El fin de la privacidad: Segunda parte
El objetivo de este artículo es que podamos comprender cuán
expuestos podemos estar si no tomamos al menos algunas medidas para
protegernos.
Facebook
Seguramente hoy en día la mayoría de
nosotros poseemos un teléfono inteligente, participamos en al menos una o
más redes sociales y utilizamos algunos otros servicios online. También
nos animaríamos a decir que a la mayoría de nosotros nos da pereza leer
los “famosos” términos y condiciones cuando nos inscribimos en algún
servicio, rellenamos varios formularios sin saber a dónde van a parar
nuestros datos y no le prestamos mucha atención a los permisos que las
aplicaciones móviles nos solicitan.
El objetivo de este artículo es que
podamos comprender cuán expuestos podemos estar si no tomamos al menos
algunas medidas para protegernos.
En la actualidad las redes sociales constituyen el mayor ámbito de intercambio de información.
Si de falta de privacidad
hablamos, las redes sociales ocupan uno de los primeros puestos. No
solo por la existencia de algunas políticas “flexibles”, sino mucho más
que eso: ocurre que la mayoría de los usuarios regala sus datos sin
medir consecuencia alguna.
Desde el “Buen Día!!!” y hasta el “Hasta
Mañana!!!” a todos los “amigos”, existen personas que pasan muchas
horas del día en Facebook. Y no solo están mirando las publicaciones de
sus “amigos”, sino exponiendo su vida entera minuto a minuto cual
participante de Gran Hermano.
Debemos recordar (tal como comentamos en
los artículos sobre Ingeniería Social) que una de las tantas técnicas
que utilizan los Ciberdelincuentes es el de generar perfiles falsos en
redes sociales para agregar como “amigos” a sus víctimas. De esta manera
puede seguir el paso a paso de las mismas, teniendo a su disposición el
dato exacto de dónde, cuándo y cámo atacar.
De una exposición virtual a un delito real
No solo los ciberdelincuentes
se aprovechan de los datos que “regalan” algunos usuarios de redes
sociales. Los delincuentes tradicionales también hacen de las suyas.
Hace un tiempo un alumno me contó un hecho que le acababa de ocurrir y me gustaría compartirlo aquí.
Todo sucedió cuando él (mi alumno)
acababa de vender una moto y estaba en búsqueda de una nueva. En ese
entonces también había comprado una tablet y un celular nuevo.
Hasta aquí nada fuera de lo normal. Pero
un día a su hijo de 14 años se le ocurrió sacarle fotos a las nuevas
adquisiciones de su papá y publicarlas en Facebook, con un afectuoso
saludo a los nuevos integrantes electrónicos de la familia. Quizás esto
nos parezca familiar y hasta incluso nosotros mismos alguna vez hayamos
publicado algo así. Además, al joven se le ocurrió preguntar a sus
“amigos” de Facebook si alguien conocía de una moto que estuviese en
venta, ya que su padre se encontraba en búsqueda de una y contaba con
una suma de dólares en efectivo debido a la venta de su anterior
vehículo.
Así fue que unos días después, cuando el
hijo no se encontraba en la casa, alguien tocó a su timbre. Cuando el
alumno atendió, escuchó una voz que le indicaba entregar inmediatamente
la tablet y celular describiendo la marca y modelo, como también la
cantidad exacta de los dólares que tenía guardados. Todo esto a cambio
de liberar a su hijo, ya que lo tenían secuestrado.
Inmediatamente llamó al celular de su
hijo, pero este no le contestó y así continuo intentándolo en reiteradas
oportunidades hasta verse acorralado y no tener más remedio que tomar
la tablet, el celular y los dólares y bajar a entregárselos a los
malvivientes. Ellos estaban con los rostros tapados y que al recibir los
dispositivos y el dinero se dieron a la fuga sin mediar palabra alguna.
Al ver esto, mi alumno comenzó a buscar a
su hijo en forma desesperada hasta que dio con él por teléfono. Para su
sorpresa, el chico no estaba enterado de nada de lo sucedido, ya que
acababa de salir del cine (por este motivo no había atendido el teléfono
con anterioridad).
Una vez que pasó el susto y estaban más
tranquilos, se pusieron a pensar cómo los delincuentes tenían tanta
información y habían dado con el momento justo para cometer el delito.
Muy rápidamente se dieron cuenta, ya que el hijo había publicado en
Facebook su visita al cine como así también el momento exacto previo al
comienzo de la película.
Como ya pudimos comprobar, es muy pero
“muy” importante limitarnos en la cantidad de publicaciones, como en los
detalles que brindamos.
Comprobación rápida de privacidad
Hace ya un tiempo que Facebook incorporó una herramienta para que podamos tener un “pantallazo” del estado de nuestra privacidad.
Para poder acceder a la misma tendremos que hacer un clic sobre el
candado que se encuentra ubicado en el margen superior derecho de
nuestra pantalla. Una vez dentro vamos a poder observar tres opciones.
Veamos cuáles son y para qué sirven:
* ¿Quién puede ver mis cosas?:
esta opción sirve para que podamos controlar quién podrá ver nuestras
próximas publicaciones (ya sea las realizadas desde la sección noticias
como desde nuestro perfil), además nos indica dónde buscar si lo que
queremos es saber quién puede buscar las cosas que publicamos o
etiquetamos o que ven otros en mi biografía.
* ¿Quién puede ponerse en contacto conmigo?: con esta opción podemos filtrar los mensajes que vemos. Para ello se ofrecen dos opciones: Filtro básico (recomendado para principiantes) donde se filtran únicamente a amigos y personas que quizás conozcamos. La otra opción es Filtro estricto, donde únicamente veremos los mensajes de nuestros amigos.
* ¿Cómo evito que alguien me siga molestando?:
esta opción nos ofrece el poder incluir el nombre o correo electrónico
de un usuario con el que no queramos tener ningún tipo de contacto. Al
darlo de alta en esta lista, el molesto no podrá iniciar conversaciones
con nosotros ni ver lo que publicamos en nuestra biografía.
Seguridad
Esta sección, como también la de
privacidad, se fue adaptando a través del tiempo en base a las distintas
necesidades de los usuarios y a distintos sucesos de seguridad que se
fueron dando. Hoy en día los usuarios cuentan con varias opciones que
son de gran ayuda a la hora de resguardar la privacidad.
Para poder acceder debemos hacer clic
sobre el triángulo que se encuentra en la parte superior derecha justo a
la derecha del candado que describimos anteriormente. Luego ingresar en
la opción [Configuración].
Repasemos ahora cada una de las opciones que nos presenta esta sección:
* Alerta de inicio de sesión: al
activar esta opción vamos a comenzar a recibir alertas en nuestra
cuenta de mail asociada. Vamos a poder observar fecha, hora y lugar
desde el cual se ingresó a nuestra cuenta, como también el navegador y
sistema operativo.
Contar con esta opción es de mucha
ayuda, ya que si alguien obtuvo nuestras credenciales e ingreso en
nuestra cuenta podremos darnos cuenta rápidamente y tomar las acciones
necesarias.
* Aprobaciones de inicio de sesión:
con esta opción podremos habilitar un segundo factor de autenticación.
En este caso se trata de un mensaje SMS que nos llega a nuestro celular
con un código específico, el cual debemos introducir luego de
autenticarnos con nuestro usuario y contraseña; caso contrario, por más
que el usuario y la contraseña sean los correctos se nos denegará el
acceso.
Es altamente recomendable activar esta
opción, ya que hoy en día solo con nuestro usuario y contraseña no nos
basta. Es más, ya se está hablando de “la muerte de las contraseñas”.
Este tema seguramente lo trataremos en futuros artículos.
* Generador de códigos:
el generador de códigos se utiliza para generar un segundo factor de
autenticación. De esta manera, cuando se ingresa con una computadora o
un celular distinto se solicitará este código, que puede ser obtenido
desde la misma aplicación de Facebook o integrarse con otras
aplicaciones (como Google Authenticator).
* Contraseñas de aplicaciones:
esta opción nos permite generar contraseñas para poder acceder a
distintas aplicaciones con nuestra cuenta de Facebook en lugar de
utilizar la contraseña principal. Algunas de las aplicaciones que
requieren de este tipo de contraseñas son: Xbox, Spotify y Skype.
* Contactos de confianza: esta opción nos permite delegar en alguien de confianza la recuperación de nuestra cuenta en caso que se nos bloquee.
* Dónde iniciaste sesión: con esta opción vamos a poder observar los detalles desde donde iniciamos la sección actual.
* Contacto delegado:
Facebook pone a disposición de sus usuarios esta opción en caso que
suceda algo con el dueño de la cuenta en cuestión, de esta manera la
persona responsable a la cual se le delegó la administración de la
cuenta podrá realizar las acciones que crea pertinente con la misma.
* Desactivar tu cuenta:
no importa cual sea la razón, lo importante es que con esta opción
podremos desactivar inmediatamente nuestra cuenta en el momento que lo
deseemos.
Tus navegadores y aplicaciones
Cada vez que ingresamos por primera vez a
nuestra cuenta Facebook, la red nos da la opción de guardar nuestro
navegador como uso frecuente. De esta manera, por una cantidad de días
no se nos solicitara el segundo factor de autenticación, ya que se
iniciará desde ese navegador como de confianza.
Es recomendable no usar esta opción para
todos los navegadores, por más que todos los dispositivos sean
nuestros, sino hacerlo únicamente en los cuales más usamos nuestras
cuentas. De esta manera vamos a poder llevar un mejor control y
administración.
Privacidad
Si bien ya pudimos ver algunas opciones
de privacidad en la sección “Comprobación rápida de privacidad”, dentro
de la sección “Privacidad” la cual se encuentra justo abajo de
“Seguridad” podremos administrar en forma granular cada una de las
opciones. Veamos qué nos ofrece.
* ¿Quién puede ver mis cosas?:
aquí podremos definir quién puede ver las publicaciones que realicemos a
partir de ahora, revisar todas las publicaciones que ya hemos realizado
y en las que se nos ha etiquetado. Podremos limitar el público de las
publicaciones que ya hemos compartido por fuera de nuestros amigos
(amigos de amigos o públicas).
* ¿Quién puede ponerse en contacto conmigo?:
útil en caso que necesitemos poder controlar quién nos envía
solicitudes de amistad. También podremos aplicar filtros sobre los
mensajes que recibimos.
* ¿Quién puede ponerse en contacto conmigo?:
con esta opción podemos restringir la búsqueda de nuestra cuenta, ya
sea a través de nuestro correo electrónico, número de teléfono o hasta
incluso en otros buscadores.
Biografía y etiquetado
Es muy importante controlar cuando se nos etiqueta en alguna publicación o alguien escribe en nuestra biografía.
Quizás las personas que lo hagan no tengan el mismo concepto de
seguridad que nosotros y es allí donde se puede producir una fuga de
información y de esta manera contribuir a la pérdida de privacidad.
Para poder administrar esto, Facebook pone a disposición de sus
usuarios una serie de opciones y herramientas a las cuales se puede
acceder dentro de la misma sección que venimos trabajando. Las cuales
detallamos a continuación:
* ¿Quién puede agregar contenido a mi biografía?:
si lo que queremos es tener el control total sobre nuestra biografía,
este es el lugar. Por un lado podemos limitar quién publicará en nuestra
biografía y, por otro, tenemos la opción de revisar las publicaciones
antes de que aparezcan (podremos aceptarlas o rechazarlas).
* ¿Quién puede ver contenido de mi biografía?:
una vez que hayamos realizado algunos de los cambios hasta aquí
expuestos, vamos a necesitar chequear que todo esté como queramos. Para
eso se creó esta sección, que permite comprobar cómo ven otros nuestra
biografía y revisar quién puede ver las publicaciones en la que nos
etiquetaron. También hace posible chequear quién puede ver lo que otros
publican en nuestra biografía.
* ¿Cómo puedo administrar las etiquetas que otros agregan y las sugerencias de etiquetas?:
existen muchos “amigos” que son “etiquetadores seriales” y casi como
que de un trabajo se tratase nos etiquetan sin parar en cuanta foto nos
encuentren. Para evitar esto podemos utilizar esta sección donde
podremos controlar quién nos etiqueta, aprobarlo o desaprobarlo, quién
puede ver cuando nos han etiquetado como quién recibe sugerencias para
hacerlo.
http://www.redusers.com/noticias/fin-la-privacidad-segunda-parte/
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