Libro “La CIA contra América Latina” denuncia conspiración permanente
Este nuevo texto se basa en entrevistas a Philip Agee (1935-2008), quien fuera identificado como un exoficial de operaciones de ese órgano estadounidense durante 12 años y el autor del libro “Inside the Company: CIA Diary”, de 1975, donde relata sus experiencias en la CIA.
Galarza dijo en entrevista con el diario ecuatoriano El Telégrafo que “La nómina de agentes ecuatorianos de la CIA era de alrededor de 200 personas, que ocupaban en esa época (la década de los años 60 pasados) funciones diversas en el Estado: en las Fuerzas Armadas, en la Policía, en los partidos políticos del país, del centro, izquierda y derecha, en las universidades, en la FEUE (Federación de Estudiantes Universitarios), en el movimiento sindical, entre otros”.
El escritor ecuatoriano apuntó que aunque han pasado los años, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos es cada vez más fuerte, porque a pesar de las revelaciones sobre el intervencionismo en todas partes, las necesidades de EE.UU de sustentar políticas de agresión como las de Libia, Iraq y Afganistán (…) hace que ese país, lejos de eliminar a la agencia, la haya fortalecido.
Afirmó que los métodos sobre los cuales habla Philip Agee son los mismos que actualmente emplea la CIA, lo mismo en Ecuador que en Venezuela, en todos estos procesos de desestabilización de gobiernos progresistas.
Por su parte, el periodista Herrera Arauz valoró la importancia de que esa situación sea denunciada por aquello de que podría volver a ocurrir y sugirió que su país debería pensar seriamente en enfrentar este tema con una demanda aún cuando hayan pasado 50 años, porque las violaciones a los derechos humanos no prescriben.
“(…) Destruyeron la democracia, Ecuador había tenido un período estable de democracia que fue destruido por maniobras de la CIA, como se evidencia, según cuenta Agee; luego vendrían los WikiLeaks (cables revelados por ese portal liderado por Julian Assange), en donde uno se entera de estas cosas en forma parecida y esto también es parte crítica”, afirmó.
Según dijo, es posible que hasta sean los mismos personajes, y hasta puede que el 99% de quienes estuvieron vinculados estén muertos, pero dejaron un pasado histórico que sigue repitiéndose.
Entre los hechos ocurridos en esa época en Ecuador y que hacen sospechar a los autores de la presencia en el país del órgano de inteligencia norteamericano, citaron la muerte del expresidente Jaime Roldós, en 1981, las protestas y muertes estudiantiles durante el mandato del socialiscritiano Camilo Ponce Enríquez (1956-1960) y los escenarios que debió enfrentar el expresidente Carlos Julio Arosemena (1961-1963), derrocado tras el establecimiento de las relaciones con la entonces Unión Soviética.
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