lunes, 11 de septiembre de 2017

Crece incredulidad sobre ‘guerra antidrogas’ de Gobierno mexicano

Crece incredulidad sobre ‘guerra antidrogas’ de Gobierno mexicano

  • Soldados mexicanos vigilan un campo de adormidera en el término municipal de Hueyotlipan (estado central de Tlaxcala), 25 de julio de 2017.
O bien la lucha mexicana contra la droga es un fracaso absoluto, o bien es una ficción: desde que empezó, el cultivo de adormidera no ha hecho más que aumentar.
Esa segunda conclusión es la que alcanzan cada vez más analistas, a la vista de los datos que van saliendo a la luz. Este sábado es el periodista Zósimo Camacho, de la revista Contralínea, quien denuncia en el canal ruso RT que en la última década se han sumado al cultivo del opio en México territorios mayores que los de Singapur, Baréin o Hong Kong.
La cifra real, posiblemente muy superior a las 171.000 hectáreas de amapola detectadas y destruidas por el Ejército mexicano, es imposible de conocer, ya que “la mayoría de los sembradíos no son ‘descubiertos’”, recuerda el investigador, sugiriendo que lo que se presenta como descubrimientos es una farsa.
Camacho no duda en calificar de “fingida” la guerra contra las drogas de las autoridades mexicanas, constatando que desde las 3500 hectáreas de cultivo registradas en 2005 se ha pasado a 26.248 en 2015 y 22.211 en 2016, siempre, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODCC, por sus siglas en inglés).
Conforme al Informe Mundial sobre las Drogas de 2017, publicado en junio, el vecino sureño de la superpotencia estadounidense (principal consumidor de las drogas) ocupa el tercer lugar en la producción planetaria de opiáceos, por detrás de Afganistán (que sigue sufriendo ocupación militar de EE.UU.) y de Myanmar.
¿Para qué se ha desplazado a 300.000 personas, asesinado a 160.000 y desaparecido a 30.000? O, incluso, ¿para qué han perdido la vida casi 600 soldados y marinos?”, pregunta el periodista mexicano Zósimo Camacho.

En la última década y pese a los desplazamientos de población, las decenas de miles de muertes violentas y desapariciones, se ha sembrado adormidera en la inmensa mayoría de los estados mexicanos —26 de 32—, señala el investigador, que lamenta además un crecimiento cada vez mayor: más de la tercera parte de los cultivos destruidos por el Ejército se sembraron “en los últimos dos años”.
Ante esta situación de incremento de un 750 % del cultivo de la adormidera, se pregunta Camacho, “¿para qué se ha desplazado a 300.000 personas, asesinado a 160.000 y desaparecido a 30.000? O, incluso, ¿para qué han perdido la vida casi 600 soldados y marinos?”.
mla/ctl/tmv/mkh

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