Ponen lupa a salud de menores de 10 a 19
AGENCIA REFORMA/MÉXICO / Publicada el 12/08/2014
El documento refiere que el tema de la violencia cobra especial importancia en este grupo etario, debido a los costos directos, indirectos e intangibles de la violencia. Foto: Especial
Por
considerar que la etapa de los 10 a los 19 años representa una etapa de
riesgo para esta población, la Secretaría de Salud estableció una norma
oficial para establecer mecanismos que permitan prevenir hábitos
dañinos en este grupo de edad.
La NOM-047-SSA2-2014, publicada recientemente, reconoce que el consumo de tabaco, de alcohol o drogas; el embarazo y las infecciones de transmisión sexual; la violencia física, sexual o emocional, las acciones de daño físico autoinfligido y los accidentes, son los principales retos que se deben atender desde una perspectiva de prevención.
El documento refiere que el tema de la violencia cobra especial importancia en este grupo etario, debido a los costos directos, indirectos e intangibles de la violencia.
“La atención de los daños a la salud en este grupo etario representa una importante carga económica y social para el País, reflejada en un elevado costo por concepto de atención curativa, costos indirectos por días no laborados por alguno de los padres o tutores, y en días de ausentismo escolar”, indica la nueva norma.
Dentro de las acciones que propone se incluye por lo menos una evaluación al año del estado de nutrición a los adolescentes, además de estudios de salud mental, visual, bucal, detección de cáncer, prevención de infecciones de transmisión sexual y VIH.
Se incluye un apartado especial de conductas alimentarias de riesgo, donde se sugiere al personal de salud estar atento a signos y síntomas de desnutrición, mala nutrición, vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, de diuréticos, de enemas e ingestión de anorexigénicos.
La NOM-047-SSA2-2014, publicada recientemente, reconoce que el consumo de tabaco, de alcohol o drogas; el embarazo y las infecciones de transmisión sexual; la violencia física, sexual o emocional, las acciones de daño físico autoinfligido y los accidentes, son los principales retos que se deben atender desde una perspectiva de prevención.
El documento refiere que el tema de la violencia cobra especial importancia en este grupo etario, debido a los costos directos, indirectos e intangibles de la violencia.
“La atención de los daños a la salud en este grupo etario representa una importante carga económica y social para el País, reflejada en un elevado costo por concepto de atención curativa, costos indirectos por días no laborados por alguno de los padres o tutores, y en días de ausentismo escolar”, indica la nueva norma.
Dentro de las acciones que propone se incluye por lo menos una evaluación al año del estado de nutrición a los adolescentes, además de estudios de salud mental, visual, bucal, detección de cáncer, prevención de infecciones de transmisión sexual y VIH.
Se incluye un apartado especial de conductas alimentarias de riesgo, donde se sugiere al personal de salud estar atento a signos y síntomas de desnutrición, mala nutrición, vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, de diuréticos, de enemas e ingestión de anorexigénicos.
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