Pues
exactamente lo mismo que pinta en el resto de localidades vascas en las
que está desplegado este cuerpo militar. Pinta la bandera roja y
amarilla que portaba el ejército fascista español en el 36 y que Franco
restituyó. El único motivo por el cual está desplegada la guardia civil
en Euskal Herria es imponer mediante las armas que la clase trabajadora
vasca no pueda autodeterminarse y esté atada a la voluntad de la
burguesía española. Esa función de amenaza y control político, es el
único motivo por el cual está la guardia civil en Euskal Herria. Algo
que no le ha pedido nadie salvo los cuatro oligarcas de siempre, los
medios de comunicación controlados por banqueros y la clase política
española.
La
función de la guardia civil en Euskal Herria es la misma función que
tienen todos los cuerpos de ocupación en territorios anexionados por la
fuerza porque exactamente eso es lo que es. Y ahí se encuadran
absolutamente todas sus prácticas. Esa es la historia que ha dejado la
guardia civil en Euskal Herria sirviendo a sus amos de la burguesía para
que mantengan sus privilegios y que Euskal Herria no sea libre ni para
elegir su futuro. Triste objetivo para una macabra trayectoria cubierta
de impunidad.
Si alguna vez se abre un escenario de paz y libertad en Euskal Herria eso habrá supuesto entre otras cosas que la guardia civil es historia pasada en Euskal Herria y la ha abandonado. Es un requisito fundamental e imprescindible porque mientras permanezcan en Euskal Herria significará que permanece la amenaza constante y la imposición, aunque no saldrían de sus cuarteles. Sus cuarteles deben ser expropiados por la clase trabajadora vasca y puestos en manos de asambleas para necesidades sociales de por ejemplo la juventud vasca. Juventud que ha sido combatida por la guardia civil por todo tipo de medios.
Que la guardia civil se vaya, y con ella su violencia ilegítima, pasa precisamente porque la sociedad vasca se organice para ello. No basta simplemente con que se vaya, ni tampoco sustituirla por una guardia civil vasca se llame ertzaintza o policía foral. Si la guardia civil es lo que es en Euskal Herria, no lo es porque sí, sino porque existe todo un entramado político, unas relaciones de poder y una legalidad que impide a la clase trabajadora vasca ser soberana y tener el poder. Y mientras ese poder no sea transferido y recuperado y deje de estar en manos de los de arriba y de estados ajenos, toda fuerza policial o militar estará para salvaguardar unos intereses determinados.
Por eso ocurre lo que ocurre con los jóvenes de Altsasu, pero también con los de Tolosa u Orereta (Y eso ocurrirá también en Catalunya si se ejerce la autodeterminación). Y seguirá ocurriendo hasta que no se vaya la guardia civil y queden desestructurados y disueltos todos los cuerpos policiales españoles en Euskal Herria incluidos los autonómicos. Y que por tanto nazca una nueva seguridad para la clase trabajadora y no para los ricos, alejada del modelo represivo policial o militar carcelario y entrando en baremos de justicia real e igualdad, siendo esa la mejor defensa.
La
función de la guardia civil en Euskal Herria es la misma función que
tienen todos los cuerpos de ocupación en territorios anexionados por la
fuerza porque exactamente eso es lo que es. Y ahí se encuadran
absolutamente todas sus prácticas. Esa es la historia que ha dejado la
guardia civil en Euskal Herria sirviendo a sus amos de la burguesía para
que mantengan sus privilegios y que Euskal Herria no sea libre ni para
elegir su futuro. Triste objetivo para una macabra trayectoria cubierta
de impunidad.Si alguna vez se abre un escenario de paz y libertad en Euskal Herria eso habrá supuesto entre otras cosas que la guardia civil es historia pasada en Euskal Herria y la ha abandonado. Es un requisito fundamental e imprescindible porque mientras permanezcan en Euskal Herria significará que permanece la amenaza constante y la imposición, aunque no saldrían de sus cuarteles. Sus cuarteles deben ser expropiados por la clase trabajadora vasca y puestos en manos de asambleas para necesidades sociales de por ejemplo la juventud vasca. Juventud que ha sido combatida por la guardia civil por todo tipo de medios.
Que la guardia civil se vaya, y con ella su violencia ilegítima, pasa precisamente porque la sociedad vasca se organice para ello. No basta simplemente con que se vaya, ni tampoco sustituirla por una guardia civil vasca se llame ertzaintza o policía foral. Si la guardia civil es lo que es en Euskal Herria, no lo es porque sí, sino porque existe todo un entramado político, unas relaciones de poder y una legalidad que impide a la clase trabajadora vasca ser soberana y tener el poder. Y mientras ese poder no sea transferido y recuperado y deje de estar en manos de los de arriba y de estados ajenos, toda fuerza policial o militar estará para salvaguardar unos intereses determinados.
Por eso ocurre lo que ocurre con los jóvenes de Altsasu, pero también con los de Tolosa u Orereta (Y eso ocurrirá también en Catalunya si se ejerce la autodeterminación). Y seguirá ocurriendo hasta que no se vaya la guardia civil y queden desestructurados y disueltos todos los cuerpos policiales españoles en Euskal Herria incluidos los autonómicos. Y que por tanto nazca una nueva seguridad para la clase trabajadora y no para los ricos, alejada del modelo represivo policial o militar carcelario y entrando en baremos de justicia real e igualdad, siendo esa la mejor defensa.
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