Los activistas celebraron el año pasado la noticia de que el gobierno había retrocedido en aprobar un proyecto de 1.500 kilómetros cuadrados llamado “corredor de vida silvestre” que bordeaba el Parque Nacional del Serengeti y serviría a una empresa de caza y safari comercial con sede en los Emiratos Árabes Unidos.
Ahora, todo se ha cancelado y la tribu Masai ha recibido la orden de abandonar sus tierras tradicionales antes de finales de año.Los representantes de la tribu se reunirán con el primer ministro, Mizengo Pinda, en Dodoma el próximo martes para expresar su enfado. Ellos insisten en que la venta de los terrenos sería robarles su herencia y, directa o indirectamente, afectará a los medios de subsistencia de unas 80.000 personas. El área es crucial para el pastoreo de ganado en el que los nómadas masai dependen.
A diferencia del año pasado, el gobierno está ofreciendo una compensación de mil millones de chelines (£ 369.350), sin ser pagados directamente, sino para ser canalizados en proyectos de desarrollo socio-económico.La tribu Masai ha desestimado la oferta.
“Me siento traicionado”, dijo Samwel Nangiria, coordinador del grupo local de la sociedad civil Ngonett. “Mil millones es muy poco y no se puede comparar eso con la tierra heredada. Sus madres y abuelas están enterradas en esa tierra. No hay nada que pueda compararse con ello “.
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