General Kelly ora por Venezuela antes de invadirla
Artículos de Opinión |
Luis Pino | 09-11-2015
El oposicionismo venezolano está convencido de que no tiene
nada qué buscar en las próximas elecciones de diputados a la Asamblea
Nacional (AN), del próximo seis (06) de diciembre, hecho que los hace
muy peligrosos y han decidido arrebatar desde ya y entregarse a los
brazos del imperio decadente, bajo las directrices del señor del
megáfono de la U.S. Embassy, como han venido haciendo con bastante éxito
y ganancia de dólares los rectores universitarios nucleados en la
autodenominada AVERU y unos cuantos pseudoacadémicos chulos que reciben
sus mesadas de la National Endowment For Democracy (NED), junto al
contingente de egresados de la vieja Escuelas de las Américas, hoy
remozada con el nombre de Instituto del Hemisferio Occidental para la
Cooperación en Seguridad (Western Hemisphere Institute for Security
Cooperation), de varias universidades como la USB, la UCAB,
METROPOLITANA, UCV y ULA, entre otras universidades colonizadas desde
los tiempos de William Brownfield como embajador en Venezuela.
El gobierno venezolano rechazó las recientes declaraciones del jefe de Comando Sur de EE.UU. John Kelly.
El caso es que podemos despejar dudas acerca de qué podría suceder después del 6-D y ocuparnos del ahora hasta esa fecha. Ya el simulacro fue el primer indicio de la gran derrota que sufrirán los oposicionistas y de cómo traicionarán a sus seguidores, razón por la cual decidieron atacar al árbitro electoral a mansalva y sin formular de juicio, repitiendo una y mil mentiras en los medios de comunicación privados y redes electrónicas, hasta que de tanto repetirlas, la mentira se convierta en una realidad, cosa que en la irracionalidad colectiva se acepta como verdad de fe. Por tanto, el objetivo a atacar mediáticamente es el Consejo Nacional Electoral (CNE) y su presidenta, una de las damas más estimada y querida por el Pueblo, Tibisay Lucena.
A esta arremetida a lo interno de la República Bolivariana se Venezuela, viene la agudización de la guerra económica con desabastecimiento programado, escasez absoluta de productos y cierre de empresas, comercios y servicios, con el pase a la clandestinidad del bachaquerismo financiado directamente por lo más parasitario de la sociedad, la burguesía.
Y a nivel internacional, nada más y nada menos que con la acostumbrada hipocresía puritana que caracteriza a los gringos, como los delata la novela La letra escarlata, aparece el santurrón genocida y Jefe del Comando Sur, Gral. John Kelly, quien seguro de la inminente incursión armada contra Venezuela al menor descuido o parpadeo del Presidente obrero, Nicolás Maduro, salió en la televisión palangrista declarando que todas las mañanas ora por Venezuela, seguramente, soñando con la hora en que el premio Nobel del Genocidio le ordene ejecutar la Executive Order, además de que en el horizonte no hay indicio alguno que indique que Venezuela sea la excepción a la que no le aplicarán dicha incursión genocida, porque lo que está en juego es el petróleo venezolano, del que se quiere adueñar el imperio decadente, y así, liquidar al nuevo mundo naciente, multicéntrico y pluripolar.
Después del seis de diciembre, si el pueblo de Hugo Chávez derrota al golpismo, la oportunidad es preciosa para profundizar la revolución bolivariana, socialista y chavista, empezando por las universidades que aún sirven y forman al servicio del Estado burgués.
/ TELESUR
El gobierno venezolano rechazó las recientes declaraciones del jefe de Comando Sur de EE.UU. John Kelly.
El caso es que podemos despejar dudas acerca de qué podría suceder después del 6-D y ocuparnos del ahora hasta esa fecha. Ya el simulacro fue el primer indicio de la gran derrota que sufrirán los oposicionistas y de cómo traicionarán a sus seguidores, razón por la cual decidieron atacar al árbitro electoral a mansalva y sin formular de juicio, repitiendo una y mil mentiras en los medios de comunicación privados y redes electrónicas, hasta que de tanto repetirlas, la mentira se convierta en una realidad, cosa que en la irracionalidad colectiva se acepta como verdad de fe. Por tanto, el objetivo a atacar mediáticamente es el Consejo Nacional Electoral (CNE) y su presidenta, una de las damas más estimada y querida por el Pueblo, Tibisay Lucena.
A esta arremetida a lo interno de la República Bolivariana se Venezuela, viene la agudización de la guerra económica con desabastecimiento programado, escasez absoluta de productos y cierre de empresas, comercios y servicios, con el pase a la clandestinidad del bachaquerismo financiado directamente por lo más parasitario de la sociedad, la burguesía.
Y a nivel internacional, nada más y nada menos que con la acostumbrada hipocresía puritana que caracteriza a los gringos, como los delata la novela La letra escarlata, aparece el santurrón genocida y Jefe del Comando Sur, Gral. John Kelly, quien seguro de la inminente incursión armada contra Venezuela al menor descuido o parpadeo del Presidente obrero, Nicolás Maduro, salió en la televisión palangrista declarando que todas las mañanas ora por Venezuela, seguramente, soñando con la hora en que el premio Nobel del Genocidio le ordene ejecutar la Executive Order, además de que en el horizonte no hay indicio alguno que indique que Venezuela sea la excepción a la que no le aplicarán dicha incursión genocida, porque lo que está en juego es el petróleo venezolano, del que se quiere adueñar el imperio decadente, y así, liquidar al nuevo mundo naciente, multicéntrico y pluripolar.
Después del seis de diciembre, si el pueblo de Hugo Chávez derrota al golpismo, la oportunidad es preciosa para profundizar la revolución bolivariana, socialista y chavista, empezando por las universidades que aún sirven y forman al servicio del Estado burgués.
/ TELESUR
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