"México no protege a sus periodistas"
2016 ha sido particularmente mortal para periodistas en América Latina, con 23 periodistas asesinados, según la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). México encabeza la lista y es el país que más preocupa a la SIP.
Eva Usi. DW.- La precariedad laboral y la debilidad del Estado mexicano en algunas regiones de México son una combinación mortal para el oficio. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), con más de 200 miembros en el continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, se muestra preocupada por el clima de impunidad que impera en numerosos países del continente. Ricardo Trotti, director ejecutivo del organismo desde 2015, hizo un balance sobre este año que termina para el periodismo en la región.
Deutsche Welle: ¿Cómo ha sido 2016 para los periodistas en América Latina?
Ricardo Trotti: Lamentablemente notamos un retroceso considerable contra medios de comunicación y periodistas. Este año hubo 24 periodistas asesinados, la cifra más alta de la última década. Nos preocupa particularmente México, en donde fueron asesinados 13 periodistas este año. Estamos tratando de combatir la impunidad y la violencia en ese país, sin descuidar otros asesinatos que han ocurrido en otros países de Latinoamérica.
La SIP celebró su reunión anual en octubre pasado en México, en donde el presidente Enrique Peña Nieto prometió más protección a los periodistas. ¿Ha notado la SIP algún cambio?
Esa afirmación no es única de esta administración. Nos la han dicho presidentes anteriores, desde Zedillo, Fox, Calderón y ahora Peña Nieto. Hay demagogia con muchas promesas, pero no se logra mucho. Hemos luchado y conseguido que México haya adoptado leyes y decretos en el transcurso de los últimos años. Se han agravado las penas en los crímenes contra periodistas, hay un sistema de protección para que haya menos violencia e impunidad. Pero las leyes se quedan en el papel, no se aplican. Esa ha sido la crítica más intensa de los últimos años. Entendemos que México es un país federal, en donde lo que sucede no depende solamente del presidente mexicano, tiene que haber un acompañamiento de las fuerzas estatales. Desde la SIP hemos batallado muchos años para que se reforme la Constitución en México y que los crímenes contra periodistas en México sean considerados delitos federales.
¿Desde cuándo se elevó a nivel federal la penalización por asesinatos a periodistas en México por instancia de la SIP?
Reporteros en peligro: el riesgo de informar
La promulgación de la enmienda consitucional del artículo 73 para federalizar los crímenes contra periodistas fue dada a conocer el 3 de mayo de 2013. Hace más de tres años.
De los 13 periodistas asesinados este año, ¿ha sido castigado o enjuiciado alguno de los responsables?
Hay sospechas y líneas de investigación, pero no ha habido ningún resultado hasta ahora. Estamos a la espera.
¿Quienes matan a los periodistas en México? ¿Los narcotraficantes o los políticos que temen que salga a la luz pública su vínculo con el crimen organizado?
El crimen organizado es la causa número uno, pero hay que sumarle que muchos de estos crímenes se producen en zonas alejadas de la capital mexicana o las grandes urbes, en donde el periodismo es más vulnerable a los actores del narcotráfico, porque todas las instituciones están infiltradas por el crimen organizado. Los pequeños tribunales y las autoridades policiales e investigativas están en gran parte infiltradas y corrompidas. Eso hace que haya una fuente de violencia no sólo contra periodistas sino contra la población en general. Así que la causa número dos es la cultura de la corrupción que está inserta en varias instituciones mexicanas y sobre todo en el interior del país en donde hay menor protección y mayor vulnerabilidad, sin prensa extranjera. Ante ese apagón informativo los narcotraficantes o los miembros del crimen organizado tienen un mayor escudo para cometer cada vez más actos de violencia.
Después de México, ¿qué otro país ha empeorado este año?
Este año fueron asesinados 24 periodistas en el continente americano, en México 13, en Brasil 4, Guatemala 3, y en Venezuela, El Salvador, Estados Unidos y Perú hubo un periodista muerto en cada uno de estos países. Después de México Brasil sigue siendo una de las preocupaciones mayores. Tiene las mismas características de México en cuanto a que la mayoría de los periodistas son asesinados en el interior del país, donde hay mayor corrupción. O al menos en donde no se denuncia tanto la corrupción y en donde hay un clima de impunidad bastante alto, los crímenes contra periodistas no suelen ser resueltos, con excepción de un crimen ocurrido en Río de Janeiro en donde hubo una gran presión nacional e internacional. Pero los periodistas de medios pequeños que no despiertan tanta conmoción rara vez son resueltos.
¿Qué ha pasado en Honduras, un país que ha estado desde hace años sumido en la violencia?
Es un país que también está marcado por la violencia contra periodistas, sobre todo en el interior del país.
El Salvador sufrió también un aumento de la violencia contra periodistas. Reporteros sin Fronteras apunta al presidente Salvador Sánchez Cerén que ha acusado a los medios de comunicación de orquestar una campaña de terror psicológico...
México, uno de los países más peligrosos para periodistas
La mayor preocupación de El Salvador es un clima de inseguridad pública por temas que tienen que ver con la pobreza y sobre todo con el gran problema de las maras, las pandillas juveniles. Ya no representan un delito menor sino que conforman los distintos cárteles de narcotraficantes que se reparten el territorio del país. Hemos tenido una denuncia y un seguimiento respecto a la violencia digital o ciberataques que han sufrido los diarios más grandes de la ciudad que fueron víctimas de piratas cibernéticos que hicieron réplicas con información apócrifa.
Pareciera que es un problema del mundo globalizado...
Esto está ocurriendo en muchos países de Latinoamérica y del mundo. Este tipo de ciberataques perpetrados por grupos que no quieren que se informe debidamente, ya sea grupos criminales pero incluso gubernamentales, como vimos en el caso de El Salvador. Por eso la SIP ha hecho una alianza con Google para adoptar un programa especial que los asociados de la SIP puedan aplicar. Entre los posibles programas se encuentra el proyecto Shield (escudo) que trata de identificar y de censurar los ataques que buscan alterar a los medios de comunicación. Es un tema que preocupa cada vez más.
Venezuela es un país en donde la libertad de prensa está muy censurada, ¿cuál ha sido la situación este año?
En Venezuela hubo un periodista asesinado este año y es el único país en donde ha sido encarcelado el director de un medio digital, Braulio Jatar, detenido sin proceso alguno. Es una preocupación grande. En medio de la crisis económica y de escasez de alimentos el gobierno de Nicolás Maduro ha coartado la libertad de prensa al no permitir acceso a los dólares necesarios para importar papel. Hay más de 20 medios de comunicación escritos que han dejado de publicar y lo están haciendo a nivel digital.
Con el agravante de la falta de ingresos por publicidad....
Si la crisis ha cercenado los ingresos de publicidad, los ingresos del periodismo digital son menores de lo que eran en papel escrito. Hay ahí una doble arma con la que el gobierno ha atentado contra la libertad de prensa. Más allá de que también los medios de comunicación electrónicos no pueden reponer su equipo. Ahora el gobierno está amenazando con una nueva regulación a las redes sociales a las que se les impondrá castigos para que los usuarios no critiquen al gobierno. En este momento en Venezuela es en donde la censura oficial es una de las más fuertes y es una censura legitimada a través de leyes y decretos.
¿Cuál es la situación en Cuba?
Desde 2015, después de que el presidente Obama y Raúl Castro relajaran las relaciones económicas y políticas en ambos países, hemos tenido tres reuniones con oficiales del departamento de Estado de Estados Unidos, para que el tema de la libertad de prensa figure en la agenda de las relaciones bilaterales entre ambos países. Pese a que Estados Unidos levantara ciertas restricciones, el gobierno de Cuba no ha mejorado un ápice la libertad de prensa, continúa con el arresto de periodistas independientes y sigue censurando la libertad de prensa a nivel nacional y divulgando una propaganda ideológica muy fuerte a la población a través de los medios oficiales. La situación en Cuba no ha cambiado, por lo que seguiremos muy pendientes de que estos temas entren dentro de la agenda de la nueva presidencia de Donald Trump y que haya una exigencia mayor para que haya una mejora en los derechos a la información de los ciudadanos.
Ya que menciona usted a los Estados Unidos, se dice que hay una vigilancia en internet.
Nos hemos pronunciado varias veces por los problemas de la Ley Patriótica y lo que ha sido un clima de vigilancia profunda durante algunos años del gobierno de Obama. Tenemos información de que eso ha sido superado a través de nuevos decretos del Departamento de Justicia, las empresas que también se prestaron a ello, como Google, Facebook o Apple se han opuesto. Para cualquier petición de espionaje en las redes sociales o en internet tiene que haber una orden de un juez para que pueda prosperar y no sólo un decreto del ejecutivo. Sabiendo las denuncias en contra de Julian Assange o de Edward Snowden, obviamente la Sociedad Interamericana de Prensa no puede ser tan ingenua para creer que lo que se dice es siempre verdad. Por otro lado sabemos que estamos en una era digital en la que se han exponenciado los delitos, hay que estar atentos a lo que está pasando.
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