Obama confirma que México es subordinado de Estados Unidos… que no le hace falta invadirnos

México siempre ha sido para Estados Unidos el “patio trasero” -aunque tal situación nunca ha sido reconocida por ambos gobiernos- el “gringo” ha buscado aplicar la política de la “big enchilada” -que fusiona su política interna con la externa hacia sus vecinos del Sur- dándoles siempre pequeños incentivos económicos, para mantenerlos al margen del empoderamiento de los poderes fácticos regionales, que les garanticen el acceso ilimitado y barato a sus recursos nacionales.

Sin caer en el barato discurso nacionalista, la política transnacional de los Estados Unidos de América, ha recurrido sistemáticamente en el subsidio, a muy alto costo para centro y Sudamérica, siendo el "gringo" una especie de mezcla entre mercenario  y agiotista, que cobra por sus limosnas grandes intereses de capital político y económico.

Hoy, en una conferencia de prensa tras finalizar la clausura de la III Cumbre sobre Seguridad Nuclear celebrada en La Haya, el presidente Barack Obama demostró sin siquiera percatarse, que esta política de sumisión es real, y que sus vecinos son dependientes de casi todo lo que en dicho país se realice o se diga en materia política.

Al opinar de la anexión de Crimea a Rusia –los occidentales del G7 le llaman “invasión”-, dijo que cuando un país, en este caso el gobernado por Putin- “tiene autoridad sobre sus vecinos, no hace falta invadirlos".

Lapidaria sentencia que denota la insensibilidad de un gobernante que sin merecerlo, ganó el premio Nobel de la Paz en el año de 2009. Ante tal frase, esperaría una respuesta –o por lo menos una declaración- del presidente Peña Nieto, a través de su cuenta de Twitter o por medio de su canciller, José Antonio Meade, para no quedar en evidencia de que México efectivamente trabaja sumisamente ante las órdenes del poderoso vecino del Norte.

Sin embargo, las dudas sobre esta posibilidad son enormes, si nos enfrentamos al antecedente del espionaje de la National Security Agency (NSA), permitidas por el propio Obama, que ni siquiera le ha otorgado una disculpa pública a Peña Nieto, ni a su antecesor Felipe Calderón, que por cierto, permitió la entrada “hasta la cocina” de los órganos de inteligencia mexicanos, por parte de los organismos de seguridad norteamericanos, de una forma ilegal y claramente violatoria de la soberanía nacional.

“Más si osare un extraño enemigo. Profanar con su planta tu suelo. Pienso ¡Oh patria querida! Que el cielo. Un soldado en cada hijo te dio”, canta la primera estrofa del Himno Nacional mexicano. “Antes, patria, que inermes tu hijos. Bajo el yugo su cuello dobleguen”, canta la tercera.

Estados Unidos ya ha intentado “profanar” nuestro suelo en el pasado, sí, cuando la historia oficialista inventó el mito de los Niños Héroes, cadetes que fallecieron en el simbólico Castillo de Chapultepec, enfrentando al Ejército “gringo”, durante la Guerra.

Hoy, Obama, sin inmutarse, ni fijarse siquiera, ha “profanado” nuestro orgullo nacional de forma directa, siendo lo peor que nuestros medios de comunicación y nuestros soberbios analistas multimedia, ni se han percatado o no han visto más allá de sus narices y de lo que la frase significa en un contexto global.

Vamos, ni siquiera nos sorprende ya, que Estados Unidos sea nuestro dueño fáctico, nuestro patrón, y que todo lo que el país “gringo” ordene, se cumpla en México. Ni siquiera nos sorprende que siendo Obama el supuesto promotor de una reforma migratoria “humanitaria y justa”, sólo defienda en el discurso a nuestros paisanos, pues en los hechos ha deportado a más de dos millones de personas -durante el período de 2008 a 2012- 200 mil más al año, que su antecesor, el ultra conservador republicano, George W. Bush.

A un ritmo de 400 mil por año, esto a pesar de que su gobierno anunció en el mes de junio del 2012, un programa para suspender las deportaciones de inmigrantes sin papeles menores de 30 años que cumplieran con algunos requisitos, a esos jóvenes que se favorecieron con el llamado programa de “acción diferida” también se les conoce como “Dreamers”.

Obama rechazó hoy, precisamente, la posibilidad de que su gobierno suspenda las deportaciones de indocumentados distintos a los menores de 30 años que fueron traídos ilegalmente a Estados Unidos durante su niñez y afirmó que sería "muy difícil de defender" con argumentos jurídicos.

Obama aseguró que el único obstáculo de la reforma migratoria es el presidente de la cámara baja, el republicano por Ohio, John Boehner. Precisamente, utilizando como analogía la frase de Obama, podría finalizar “que cuando se tiene autoridad –y agregaría calidad moral- sobre tus opositores, no hace falta que culpes a otros por tus propios fracasos”.

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