Más de un mes tardó la Policía Federal en utilizar drones para investigar las desapariciones de normalistas
Por: Redacción Revolución /
5 noviembre, 2014
(5 de noviembre, 2014).- La
desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, no sólo
sirvió para evidenciar la impunidad, corrupción e ingobernabilidad que
sufre México, sino también para mostrar su nula capacidad para hacer uso
de los recursos tecnológicos en materia de seguridad, pues apenas el
pasado lunes 3 la Policía Federal puso a funcionar los drones; “¿porqué
35 días después de que fueron secuestrados en Iguala, apenas los
pusieron a volar?”, cuestiona el periodista Raymundo Riva Palacio.
Para el comunicador, y a manera de
especulación, en caso de que los drones se hubieran utilizado horas
después de que se notificó la desaparición forzada en Iguala,
posiblemente el gobierno federal no estaría enfrentando la actual crisis
política, y la complicidad de funcionarios con el crimen organizado se
hubiera manejado de otra forma.
Los drones con los que cuenta el
gobierno federal, normalmente son empleados en tareas militares y de
recolección de datos. Particularmente dos equipos, llegaron al país 15
días antes de que Peña Nieto tomara el cargo, y son idénticos a los
empleados por la Agencia Central de Investigación (CIA, por sus siglas
en inglés) en el monitoreo del operativo en Pakistán contra Osama Bin
Laden.
Irónicamente, si el equipo de Peña
hubiese querido usar los drones en aquel momento, no hubieran podido
pues se encontraban guardados como hasta hace unos días. Sin embargo, en
tiempo y forma, su uso pudo detectar el movimiento de los secuestrados y
los agresores, seguirlos y brindar coordenadas para que las fuerzas de
seguridad los persiguieran por tierra, todo esto gracias a los sensores
que utilizan geometría espectral y térmica.
Tal como explica Riva Palacio en su
columna de El Financiero, el hecho de que la actual administración no
haga uso de los recursos tecnológicos, responde a que durante la
transición con el gobierno de Calderón, el equipo de seguridad se enfocó
en las relaciones entre funcionarios del rubro, y desdeñaron los
materiales que sirven para combatir el crimen organizado.
Para ejemplificar mejor este punto, Riva
Palacio narra que cuando el equipo de Peña visitó Plataforma México
–obra estimada en 600 millones de pesos producto de la Iniciativa
Mérida— se les mostró el video (con imágenes satelitales) de una
persecución a una aeronave con narcóticos, procedente de Panamá. No
obstante, los asistentes estaban más preocupados por conseguir cámaras
de vigilancia para los antros, y grabar los choques en las autopistas.
Tras la visita del grupo de transición
gubernamental, Peña contempló un panorama sumamente limitado en cuanto a
los recursos tecnológicos de seguridad, incluso, cuando se reunió por
primera vez con Barack Obama, su plática sobre la estrategia de
seguridad se centró en modificar la perspectiva de la Iniciativa Mérida y
otros esfuerzos, como por ejemplo, reforzar el golpeado Estado de
Derecho.
“Pero no hay habrías ni hubieras en la
vida. La incompetencia se paga. Esa es la realidad que vive hoy en día”,
refiere Riva Palacio, respecto a la incapacidad del Gobierno Federal
para ayudarse con sus propias herramientas de seguridad y desatar una
crisis social y política.
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