El desastre de Peña y su genio de la lámpara del neoliberalismo económico
Por: Alvaro Cepeda Neri /
22 enero, 2015
I.- Vamos de mal en peor y lo que
sigue, en el corto plazo de este año, son más revueltas sociales contra
el mal gobierno de Peña quien, con su genio de la Lámpara del
neoliberalismo económico: Luis Videgaray, muy bueno para los sobornos de
mansiones, asesorado por Mario di Constanzo, por dos años han llevado a
la Nación con sus más de 120 millones de mexicanos –restando los 2
millones de ricos, millonarios y multimillonarios–, al desastre
económico. Hizo imposible la fundamental creación de empleos con sus
“reformas” fiscal y financiera, pues el sector empresarial ni creó
plazas, y sí produjo despidos. A esto se suman los salarios de hambre y
que redujeron el consumo que, en una economía capitalista, estrangula la
producción y provoca recesión al cancelar el crecimiento económico. No
hay sector de la economía que el peñismo no haya dañado, sin atender los
reclamos del campo. Y salvo la de los latifundistas, la agricultura y
ganadería han desaparecido con la consiguiente miseria de campesinos y
de pequeños y medianos agricultores. Y como no hay una política
alimenticia, la pesca es apenas una actividad sostenible. Importamos a
más de 15 pesos por dólar el 70 por ciento de los granos, provocando una
cada vez mayor inflación con precios inaccesibles a las mayorías.
II.- Calderón y Peña son la continuidad
del poder presidencial al servicio de los especuladores y si bien en ese
río revuelto, mucho pescan los dueños de los capitales que prestan a
los grandes supermercados y a quienes tienen capacidad para almacenar
trigo, maíz y frijol, lo cierto es que el panorama de la economía es
desolador. Peña es un tipo ignorante que aprueba lo que le dice el
secretario de Hacienda, quien es aconsejado por Mario di Constanzo. Y
esa política económica está llevando al país a una crisis social ya que
apenas 20 millones de mexicanos con empleos formales, logran adquirir un
50 por ciento de lo que necesitan para alimentarse. 80 millones de
pobres sobreviven a muy duras penas. Y a 40 millones que viven de las
ventas informales, sólo les alcanza para comer tortillas con frijoles.
Pero el peñismo aumenta el precio de servicios y bienes gubernamentales,
siguiendo el ejemplo de banqueros y supertiendas que roban a sus
clientes.
III.- No es a Peña-Videgaray-Di
Constanzo a quienes les va mal, pues cobran sus fabulosos sueldos y
tienen servicios gratuitos con cargo a los dineros del pueblo, sino a
los mexicanos. Los palos de ciego como política económica tienen a la
sociedad sin recursos para comprar los productos con sus alzas
constantes de precios, para pagar impuestos y aumentos. En todos los
frentes el peñismo ha sido un fracaso y su gestión está siendo duramente
cuestionada por millones de mexicanos. Estamos ante la desesperación
social por hambre, desempleo y salarios de hambre. Peña aprieta su
autoritarismo-militarizado. Y cancela garantías y derechos para reprimir
como ya lo anunció, o el pueblo recobra sus libertades y restablece la
vigencia de la Constitución para deshacerse del peñismo.
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