Aguirre sabía que les estaban disparando a los normalistas, sin embargo no hizo nada
(16 de octubre, 2014).- El
Gobernador del estado de Guerrero, Ángel Helado Aguirre Rivero, declaró
ante la Comisión especial de diputados que sí se enteró de la agresión
contra los normalistas de Ayotzinapa el
día 26 de septiembre, pero que quiso intervenir con la policía estatal
porque el alcalde de Iguala, actualmente prófugo, José Luis Abarca, no
le respondió el teléfono.
“Él se trató de comunicar con Abarca y
que éste le respondió hasta la 1:00 de la madrugada del 27 de
septiembre, y que si no envió a la fuerza estatal se debió a que tenía
que cumplir con los protocolos de colaboración de la alcaldía”, así lo
indicó Jesús Martínez Garnelo, el secretario de Gobierno.
La verdad oculta
La situación se agrava cada vez más tanto para Ángel Aguirre como
para Murillo Karam, y es que el día de ayer la Procuraduría General de
la República (PGR) informó que los 28 cuerpos encontrados en las
primeras fosas ubicadas en el municipio de Iguala, no corresponden a los
43 estudiantes normalistas que se encuentran desaparecidos desde hace
más de dos semanas.
Las investigaciones indican que el
primer grupo de restos humanos fue localizado por la por la Fiscalía
General de Guerrero en las cercanías de Iguala el pasado 4 de octubre e
incluía cinco fosas, inicialmente se habían dicho que eran seis, pero
posteriormente la PGR aclaró que una no contenía restos en las que se
ubicaron los citados 28 cadáveres, los cuales habían sido calcinados.
Después el 9 del mismo mes, autoridades
federales hallaron cuatro más en las que también se encontraron cuerpos
humanos calcinados, aunque hasta el momento no se ha precisado la
cantidad. Por si fuera poco, este lunes y martes, policías comunitarias
miembros de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero
(UPOEG) encontraron otras tres fosas clandestinas.
La seguridad en Guerrero dejó de existir
A pesar de que el comisionado Nacional
de Seguridad, Monte Alejandro Rubido afirmó que en Iguala ya se
asignaron 896 elementos de la Policía Federal los cuales han realizado
patrullajes continuos.
La combinación de la División de
Gendarmería Nacional no ha funcionado, los 43 normalistas siguen
desaparecidos y su localización cada vez en más preocupante. Sin
embargo, las policías comunitarias son las que se han dedicado a buscar
por todos lados a los jóvenes ya que las autoridades sólo hacen actos de
presencia.
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