Mientras en el PRI claman que se
esclarezca el posible enriquecimiento ilícito de Ricardo Anaya, en
Veracruz siguen checando a ver si el exgobernador, Javier Duarte, dejó
algo de lo mucho que se robó del erario. Por lo mientras –según la
administración de Miguel Ángel Yunes– se han logrado recuperar 722 millones 451 mil 080 pesos con 46 centavos en efectivo.
Aunque falta ver si tienen fondos, el
dinero se tiene en tres cheques Banco Inbursa: uno de 2016 y dos este
año, los cuales constan por 250 millones, 851 mil 80 pesos y 171
millones 600 mil pesos, respectivamente. Además, se tienen dos
comprobantes a nombre del gobierno de Veracruz por 50 millones y 250
millones de pesos.
Nada comparado con los 60 mil millones de pesos que la administración de Duarte desvió
(aunque el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz dice que “nada
más” fueron 21 mil millones). Pero bueno… además del cambio para el
parquímetro, a Duarte se le han confiscado diversos inmuebles, como un
rancho ubicado en Valle de Bravo, así como El Faunito, una casita
localizada en el municipio de Fortín de las Flores, Tlacotalpan.
Además, se logró la retención de un inmueble en el fraccionamiento Costa
de Oro, en Boca del Río, Veracruz. De acuerdo con el gober jarocho,
Yunes Linares, el dinero ya recuperado será destinado al sector salud y a
la seguridad de la entidad.
Pese a que faltan miles de millones de
pesos por recuperarse, hay que mencionar que apenas en julio pasado la
PGR señaló que sólo se investiga a Javidú por el desvío de 233 millones
de pesos a través de empresas fantasma… cantidad que ni siquiera
corresponde con la real. De acuerdo con Animal Político (portal
cuyas investigaciones tienen al exmandatario tras las rejas) el dinero
transado por la red de falsas empresas de Duarte alcanza los 647
millones de pesos.
Ahora que el PRI se rasga las vestiduras
por el supuesto enriquecimiento ilegal del líder nacional de PAN, hay
que recordar que el extitular de la Secretaría de Seguridad Pública de
Veracruz, Arturo Bermúdez Zurita, reconoció que la administración del
gordito desvió –mínimo– mil 300 millones de pesos para fines partidistas
(del PRI, claro): el financiamiento de la campaña de Héctor Yunes
Landa.
Pero bueno, Javidú no hizo más que
ejecutar lo aprendido de los “masters”: el mecanismo para el desvío de
recursos ya había sido patentado por el gobierno federal que, a través
de 11 dependencias, ha conseguido desaparecer miles de millones de
pesos. “Solo al revisar las Cuentas Públicas 2013 y 2014, por ejemplo, Animal Político
y Mexicanos contra la Corrupción e Impunidad (MCCI) detectaron
contratos ilegales por 7 mil 670 millones de pesos y de este dinero no
se sabe dónde quedaron 3 mil 433 millones”, señala contralacorrupcion.mx, en relación al compendio de transotas titulado “La Estafa Maestra”.
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