Arabia
Saudita ha llevado a cabo durante años y con poco éxito una guerra
subsidiaria contra Irán. Pese a esa historia de pérdidas, Riad se está
movilizando para un enfrentamiento mal concebido con la República
Islámica, sostiene Sharmine Narwani, analista especializada en
geopolítica de Oriente Medio.
"Sabemos que somos el objetivo principal de Irán", ha afirmado este mes el príncipe heredero sustituto y ministro de Defensa saudita, Mohammed Bin Salmán, y añadió que "no vamos a esperar a que la batalla llegue hasta Arabia Saudita, vamos a trabajar para tener la batalla en Irán".
"Si los saudíes hacen algo estúpido, no dejaremos ninguna zona sin tocar, a excepción de La Meca y Medina", reaccionó por su parte el ministro de Defensa de Irán, Hossein Dehghan.
En otras palabras, advierte la experta en un artículo para RT, si Arabia Saudita lanza una agresión directa contra Irán, "esta será la última guerra para Riad".
Desde la Revolución Islámica de 1979, Riad ha tratado de detener la influencia iraní en Oriente Medio y derrotar a sus aliados. Los últimos ejemplos han sido la campaña militar contra los hutíes en Yemen, la supresión de la disidencia en Baréin y el apoyo a los extremistas en Siria.
Aunque "Riad nunca se ha atrevido a enfrentarse directamente a Irán", subrayó Narwani, "los sauditas podrían planearlo ahora bajo el mando de este príncipe de 31 años", sostiene.
Sharmine Narwani recomienda tomar en serio las advertencias de Mohammed Bin Salmán en medio de la actualización de las relaciones de su país con Washington. El presidente estadounidense está vendiendo armas a la monarquía por miles de millones de dólares y escogió a Riad como el lugar de su primera gira en su flamante cargo, para promocionar la creación de una OTAN árabe que colabore con Israel enfrentándose a Irán.
Pero no hay que esperar un enfrentamiento militar en la etapa inicial, señala la experta, y agrega que es más probable que EE.UU., Israel y Arabia Saudita centren sus esfuerzos iniciales en subversiones y actos de sabotaje contra Teherán, algo en lo que tienen mucha experiencia.
Narwani cree que el papel de Riad se pondrá de manifiesto en las froteras iraníes y dentro de las mismas, así como lo ha hecho en Siria, Irak, Afganistán y otras zonas desbordadas por grupos extremistas apoyados por los saudíes.
Instigar a las minorías
Demográficamente Irán está compuesto en un 60 % por persas, mientras que el resto corresponde a una mezcla de azeríes, kurdos, luros, turcomanos y árabes, entre otros. Un 99 % de los iraníes son musulmanes, de los cuales un 90 % chiitas, mientras que el resto son sunitas, cristianos, judíos y zoroástricos, entre otros.
La minoría sunita de Irán se compone principalmente de kurdos, turcomanos y baluchis, y es en estos grupos donde se percibe la influencia extranjera actualmente.
En los últimos, años miles de efectivos de las fuerzas de seguridad han sido asesinados en la frontera de la provincia de Sistán y Baluchistán con Pakistán. El caso más reciente fue el asesinato de una decena de guardafronteras iraníes en abril pasado por parte de Jaish Al Adl, un grupo extremista que, según Teherán, es dirigido por EE.UU. y Arabia Saudita.
Además, EE.UU. alienta las aspiraciones de las minorías iraníes a través de varios medios, centros analíticos y políticos.
"Las huellas estadounidenses y saudíes pueden observarse por todo este proyecto de instigar a los kurdos a una rebelión dentro de Irán", acentuó Narwani, mencionando que en junio y julio pasado por primera vez en 20 años los kurdos del noroeste de Irán se enfrentaron con los Guardianes de la Revolución Islámica, un cuerpo de élite militar, dejando varias bajas en ambos lados.
Un Irán vigilante
Irán conoce este tipo de maquinaciones extranjeras, a las que ha hecho frente desde la Revolución Islámica, asegura Narwani.
Irán ha mostrado ya que la 'profundidad estratégica' es su línea roja, y las fronteras nacionales aún más. Tras advertir al Gobierno iraquí en 2014 que tomaría medidas si el Estado Islámico se acercaba a 40 km de su frontera, la Fuerza iraní lanzó ataques por primera vez desde la guerra con Irak en la provincia iraquí de Diala.
Igualmente, el jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohammad Bagheri, ha amenazado con una operación militar en territorio pakistaní a menos que Islamabad asuma el control sobre las zonas fronterizas.
"El príncipe saudita Mohammad Bin Salmán ha cometido el error de un novato amenazando con una guerra a Irán. Ha notificado al mundo. Cualquier reacción por parte de Irán ahora cuenta con una legitimidad completa para una represalia mesurada", sostuvo la experta.
"Quizás vivamos para ver cómo el miembro de la familia real saudí se come sus palabras", concluyó Narwani.
"Sabemos que somos el objetivo principal de Irán", ha afirmado este mes el príncipe heredero sustituto y ministro de Defensa saudita, Mohammed Bin Salmán, y añadió que "no vamos a esperar a que la batalla llegue hasta Arabia Saudita, vamos a trabajar para tener la batalla en Irán".
"Si los saudíes hacen algo estúpido, no dejaremos ninguna zona sin tocar, a excepción de La Meca y Medina", reaccionó por su parte el ministro de Defensa de Irán, Hossein Dehghan.
En otras palabras, advierte la experta en un artículo para RT, si Arabia Saudita lanza una agresión directa contra Irán, "esta será la última guerra para Riad".
Desde la Revolución Islámica de 1979, Riad ha tratado de detener la influencia iraní en Oriente Medio y derrotar a sus aliados. Los últimos ejemplos han sido la campaña militar contra los hutíes en Yemen, la supresión de la disidencia en Baréin y el apoyo a los extremistas en Siria.
Aunque "Riad nunca se ha atrevido a enfrentarse directamente a Irán", subrayó Narwani, "los sauditas podrían planearlo ahora bajo el mando de este príncipe de 31 años", sostiene.
Sharmine Narwani recomienda tomar en serio las advertencias de Mohammed Bin Salmán en medio de la actualización de las relaciones de su país con Washington. El presidente estadounidense está vendiendo armas a la monarquía por miles de millones de dólares y escogió a Riad como el lugar de su primera gira en su flamante cargo, para promocionar la creación de una OTAN árabe que colabore con Israel enfrentándose a Irán.
Pero no hay que esperar un enfrentamiento militar en la etapa inicial, señala la experta, y agrega que es más probable que EE.UU., Israel y Arabia Saudita centren sus esfuerzos iniciales en subversiones y actos de sabotaje contra Teherán, algo en lo que tienen mucha experiencia.
Narwani cree que el papel de Riad se pondrá de manifiesto en las froteras iraníes y dentro de las mismas, así como lo ha hecho en Siria, Irak, Afganistán y otras zonas desbordadas por grupos extremistas apoyados por los saudíes.
Instigar a las minorías
Demográficamente Irán está compuesto en un 60 % por persas, mientras que el resto corresponde a una mezcla de azeríes, kurdos, luros, turcomanos y árabes, entre otros. Un 99 % de los iraníes son musulmanes, de los cuales un 90 % chiitas, mientras que el resto son sunitas, cristianos, judíos y zoroástricos, entre otros.
La minoría sunita de Irán se compone principalmente de kurdos, turcomanos y baluchis, y es en estos grupos donde se percibe la influencia extranjera actualmente.
En los últimos, años miles de efectivos de las fuerzas de seguridad han sido asesinados en la frontera de la provincia de Sistán y Baluchistán con Pakistán. El caso más reciente fue el asesinato de una decena de guardafronteras iraníes en abril pasado por parte de Jaish Al Adl, un grupo extremista que, según Teherán, es dirigido por EE.UU. y Arabia Saudita.
Además, EE.UU. alienta las aspiraciones de las minorías iraníes a través de varios medios, centros analíticos y políticos.
"Las huellas estadounidenses y saudíes pueden observarse por todo este proyecto de instigar a los kurdos a una rebelión dentro de Irán", acentuó Narwani, mencionando que en junio y julio pasado por primera vez en 20 años los kurdos del noroeste de Irán se enfrentaron con los Guardianes de la Revolución Islámica, un cuerpo de élite militar, dejando varias bajas en ambos lados.
Un Irán vigilante
Irán conoce este tipo de maquinaciones extranjeras, a las que ha hecho frente desde la Revolución Islámica, asegura Narwani.
Irán ha mostrado ya que la 'profundidad estratégica' es su línea roja, y las fronteras nacionales aún más. Tras advertir al Gobierno iraquí en 2014 que tomaría medidas si el Estado Islámico se acercaba a 40 km de su frontera, la Fuerza iraní lanzó ataques por primera vez desde la guerra con Irak en la provincia iraquí de Diala.
Igualmente, el jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas iraníes, Mohammad Bagheri, ha amenazado con una operación militar en territorio pakistaní a menos que Islamabad asuma el control sobre las zonas fronterizas.
"El príncipe saudita Mohammad Bin Salmán ha cometido el error de un novato amenazando con una guerra a Irán. Ha notificado al mundo. Cualquier reacción por parte de Irán ahora cuenta con una legitimidad completa para una represalia mesurada", sostuvo la experta.
"Quizás vivamos para ver cómo el miembro de la familia real saudí se come sus palabras", concluyó Narwani.
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