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Choque entre burguesías: la clase obrera pierde (o Alien contra Predator) Kaos en la red
Por Pere Perez
Decía el clásico que dentro de cada nación hay dos, o algo asín, que de citas falsas de clásicos se llenarían bibliotecas.
Por Pere Pérez
Catalunya
padana. Érase una vez una burguesía nacional que, al no conseguir
hegemonizar el Estado burgués plurinacional al que pertenecía, y viendo
que se le había ido la mano sobreexplotando a las clases obreras de las
distintas naciones a las que explotaba, incluida su propia clase obrera,
decidió separarse. Para ello necesitaba masa de maniobra, es decir,
carne de cañón, por lo que sobornó (gratis) a su pequeña y mediana
burguesía y a un sector de su clase obrera nacional.
España
eterna. Mientras tanto, la burguesía que sí hegemonizaba el Estado
plurinacional, asistía atónita al espectáculo de ver cómo sus
aliados/competidores de toda la vida cambiaban de estrategia, decidiendo
que, al menos en su cortijo, mandaban ellos y nadie más. “Se van a
enterar”, tenemos más banderas que ellos para esconder nuestras
vergüenzas, porque somos más”. “Contamos con el monopolio de la
violencia legítima de un Estado hecho y de derecho, y ellos sólo un
Estadín”. “¿Es que se quieren quedar con todas las ganancias de su
nación, sin dejarnos nuestra parte del botín? ¡Intolerable!”
Ambas
pusieron por delante los cuerpos represivos que controlaban, y
detrás/delante (son dialécticos cuando en el cocido meten la carne … de
cañón) a su “sociedad civil”, es decir, a sus sendas clases obreras
nacionales/plurinacionales.
-”destruyen el estado de derecho”
-”destruyen nuestro derecho a decidir”
-”no permiten un referéndum democrático”
-”el referéndum es ilegal y sin garantías”
Este
bla, bla, bla, amplificado por los medios de comunicación que ambas
controlaban (es decir, prácticamente todos), fue haciendo mella en las
poblaciones de ambas naciones/plurinaciones. Por un lado, masas, por el
otro, también. Incluso organizaciones políticas de sedicente izquierda
fueron arrastradas a apoyar a su burguesía respectiva. (Es ya tradición
entre las izquierdas obedecer a sus burguesías cuando éstas llaman a
filas, recuérdese qué pasó con la segunda internacional).
Y, cuando parecía que el ruido de banderas iba a acabar con todo, ….
Ambas
burguesías fueron de repente iluminadas por un haz de luz (celestial,
tal vez, o terrenal, del gobierno mundial burgués: UE, OTAN, BM, FMI, …)
que les hizo ver sus intereses comunes: es el momento de aplicar más
recortes sociales, gritaron al unísono, tú a los tuyos y yo a los míos,
mientras, agitando las respectivas banderas nacionales, se aplicaban a
imponer nuevos recortes sociales en nombre de superiores intereses
nacionales.
Y las clases obreras, fieles a tal
interés superior, aceptaron los sacrificios, porque, como todo el mundo
sabe o debiera saber, y si no, ya se encargarán los medios de adoctrina
miento de inculcarnos, por encima de nuestros miserables intereses
materiales, está el interés superior de nuestra nación, nuestro idioma
(aunque en este caso concreto se trata de miserables dialectos del latín
vulgar, como éste en el que escribo), nuestras estúpidas costumbres,
nuestras respectivas historias reescritas ad hoc, y allí, al fondo, di
os madre: el capital y su insaciable voracidad por aumentar la tasa de
ganancia.
Epílogo1: Para el final de esta ópera bufa
se puede contar con un coro de cadáveres o no, depende del nivel de
financiación de la obra. Con heridos ya se cuenta: varios cientos,
acercándonos al millar en el momento en que escribo.
Epílogo
2: ¿Y si las clases obreras de las diferentes naciones se consideraran
una sola y barrieran a sus respectivas burguesías? ¿La obra pasaría a
ser ciencia ficción materialista o novela naturalista?
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