Al menos 75 lugares
ubicados en las ciudades de la zona costera de Baja California,
México, fueron usados por el crimen organizado como fosas clandestinas.
La mayoría de ellos se encuentran en Tijuana, informó Unidos por los
Desaparecidos de Baja California, citados por el diario La Jornada.
La Gallera es uno de esos sitios, ubicado en el poblado Maclovio Rojas (al este de Tijuan), donde por declaraciones de Santiago Meza, conocido como El pozolero del Teo quien se deshacía de los cadáveres usando ácido, se enterraron los restos de más de 300 hombres entre 2007 y 2008, precisó la asociación.
En solo dos días descubrieron y recolectaron más de 200 fragmentos óseos y se enviaron a la Procuraduría General de la República para su análisis científico y cotejo con el catálogo de ADN de familiares de víctimas de desaparecidos.
Fernando Ocegueda, fundador del organismo civil, explicó que para localizar las principales casas de seguridad usadas por los cárteles de la droga para la privación ilegal de personas y el ajuste de cuentas, solicitaron información al área federal encargada de administrar los espacios incautados a la delincuencia organizada.
“Son ochenta; cruzamos información y mapeamos las zonas con los espacios de control de los cárteles de Tijuana y de Sinaloa para indagar si en esas casas hay cuerpos enterrados de víctimas de secuestro y de levantones”, explicó.
Sobre la guerra entre grupos del narco entre 2007 y 2008 en Tijuana, comentó que sólo en esa urbe fronteriza había ocho o nueve pozoleros, y uno era Santiago Meza.
En 2009, Santiago Meza López reveló que deshizo en ácido unos 300 cuerpos de personas asesinadas por órdenes de Teodoro García Simental en un predio ubicado en el poblado Ojo de Agua, y a partir de entonces familiares de desaparecidos empezaron la búsqueda.
La Gallera es uno de esos sitios, ubicado en el poblado Maclovio Rojas (al este de Tijuan), donde por declaraciones de Santiago Meza, conocido como El pozolero del Teo quien se deshacía de los cadáveres usando ácido, se enterraron los restos de más de 300 hombres entre 2007 y 2008, precisó la asociación.
En solo dos días descubrieron y recolectaron más de 200 fragmentos óseos y se enviaron a la Procuraduría General de la República para su análisis científico y cotejo con el catálogo de ADN de familiares de víctimas de desaparecidos.
Fernando Ocegueda, fundador del organismo civil, explicó que para localizar las principales casas de seguridad usadas por los cárteles de la droga para la privación ilegal de personas y el ajuste de cuentas, solicitaron información al área federal encargada de administrar los espacios incautados a la delincuencia organizada.
“Son ochenta; cruzamos información y mapeamos las zonas con los espacios de control de los cárteles de Tijuana y de Sinaloa para indagar si en esas casas hay cuerpos enterrados de víctimas de secuestro y de levantones”, explicó.
Sobre la guerra entre grupos del narco entre 2007 y 2008 en Tijuana, comentó que sólo en esa urbe fronteriza había ocho o nueve pozoleros, y uno era Santiago Meza.
En 2009, Santiago Meza López reveló que deshizo en ácido unos 300 cuerpos de personas asesinadas por órdenes de Teodoro García Simental en un predio ubicado en el poblado Ojo de Agua, y a partir de entonces familiares de desaparecidos empezaron la búsqueda.
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