Publicado en: 16 octubre, 2016
Argentina. Mar de los nazis
Un análisis de los grupos neonazis que coparon Mar del Plata. Organización, accionar y complicidad política
Puede parecer una paradoja pero está lejos de serlo. Al mismo tiempo
que es sede del primer juicio por los crímenes de lesa humanidad
cometidos en la década del 70 por la organización ultraderechista
Concentración Nacional Universitaria (CNU), Mar del Plata también es
escenario de un fenómeno que no tiene antecedentes en la Argentina desde
la recuperación de la democracia: la incipiente articulación de grupos
neonazis de diferentes orígenes en una suerte de frente de acción
violenta cuyos objetivos van desde los atentados contra sitios de la
memoria hasta la agresión física a militantes políticos y sociales,
residentes extranjeros y ciudadanos a los que estigmatizan por sus
creencias religiosas o sus elecciones sexuales. Todo esto ante la mirada
distraída -cuando no cómplice- del intendente Carlos Arroyo y de las
fuerzas de seguridad.
Después de varios años de desarrollo
casi en las sombras -con atentados que tanto la Justicia como los medios
de comunicación interpretaron como “hechos aislados”-, el accionar de
los grupos neonazis en Mar del Plata saltó a las pantallas televisivas y
las primeras planas de los diarios nacionales en octubre del año
pasado, cuando un grupo encabezado por el líder del ultranacionalista
Foro Nacional Patriótico (FONAPA), Gustavo Pampillón, agredió a las
manifestantes que marchaban hacia la Catedral en el marco del Encuentro
Nacional de Mujeres. La policía bonaerense, a cargo del operativo de
seguridad, primero los dejó actuar y después desató una brutal represión
contra las manifestantes, con un saldo de seis mujeres heridas,
mientras facilitaba la retirada de los agresores.
“La visibilización del accionar neonazi
es bastante reciente, pero la existencia de estos grupos viene de larga
data. Básicamente nosotros tomamos conciencia de lo que pasaba hace
cinco o seis años cuando vimos que en nuestra ciudad había varios grupos
que reivindicaban ideologías nazis, neonazis y fascistas,
fundamentalmente con pintadas. Ahí se movilizó la AMIA, también trabajó
la Defensoría del Pueblo y pedimos que el Municipio borrara las
pintadas”, dice Fernando Lozada, dirigente de la Asamblea por una
Sociedad sin Fascismo de Mar del Plata.
Aquí están, estos son
En febrero pasado, la Asamblea dio a
conocer un documento donde, además de repasar los hechos de violencia
ocurridos en los últimos años y denunciar la ausencia de respuestas por
parte de las autoridades, identificó a las cinco agrupaciones neonazis
que actúan de manera coordinada en la ciudad.
La más numerosa es FONAPA-La Giachino.
Se trata de una organización ultranacionalista liderada por Carlos
Gustavo Pampillón. Surgió en junio de 2011 cuando el Concejo Deliberante
marplatense -a instancias de la Comisión Permanente por la Memoria, la
Verdad y la Justicia- retiró del recinto de sesiones el cuadro del
fallecido capitán Pedro Giachino, primer muerto en la toma de Malvinas,
considerado un héroe de esa guerra hasta que se descubrió su
participación en la represión ilegal de la última dictadura. FONAPA
irrumpió en el recinto en plena sesión e intentó reponer el cuadro en su
lugar. Desde ese momento, comenzaron a aparecer en Mar del Plata
manifestaciones de esta organización con lemas como “Zurdos al Paredón”,
“Memoria Completa”, “Juicio y Castigo a Montoneros” y “Capitán Giachino
Presente”. En su informe, la Asamblea identificó con nombre y apellido a
31 integrantes del Foro.
“La visibilización del accionar neonazi es bastante reciente, pero la existencia de estos grupos viene de larga data”
En las últimas elecciones, Pampillón
apoyó la candidatura del representante de Cambiemos, Carlos Arroyo, hoy
intendente de Mar del Plata. En uno de sus numerosos mensajes de apoyo,
el líder de FONAPA escribió: “Arroyo es nacionalista y defiende los
mismos valores que yo; acá le dicen todos que es nazi”.
La segunda es la filial marplatense del
Frente Skinhead Buenos Aires (FSBA). A nivel nacional, la conduce
Claudio “Kalaka” D’Arpino, un aspirante frustrado a policía federal que
lideró ataques a periodistas durante manifestaciones en Buenos Aires. El
24 de marzo de 2014, en Mar del Plata, un grupo de FSBA agredió a uno
de los organizadores de la marcha por Memoria, Verdad y Justicia. La
Asamblea denunció ante la justicia marplatense a siete integrantes del
Frente.
Otro grupo identificado es Bandera
Negra, una organización neonazi que toma su nombre como sátira del
movimiento anarquista. Está liderada por Alan Olea, yerno de Pampillón.
Según el informe, sus miembros están involucrados en una serie de
delitos de odio y actos violentos. Señala también que sus militantes
intentan reclutar menores en las puertas de las escuelas. Su estrategia
de propaganda incluye las actuaciones de un grupo musical de RAC
(movimiento internacional de rock anti comunista) cuyo nombre es Six Millon More
(seis millones más), en alusión al holocausto judío. La Asamblea
identificó a cuatro de sus miembros. La rama femenina de Bandera Negra
se autodenomina, también de manera satírica, Rosas Rojas y su jefa es,
según denuncia el informe, Mailén Pampillón, hija del líder de FONAPA.
Finalmente, la Asamblea señala a otra
organización conocida como la Banda del Rusito, que se especializa en
agresiones físicas a personas por su género, orientación sexual,
nacionalidad, ideología o religión. También realiza pintadas
discriminatorias con simbología nazi. Está liderada por Alexander
Levchenco, “El Rusito”, y el informe incluye a otros cinco integrantes a
los que identifica con nombres, apellidos y alias.
Los datos no dejan dudas de la
articulación que existe entre las cinco agrupaciones. Además de
participar en acciones conjuntas y tener discursos con inocultables
coincidencias, las relaciones familiares entre los líderes de tres de
ellas terminan de cerrar el cuadro.
Dos caras de la Justicia
Poco
después de que se conociera el informe de la Asamblea por una Sociedad
sin Fascismo, la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó,
ordenó la creación de un equipo de trabajo integrado por los titulares
de las fiscalías federales 1 y 2 de Mar del Plata, Laura Mazzaferri y
Nicolás Czizik, para que intervinieran “conjunta o alternativamente en
las causas que tramiten en ese distrito, vinculadas con actos de
discriminación” contemplados por la ley antidiscriminatoria o
sancionados por el Código Penal.
La decisión de la procuradora tuvo como
consecuencia que varias causas que se estaban tramitando por separado en
la justicia provincial se unificaran en el fuero federal. Menos de un
mes más tarde, ya había seis detenidos y otros dos procesados por
asociación ilícita. La identidad de los procesados también deja a las
claras que la Justicia Federal considera que existen fuertes
vinculaciones entre las diferentes organizaciones neonazis que operan en
Mar del Plata.
En este mismo sentido, una alta fuente
de la Fiscalía Federal General marplatense señaló a este cronista que la
posible existencia de vínculos entre estos grupos y algunos personajes
de la Concentración Nacional Universitaria que hoy están siendo juzgados
por crímenes de lesa humanidad es una línea de investigación que no
puede descartarse.
“En las últimas elecciones, Pampillón apoyó la candidatura del representante de Cambiemos, Carlos Arroyo, hoy intendente de Mar del Plata”
Los primeros en ser detenidos fueron
Alan Olea, yerno de Pampillón, y Gonzalo Paniagua y Nicolás Caputo,
conspicuos miembros de Bandera Negra. Poco después se sumaron a la lista
Alexander Levchenko y Giuliano Spagnolo, pertenecientes a la “Banda del
Rusito”, y por último fue capturado en Ushuaia -donde se había
ocultado- Franco Pozas, del FONAPA. El juez federal Santiago Inchausti
les dictó la prisión preventiva y les trabó embargos por un millón de
pesos para garantizar la pena civil y penal que les pueda corresponder.
La Cámara rechazó las apelaciones de los defensores y dejó firmes la
preventiva y el embargo. Los otros dos procesados -un mayor y un menor
de edad- esperarán el juicio en libertad. Llamativamente, desde que se
produjeron las detenciones el accionar de los grupos neonazis disminuyó
de manera notable.
“No sólo fue un avance judicial -dice
Lozada-, también nos dio la oportunidad de abrir un debate público sobre
el accionar neonazi en la ciudad para que la sociedad conozca lo que
está pasando. También estamos dando charlas en las escuelas, donde
explicamos cuál es la ideología de estos grupos, cuáles son sus ideas y
qué buscan con sus acciones”.
Mientras tanto, fuentes de la justicia
federal marplatense consultadas para esta nota no descartaron que antes
de la elevación a juicio haya nuevos procesados, entre ellos Gustavo
Pampillón, en calidad de instigador. Hasta ahora, el líder de FONAPA
-considerado el máximo referente y articulador ideológico de los grupos
neonazis marplatense- la viene sacando barata.
En
agosto, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata
dispuso que no fuera a juicio y en su lugar cursara la materia de
Derecho Constitucional, dejara de participar del Foro Nacional
Patriótico por tres años y pagara los daños producidos por los ataques
ocurridos en el monumento a la “Memoria-Verdad-Justicia” ubicado frente a
la Base Naval y al Centro de Residentes Bolivianos, de los que estaba
acusado. Los jueces Roberto Falcone, Mario Portela y Néstor Parra
fundamentaron que el Tribunal no podía interceder ante el acuerdo
alcanzado por el fiscal Juan Manuel Pettigiani y el abogado Cristian
Moix para que Pampillón evitara llegar a juicio y se le concediera la
probation. “El Tribunal se encuentra obligado a homologar el consenso
acordado por las partes toda vez que le incumbe al Ministerio Público la
gestión de los intereses sociales, al tiempo que se prohíbe a los
órganos jurisdiccionales impulsar la acción penal”, explicaron en la
resolución.
La decisión de los jueces provocó
profundo malestar en las organizaciones que integran la Asamblea por una
Sociedad sin Fascismo y entre los organismos de derechos humanos. En un
duro comunicado, la Comisión Provincial por la Memoria señaló que “si
bien el instituto de suspensión de juicio es un beneficio que otorga la
ley a los imputados de delitos que conllevan un monto de pena menor, la
causa por daño agravado contra Pampillón requería la imprescindible
publicidad de los hechos en un juicio oral, tanto por la calidad del
autor -como representante de una organización ideológica que contradice
principios y valores democráticos-, como por la relevancia e interés
social que generaron estos ataques”.
Con el final de la historia todavía
abierto y a pesar de los claroscuros judiciales, la visibilización del
tema ayudó a que la sociedad marplatense empezara a percibir que algo
huele a podrido en su ciudad. Una señal de alerta que deberían tener
otras ciudades argentinas, como La Plata, donde el grupo de la
ultraderecha católica Vanguardia Nacionalista viene provocando desde
hace tiempo con sus pintadas en las paredes de centros culturales y de
locales de partidos de izquierda.
Daniel Cecchini
revistazoom.com.ar/mar-de-los-nazis/
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