Conferencia de Ginebra II sobre Siria, prevista para el próximo 22 de enero, busca encontrar una salida dialogada a la crisis siria, iniciada en marzo de 2011.
En otra parte de su sermón, el ayatolá Jatami ha elogiado la lucha del Gobierno de Irak contra los terroristas en la provincia occidental de Al-Anbar y ha destacado que las bandas takfiríes, con el apoyo de Estados Unidos, son los autores de los crímenes y los actos terroristas en la región, especialmente en Siria y El Líbano.
Asimismo, el clérigo persa ha pedido a los ulemas tanto suníes, como chiíes proclamar que los takfiríes no tienen nada que ver con el Islam y están fuera de esta religión.
Ha afirmado que EE.UU. y sus aliados quieren un mundo islámico inseguro y para lograr sus nefastos objetivos patrocinan crímenes y provocan conflictos en la región.
El orador del rezo de este viernes de Teherán ha recordado la gran epopeya del 9 de dey de 1388 (30 de diciembre de 2009) en la que el pueblo iraní demostró su lealtad al sistema de la República Islámica de Irán y al Velayat-e Faqih (Gobierno de la Jurisprudencia Islámica).
En alusión a los ocho meses de disturbios provocados por alborotadores tras las elecciones presidenciales iraníes en el 2009, el ayatolá Jatami ha señalado que el 30 de diciembre de ese mismo año el pueblo iraní renovó su apoyo y lealtad al sistema de la República Islámica de Irán.
Luego de las elecciones presidenciales de junio de 2009, alborotadores, convocados por medios extranjeros, en burdos intentos, cuestionaron la credibilidad de los comicios y se congregaron el 27 de diciembre, fecha que coincidía con la conmemoración del aniversario del martirio del tercer Imam de los musulmanes chiíes, el Imam Husein (paz sea con él) en ciertas calles de Teherán, la capital persa, ofendiendo a los fieles enlutados.
En respuesta, el día 30 de diciembre de 2009, el pueblo iraní tomó las calles del país para repudiar los actos violentos protagonizados por ciertos grupos, apoyados desde el extranjero, en el día de Ashura, y mostrar una vez más, su apoyo a la República Islámica.
nas/nl/nal
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