EE.UU. y sus aliados han pedido a ciertos grupos 'rebeldes' sirios que se retiren del sureste de Siria y se dirijan hacia Jordania.

Combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS) conducen un tanque cerca de la ciudad siria de Qabasin, a unos 30 kilómetros de Alepo, 8 de enero de 2017.
Los grupos rebeldes Yeish Usud al-Sharqiya y las Fuerzas del Mártir Ahmad al-Abdo, una rama del llamado Ejército Libre Sirio (ELS), han revelado este domingo que sus patrocinadores, entre ellos la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, por sus siglas en inglés), Arabia Saudí y Jordania, les han pedido que dejen de luchar contra el Ejército sirio y sus aliados en el sureste de Siria. "Hay una petición oficial para que dejemos el área", ha indicado Badr al-Din al-Salamah, un alto comandante del grupo armado Yeish Usud al-Sharqiya, citado por la agencia de noticias británica Reuters.
Usoud al-Sharqiya es uno de los principales grupos rebeldes de la zona y receptor de la ayuda militar de la llamada coalición anti-EIIL (Daesh, en árabe) que lidera Estados Unidos. Estas bandas en cuestión rechazaron a finales del pasado mes de agosto otro llamado del país norteamericano a evacuar sus puestos en la frontera sirio-jordana.
Esta noticia coincide con la publicación de un informe que indicaba esta jornada que el ELS se encuentra en una coyuntura ya que
está cercado por las tropas sirias
a lo largo de la frontera jordana.
Fuentes diplomáticas occidentales han indicado que la petición está relacionada con una decisión que tomó en julio la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, para detener el programa de la CIA de equipar y entrenar a grupos rebeldes que luchan para derrocar el Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad.
En una carta supuestamente enviada a los comandantes rebeldes y vista por Reuters, se les comunica que "aunque han luchado valientemente para defenderse del Ejército sirio", su presencia en un pequeño enclave ahora representa una amenaza para ellos.
Los cientos de combatientes de ambos grupos no han recibido de buen gusto esta noticia ya que consideran que retirarse a Jordania significaría disolver sus fuerzas. En efecto, además de abandonar el territorio sirio, tendrán que entregar la artillería pesada y decenas de misiles antitanque estadounidenses.
Comandantes rebeldes llegaron a indicar el sábado en una reunión que preferirían "quedarse y morir" en el desierto que abandonar el campo de batalla. Por el momento los milicianos siguen en sus puestos.
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