elespiadigital.com
Como teoría de la conspiración, lo de la ”injerencia rusa”, defendida en nuestro país fundamentalmente por el diario ultraderechista del gran capital global y portavoz de la CIA en España, EL PAIS, empieza a tomar aires de auténtica bufonada. Como la conspiración está quedando en ridículo, ahora se sacan que 13 rusos han sido capaces de iniciar una tempestad y cambiar la presidencia del país más poderoso de la tierra.
La acusación contra 13 ciudadanos y tres entidades rusas por supuesta injerencia en las elecciones presidenciales estadounidenses describe los métodos presuntamente utilizados por esas personas, algunos de los cuales son verdaderamente extraños.
Según la acusación formal, los acusados elaboraron una serie de planes para apoyar la campaña del actual presidente, Donald Trump, y menospreciar a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton. El plan consistía en celebrar acciones a favor y en contra de los dos políticos y promover en las redes sociales grupos centrados en cuestiones políticas y sociales. Sin embargo, los ejemplos concretos proporcionados en el documento plantean preguntas sobre la eficacia que realmente pudieron tener esos métodos para influir en las elecciones.
Felicitación de cumpleaños
El 29 de mayo de 2016, los acusados supuestamente organizaron que un estadounidense se parara frente a la Casa Blanca con un cartel con el mensaje "Feliz 55.º cumpleaños, querido jefe". La acusación afirma que la frase hacía referencia al cumpleaños, el 1 de junio, del empresario ruso Evgueni Prigozhin, quien supuestamente pagó por la campaña.
¿Comentarios despectivos?
Según la acusación, los participantes en la campaña publicaron "información derogatoria" sobre varios candidatos, entre ellos Clinton y los senadores Marco Rubio y Ted Cruz. El documento no revela el contenido real de los comentarios publicados.
'Hashtags' usados
El supuesto 'plan maestro' de los acusados suponía publicar en las redes sociales mensajes con varios 'hashtags', como #Trump2016 y #Hillary4Prison (Hillary a la prisión).
Fomentar la abstención entre las minorías
Las 'malvadas' mentes maestras rusas también supuestamente alentaron a las minorías a no votar, usando cuentas falsas como Woke Blacks y Blacktivist para publicar mensajes como: "Elige la paz y vota por Jill Stein", la candidata del Partido Verde.
En una cuenta musulmana también publicaron: "Los musulmanes estadounidenses boicotean las elecciones de hoy, la mayoría de los electores musulmanes estadounidenses se niegan a votar por Hillary Clinton porque quiere continuar la guerra contra los musulmanes en Oriente Medio y votó a favor de invadir Irak". Es posible que las cuentas fueran falsas, pero ¿qué hay en esas afirmaciones que no sea cierto?
'Manifestaciones' políticas
Los demandados organizaron una serie de mítines políticos, los publicitaron en sus cuentas de redes sociales y pidieron a otros grupos que también los promocionaran. En la manifestación 'Apoyen a Hillary, salven a los musulmanes estadounidenses', celebrada el 9 de julio de 2016 en Washington, presuntamente habrían conseguido que un estadounidense sostuviera un cartel con la frase: "Creo que la 'sharia' será una nueva y poderosa dirección de libertad", una afirmación supuestamente atribuida a Clinton.
Clinton en una jaula
En otra ocasión, los acusados pidieron a un ciudadano estadounidense que construyera una jaula para que una persona caracterizada como Clinton se colocara dentro con un uniforme de preso.
Trump: "El FBI gasta demasiado tiempo acusando a Rusia, por esto perdió al tirador de Florida"
El mandatario ha instado a la agencia a volver a sus labores principales para que los ciudadanos estadounidenses estén orgullosos de ellos.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha afirmado este sábado en un mensaje en su cuenta de Twitter que el FBI perdió de vista a Nikolaz Cruz, quien mató a 17 personas e hirió a otras 16 en la escuela secundaria de la ciudad de Parkland, Florida, por pasar demasiado tiempo investigando la relación rusa con su campaña electoral en el 2016.
"Muy triste que el FBI haya ignorado todas las señales enviadas por el tirador de la escuela de Florida. Esto no es aceptable. Están pasando demasiado tiempo tratando de demostrar la colusión rusa con la campaña de Trump: no hay colusión. ¡Vuelvan a lo básico y hagan que todos estemos orgullosos!", dice el mensaje.
Investigación y petición de renuncias en el FBI
El FBI ha admitido que un informante les había advertido de los planes del tirador de Parkland de disparar en la escuela, pero ignoró la advertencia.
El senador estadounidense, Marco Rubio, por su parte, ha afirmado que el FBI falló completamente a las víctimas del tiroteo en Florida: "Tanto la Cámara de Representantes como el Senado deben iniciar de inmediato sus propias investigaciones sobre los protocolos del FBI para garantizar que se cumplan las advertencias del público sobre posibles asesinos", señaló.
Además, el gobernador de Florida, Rick Scott, ha pedido este viernes la renuncia del director del FBI, Christopher Wray, después de que la agencia admitió que la advertencia sobre Cruz no fue investigada.
Las mentiras holandesas sobre la «agresión» del presidente Putin ponen de manifiesto la agenda de guerra de la OTAN
Finian CUNNINGHAM
El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, fue obligado esta semana a llevar a cabo una votación parlamentaria de no confianza luego de que su ministro de Relaciones Exteriores finalmente aclarara una peligrosa mentira que ha estado diciendo durante dos años sobre el presidente ruso Vladimir Putin.
Halbe Zijlstra se rindió avergonzado el lunes cuando el ministro de Relaciones Exteriores del país, luego de admitir que una historia que había difundido sobre escuchar personalmente a Putin planeando crear una «Rusia mayor» era falsa. Eso obligó entonces al primer ministro Rutte a soportar una moción de «no confianza» por parte de los parlamentarios. Al final, Rutte sobrevivió a la votación. Si la mayoría había votado en contra de su liderazgo, es posible que su coalición de gobierno haya colapsado.
Pero el daño profundo hecho a las autoridades holandesas no será reparado tan fácilmente por la supervivencia de Rutte como primer ministro. Lo que se ha expuesto esta semana es que un alto funcionario del gobierno dice temerariamente mentiras descaradas en un intento de calumniar a Rusia, envenenar las relaciones internacionales y aumentar las ya peligrosas tensiones geopolíticas.
Zijlstra había afirmado hace dos años, en 2016, que había presenciado personalmente al líder ruso Vladimir Putin jactándose de crear una «Rusia mayor» que, según se afirma, incorporaría a Ucrania, los Estados bálticos, Bielorrusia y Kazajistán.
El recién dimitido diplomático holandés afirmó haber escuchado a Putin hacer las declaraciones cuando estaba presente con otros en la casa de verano del líder ruso en 2006.
Esta semana, Zijlstra finalmente salió limpio y admitió ante el parlamento que no había estado presente en la supuesta reunión. Aún mantiene, sin embargo, que un confidente que estaba entre los invitados a la casa de Putin le informó sobre el supuesto plan de la «gran Rusia». Pero, ¿cómo podemos ahora confiar en la palabra de un mentiroso confeso?
El jefe de Zijlstra, el primer ministro Rutte, también intentó minimizar la debacle, alegando que su ministro de Relaciones Exteriores había cometido «un gran error», pero que «la mentira no era un pecado mortal».
Rutte está por un rudo despertar debido a su pensamiento complaciente. Porque, de hecho, su gobierno ha sido sorprendido contando una mentira muy grave cuyas ramificaciones conciernen a cuestiones de guerra y paz en Europa.
El ex ministro Zijlstra es acusado de una gran distorsión de la política exterior de Rusia.
Desde el golpe ilegal respaldado por Estados Unidos y Europa en Ucrania a principios de 2014, la realidad geopolítica se ha puesto patas arriba. Los medios corporativos estadounidenses y europeos han promocionado la implacable propaganda anti Rusia acusando a Moscú de «agresión» y «expansionismo» en Europa.
Este torrente de rusofobia arrojado por Washington, el Pentágono, la OTAN y la Unión Europea ha creado la peor crisis en las relaciones con Rusia desde que terminó la Guerra Fría hace casi tres décadas. Hay temores reales de que la creciente crisis se convierta en una guerra total que involucre a las potencias nucleares.
Por lo tanto, la ofensa de Zijlstra no es simplemente una mentira «equivocada». Su flagrante distorsión pública ha contribuido directamente al grave deterioro de las relaciones geopolíticas. Uno podría incluso argumentar que tales comentarios reprensibles equivalen a la incitación a la guerra, que es un crimen cardinal según los principios legales de Nuremberg.
Lamentablemente, el mentiroso político holandés no es un caso aislado. Recordemos cómo el ex ministro de exteriores polaco Radek Sikorski fue sorprendido contando mentiras difamatorias similares sobre Rusia en 2014.
Sikorski, que ha sido un ferviente partidario de la acumulación de fuerzas de la OTAN contra Rusia, según los informes, afirmó haber escuchado a Vladimir Putin en 2008 conspirando para anexarse territorio ucraniano en un complot encubierto. Sikorski afirmó que escuchó a Putin proponer al entonces primer ministro polaco, Donald Tusk, con un acuerdo de reparto de Ucrania entre Polonia y Rusia.
Sikorski se vio obligado a retractarse rápidamente de los reclamos publicados en los medios de comunicación estadounidenses, y admitió torpemente que no estuvo presente en la supuesta reunión con Putin, y que sus comentarios citados se entendieron como una «broma surrealista».
Pero, nuevamente, esto no es una broma o un error. Es una desinformación mortalmente grave por altos funcionarios del gobierno, lo que está provocando temerariamente las tensiones bélicas con Rusia. Sikorski está prominentemente asociado con grupos de expertos pro-OTAN como el halcón American Enterprise Institute. Está casado con Anne Applebaum que se gana la vida escribiendo solas anti-rusas para los medios de comunicación como el Washington Post.
Zijlstra y Sikorski se unen a las filas de la rusofobia regurgitada por otros ministros de relaciones exteriores europeos como el británico Boris Johnson, que emitió el extravagante reclamo a principios de este año de que Rusia está «atacando» la infraestructura británica; o el ministro de exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, que ha impugnado a Rusia por el uso de armas químicas en Siria, solo para que el presidente francés Emmanuel Macron admita esta semana que su gobierno no tiene evidencia sobre el uso de tales armas en Siria.
Macron ha hecho su propia contribución a la rusofobia mediante la nivelación de acusaciones infundadas de que su campaña para la elección presidencial del año pasado fue «pirateada» por agentes del Kremlin. Desde entonces, ha prohibido a los medios de comunicación rusos asistir a sus conferencias de prensa.
Todas estas altas figuras del gobierno están alimentando irresponsablemente un clima de demonización contra Rusia que está agravando otras afirmaciones desquiciadas hechas por políticos en Washington y en los estados bálticos. La presidenta lituana Dalia Grybauskaite, por ejemplo, afirmó recientemente que los misiles rusos Iskander basados en el territorio soberano ruso de Kaliningrado apuntaban a la mitad de Europa, una afirmación alarmista que ha sido amplificada por el secretario de defensa estadounidense James Mattis en la reciente Nuclear Posture Review del Pentágono.
El clima de histeria -basado en afirmaciones oficiales falsas y enfebrecidas- está militando en contra de las relaciones políticas y diplomáticas normales, lo que a su vez está exacerbando la guerra en Ucrania y conduciendo a tensiones de guerra más amplias con Rusia en toda Europa.
Una buena pregunta es por qué el derrocado ministro holandés decidió adueñarse esta semana de sus mentiras sobre Putin.
La respuesta puede estar relacionada con la mayor crisis de credibilidad del gobierno holandés y sus aliados de la OTAN con respecto a toda la guerra de propaganda de rusofobia.
El próximo mes, los Países Bajos celebrarán un referéndum nacional sobre la extensión de los poderes de la inteligencia estatal holandesa para monitorear las comunicaciones electrónicas públicas. Para convencer al público holandés de votar por más poderes de espionaje, las autoridades confían en las afirmaciones trilladas sobre «intromisión» e «interferencia» rusa.
Parece significativo que los medios holandeses informaron el mes pasado que los servicios secretos del país supuestamente «piratearon» hackers estatales rusos que presuntamente penetraron en las bases de datos del partido demócrata estadounidense durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2015-2016. Como de costumbre, no se proporcionó ninguna evidencia para respaldar los reclamos. Sabemos por otros informes fidedignos que el partido demócrata probablemente no fue pirateado en absoluto, sino que fue filtrado por un miembro del equipo demócrata. Entonces, la historia de inteligencia holandesa que mancha a Rusia es muy dudosa.
Pero parece que la supuesta «buena acción» realizada por los servicios de inteligencia holandeses fue lanzada en los medios como una forma de congraciarse con el público holandés. El objetivo es disponer al público para que vote en el referéndum del mes próximo para darle al estado holandés poderes más intrusivos sobre los ciudadanos para «protegerlos» de los «nefastos rusos».
Ahora, si el ministro holandés hubiera retenido su cargo por más tiempo, existía el riesgo de que sus mentiras se volvieran públicamente embarazosamente cercanas al referéndum de marzo, lo que podría haber provocado que el público rechazara el deseo de las autoridades de tener más poderes de espionaje.
Quizás entonces se tomó la decisión en el alto cargo de que el ministro tomara la decisión ahora para deshacerse antes de una vergonzosa historia sobre sus mentiras sobre Rusia.
Cualquiera que sea la explicación sobre el momento, la admisión del gobierno holandés mintiendo sobre la agresión rusa en Europa es sin embargo una visión esclarecedora y atroz de cómo los EE.UU. y sus aliados europeos de la OTAN fomentan la rusofobia y la guerra.
Abominablemente, los funcionarios del gobierno europeo están dispuestos a arriesgarse a hundir a millones de ciudadanos en una guerra con Rusia basada en mentiras y prejuicios deformados y egoístas.
Análisis: Falsedades y mentiras: Incitar a la guerra es un crimen de guerra
El torrente de falsas acusaciones falsas contra Rusia formuladas por los EE. UU. Y sus aliados de la OTAN está afectando la velocidad de la disformidad.
Esta semana hubo más acusaciones sin fundamento de ciberataques rusos en las elecciones estadounidenses y las industrias británicas.
También hubo burdas declaraciones de funcionarios estadounidenses de que Rusia estaba detrás de los llamados ataques sónicos contra diplomáticos estadounidenses en Cuba.
Luego, un ministro de relaciones exteriores holandés fue obligado a renunciar después de que finalmente admitió haber dicho mentiras durante los últimos dos años sobre presuntos planes rusos de agresión regional.
Por otra parte, el Secretario de Estado de los Estados Unidos Rex Tillerson afirmó esta semana durante una gira por Medio Oriente que «el objetivo principal» de la participación de su nación en Siria es «derrotar» el terrorismo del Estado Islámico (Daesh).
Esto es evidentemente falso dado que las fuerzas estadounidenses que ocupan ilegalmente partes de Siria están lanzando ataques letales contra las fuerzas armadas sirias que en realidad luchan contra el Estado Islámico y su miríada de afiliados terroristas.
Mientras tanto, la embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, acusó a Rusia de bloquear los esfuerzos de paz en Siria, otra audaz falsedad para agregar a su grueso compendio de calumnia.
Quizás la falsedad más descarada se haya manifestado esta semana cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, admitió cándidamente que su gobierno no tenía ninguna prueba de que se utilizaran armas químicas en Siria.
«Hoy, nuestras agencias, nuestras fuerzas armadas no han establecido que las armas químicas, como se establece en los tratados, se han utilizado contra la población civil», dijo Macron a los medios en París.
Su admisión sigue a la del Secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Mattis, quien también confesó a principios de este mes que no tenía evidencia de que se desplegaran armas químicas en Siria.
«Tenemos otros informes del campo de batalla de personas que afirman que han sido utilizados», dijo Mattis a periodistas en el Pentágono. «No tenemos evidencia de eso».
Sin embargo, hace solo unas semanas, el gobierno de Francia y los Estados Unidos condenaron al presidente sirio Assad por el presunto uso de armas químicas por parte de sus fuerzas. El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, y el secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, también acusaron a Rusia de ser responsable debido a su alianza con Damasco.
Pero ahora se nos dice que los gobiernos de Francia y los EE. UU., De hecho, no tienen ninguna evidencia sobre las armas químicas en Siria.
Esto es a pesar de que el presidente estadounidense Donald Trump lanzó más de 50 misiles crucero Tomahawk en el país árabe en abril pasado en supuesta represalia por el «régimen sirio» lanzando municiones químicas en la ciudad de Khan Sheikhoun en la provincia de Idlib el 4 de abril de 2017.
Macron prosiguió con la absurda declaración de esta semana de que «si» se descubrieran armas químicas, ordenaría ataques militares contra Siria.
Tanto Siria como Rusia han rechazado categórica y repetidamente las afirmaciones sobre el uso de armas químicas, señalando que las reservas de Siria fueron eliminadas en 2014 en virtud de un acuerdo negociado por la ONU.
Cuando Mattis dijo «tenemos informes del campo de batalla» se estaba refiriendo a grupos como el grupo terrorista Al Nusra Front patrocinado por la CIA y su medio de comunicación, los llamados White Helmets.
Las imágenes de los medios de comunicación occidentales en las últimas dos semanas que aparentemente representan ataques aéreos sirios y rusos en áreas civiles provienen de los Cascos Blancos. Este grupo está integrado con Al Nusra.
La misma narrativa distorsionada que reclama violaciones sirias y rusas durante la liberación de Aleppo de los terroristas a finales de 2016 se está reproduciendo nuevamente en East Ghouta e Idlib. Y de nuevo los medios de comunicación occidentales están amplificando la dudosa propaganda de los Cascos Blancos como si fuera información independiente y verificada.
Esta semana en París Abdulrahman Almawwas, el llamado vicepresidente de los Cascos Blancos, que también reciben el nombre de Siria Defensa Civil, a la agencia de noticias Reuters que Francia y otras potencias de la OTAN deben intervenir en Siria.
«Es hora de tomar medidas reales y no solo hablar sobre las líneas rojas», dijo Almawwas, que estaba claramente decepcionado después de escuchar la admisión de Macron de que no había evidencia de armas químicas.
Es revelador que el enviado de los Cascos Blancos fuera recibido por altos funcionarios del gobierno francés en París, incluido el principal asesor diplomático de Macron, según Reuters.
También se quejó, sin darse cuenta, de que los Cascos Blancos recibieron menos fondos de gobiernos extranjeros este año en comparación con el año pasado.
Reuters informó: «Almawwas dijo que el financiamiento del grupo para 2018 de gobiernos extranjeros [sic] había caído a $ 12 millones de $ 18 millones el año anterior».
Según el propio sitio web de los White Helmets, los gobiernos extranjeros a los que reciben financiación incluyen: los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos, Alemania, Dinamarca y Canadá, entre otros.
En otras palabras, esta llamada organización de ayuda humanitaria es una entidad patrocinada por la OTAN, que evidentemente opera libremente en áreas de Siria controladas por Al Nusra y otros grupos terroristas internacionalmente proscritos.
Y esto es lo mismo “fuente” que ha sido utilizado por los gobiernos de la OTAN y los medios de comunicación occidentales para difundir las afirmaciones sobre las fuerzas estatales sirios utilizando armas químicas contra civiles — reclamaciones que altos funcionarios estadounidenses y franceses están negando tardíamente.
Lo que tenemos aquí es la propaganda demostrable de falsedades y mentiras por parte de los gobiernos occidentales y sus medios de comunicación.
No solo con respecto a la guerra en Siria, sino también sobre una serie de otras cuestiones incendiarias internacionales, como se señaló anteriormente.
Acusando a Rusia de agresión, amenazas nucleares, sabotear las elecciones, apuntando a la infraestructura civil que podría “matar a miles y miles” (Ministro de Defensa británico Gavin Williamson el mes pasado), o cualquier número de otras acusaciones salvajes, es sintomático de la mentira sociópata por los gobiernos occidentales.
Las falsedades y mentiras imprudentes propugnados por los EE.UU. y sus aliados europeos han sido posibles debido a la servidumbre reprobable de los medios de comunicación occidentales no ha permanecido en cuenta las demandas salvajes que difunden intencionalmente.
Esta implacable propagación de mentiras es una incitación espantosa a las tensiones, los conflictos y la guerra.
Participar en la fiebre de guerra no es solo irresponsable. De hecho, es un crimen de guerra, de acuerdo con los estándares legales de Nuremberg.
Fuente: Strategic Culture
La conspiranoia de la “injerencia rusa”. La acusación contra 13 rusos revela los extraños métodos de la supuesta injerencia
Como teoría de la conspiración, lo de la ”injerencia rusa”, defendida en nuestro país fundamentalmente por el diario ultraderechista del gran capital global y portavoz de la CIA en España, EL PAIS, empieza a tomar aires de auténtica bufonada. Como la conspiración está quedando en ridículo, ahora se sacan que 13 rusos han sido capaces de iniciar una tempestad y cambiar la presidencia del país más poderoso de la tierra.
La acusación contra 13 ciudadanos y tres entidades rusas por supuesta injerencia en las elecciones presidenciales estadounidenses describe los métodos presuntamente utilizados por esas personas, algunos de los cuales son verdaderamente extraños.
Según la acusación formal, los acusados elaboraron una serie de planes para apoyar la campaña del actual presidente, Donald Trump, y menospreciar a la exsecretaria de Estado Hillary Clinton. El plan consistía en celebrar acciones a favor y en contra de los dos políticos y promover en las redes sociales grupos centrados en cuestiones políticas y sociales. Sin embargo, los ejemplos concretos proporcionados en el documento plantean preguntas sobre la eficacia que realmente pudieron tener esos métodos para influir en las elecciones.
Felicitación de cumpleaños
El 29 de mayo de 2016, los acusados supuestamente organizaron que un estadounidense se parara frente a la Casa Blanca con un cartel con el mensaje "Feliz 55.º cumpleaños, querido jefe". La acusación afirma que la frase hacía referencia al cumpleaños, el 1 de junio, del empresario ruso Evgueni Prigozhin, quien supuestamente pagó por la campaña.
¿Comentarios despectivos?
Según la acusación, los participantes en la campaña publicaron "información derogatoria" sobre varios candidatos, entre ellos Clinton y los senadores Marco Rubio y Ted Cruz. El documento no revela el contenido real de los comentarios publicados.
'Hashtags' usados
El supuesto 'plan maestro' de los acusados suponía publicar en las redes sociales mensajes con varios 'hashtags', como #Trump2016 y #Hillary4Prison (Hillary a la prisión).
Fomentar la abstención entre las minorías
Las 'malvadas' mentes maestras rusas también supuestamente alentaron a las minorías a no votar, usando cuentas falsas como Woke Blacks y Blacktivist para publicar mensajes como: "Elige la paz y vota por Jill Stein", la candidata del Partido Verde.
En una cuenta musulmana también publicaron: "Los musulmanes estadounidenses boicotean las elecciones de hoy, la mayoría de los electores musulmanes estadounidenses se niegan a votar por Hillary Clinton porque quiere continuar la guerra contra los musulmanes en Oriente Medio y votó a favor de invadir Irak". Es posible que las cuentas fueran falsas, pero ¿qué hay en esas afirmaciones que no sea cierto?
'Manifestaciones' políticas
Los demandados organizaron una serie de mítines políticos, los publicitaron en sus cuentas de redes sociales y pidieron a otros grupos que también los promocionaran. En la manifestación 'Apoyen a Hillary, salven a los musulmanes estadounidenses', celebrada el 9 de julio de 2016 en Washington, presuntamente habrían conseguido que un estadounidense sostuviera un cartel con la frase: "Creo que la 'sharia' será una nueva y poderosa dirección de libertad", una afirmación supuestamente atribuida a Clinton.
Clinton en una jaula
En otra ocasión, los acusados pidieron a un ciudadano estadounidense que construyera una jaula para que una persona caracterizada como Clinton se colocara dentro con un uniforme de preso.
- Este 16 de febrero, un jurado federal de EE.UU. acusó a 13 ciudadanos y tres entidades rusas de "apoyar la campaña presidencial del entonces candidato Donald Trump [...] y menospreciar a Hillary Clinton".
- La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, calificó de absurdas la acusaciones de EE.UU.
- El vicefiscal general de EE.UU., Rod Rosenstein, admitió que no tiene "evidencias" de que las acciones de los 13 ciudadanos rusos afectaran el resultado de las presidenciales de 2016.
El mandatario ha instado a la agencia a volver a sus labores principales para que los ciudadanos estadounidenses estén orgullosos de ellos.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha afirmado este sábado en un mensaje en su cuenta de Twitter que el FBI perdió de vista a Nikolaz Cruz, quien mató a 17 personas e hirió a otras 16 en la escuela secundaria de la ciudad de Parkland, Florida, por pasar demasiado tiempo investigando la relación rusa con su campaña electoral en el 2016.
"Muy triste que el FBI haya ignorado todas las señales enviadas por el tirador de la escuela de Florida. Esto no es aceptable. Están pasando demasiado tiempo tratando de demostrar la colusión rusa con la campaña de Trump: no hay colusión. ¡Vuelvan a lo básico y hagan que todos estemos orgullosos!", dice el mensaje.
Investigación y petición de renuncias en el FBI
El FBI ha admitido que un informante les había advertido de los planes del tirador de Parkland de disparar en la escuela, pero ignoró la advertencia.
El senador estadounidense, Marco Rubio, por su parte, ha afirmado que el FBI falló completamente a las víctimas del tiroteo en Florida: "Tanto la Cámara de Representantes como el Senado deben iniciar de inmediato sus propias investigaciones sobre los protocolos del FBI para garantizar que se cumplan las advertencias del público sobre posibles asesinos", señaló.
Además, el gobernador de Florida, Rick Scott, ha pedido este viernes la renuncia del director del FBI, Christopher Wray, después de que la agencia admitió que la advertencia sobre Cruz no fue investigada.
Las mentiras holandesas sobre la «agresión» del presidente Putin ponen de manifiesto la agenda de guerra de la OTAN
Finian CUNNINGHAM
El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, fue obligado esta semana a llevar a cabo una votación parlamentaria de no confianza luego de que su ministro de Relaciones Exteriores finalmente aclarara una peligrosa mentira que ha estado diciendo durante dos años sobre el presidente ruso Vladimir Putin.
Halbe Zijlstra se rindió avergonzado el lunes cuando el ministro de Relaciones Exteriores del país, luego de admitir que una historia que había difundido sobre escuchar personalmente a Putin planeando crear una «Rusia mayor» era falsa. Eso obligó entonces al primer ministro Rutte a soportar una moción de «no confianza» por parte de los parlamentarios. Al final, Rutte sobrevivió a la votación. Si la mayoría había votado en contra de su liderazgo, es posible que su coalición de gobierno haya colapsado.
Pero el daño profundo hecho a las autoridades holandesas no será reparado tan fácilmente por la supervivencia de Rutte como primer ministro. Lo que se ha expuesto esta semana es que un alto funcionario del gobierno dice temerariamente mentiras descaradas en un intento de calumniar a Rusia, envenenar las relaciones internacionales y aumentar las ya peligrosas tensiones geopolíticas.
Zijlstra había afirmado hace dos años, en 2016, que había presenciado personalmente al líder ruso Vladimir Putin jactándose de crear una «Rusia mayor» que, según se afirma, incorporaría a Ucrania, los Estados bálticos, Bielorrusia y Kazajistán.
El recién dimitido diplomático holandés afirmó haber escuchado a Putin hacer las declaraciones cuando estaba presente con otros en la casa de verano del líder ruso en 2006.
Esta semana, Zijlstra finalmente salió limpio y admitió ante el parlamento que no había estado presente en la supuesta reunión. Aún mantiene, sin embargo, que un confidente que estaba entre los invitados a la casa de Putin le informó sobre el supuesto plan de la «gran Rusia». Pero, ¿cómo podemos ahora confiar en la palabra de un mentiroso confeso?
El jefe de Zijlstra, el primer ministro Rutte, también intentó minimizar la debacle, alegando que su ministro de Relaciones Exteriores había cometido «un gran error», pero que «la mentira no era un pecado mortal».
Rutte está por un rudo despertar debido a su pensamiento complaciente. Porque, de hecho, su gobierno ha sido sorprendido contando una mentira muy grave cuyas ramificaciones conciernen a cuestiones de guerra y paz en Europa.
El ex ministro Zijlstra es acusado de una gran distorsión de la política exterior de Rusia.
Desde el golpe ilegal respaldado por Estados Unidos y Europa en Ucrania a principios de 2014, la realidad geopolítica se ha puesto patas arriba. Los medios corporativos estadounidenses y europeos han promocionado la implacable propaganda anti Rusia acusando a Moscú de «agresión» y «expansionismo» en Europa.
Este torrente de rusofobia arrojado por Washington, el Pentágono, la OTAN y la Unión Europea ha creado la peor crisis en las relaciones con Rusia desde que terminó la Guerra Fría hace casi tres décadas. Hay temores reales de que la creciente crisis se convierta en una guerra total que involucre a las potencias nucleares.
Por lo tanto, la ofensa de Zijlstra no es simplemente una mentira «equivocada». Su flagrante distorsión pública ha contribuido directamente al grave deterioro de las relaciones geopolíticas. Uno podría incluso argumentar que tales comentarios reprensibles equivalen a la incitación a la guerra, que es un crimen cardinal según los principios legales de Nuremberg.
Lamentablemente, el mentiroso político holandés no es un caso aislado. Recordemos cómo el ex ministro de exteriores polaco Radek Sikorski fue sorprendido contando mentiras difamatorias similares sobre Rusia en 2014.
Sikorski, que ha sido un ferviente partidario de la acumulación de fuerzas de la OTAN contra Rusia, según los informes, afirmó haber escuchado a Vladimir Putin en 2008 conspirando para anexarse territorio ucraniano en un complot encubierto. Sikorski afirmó que escuchó a Putin proponer al entonces primer ministro polaco, Donald Tusk, con un acuerdo de reparto de Ucrania entre Polonia y Rusia.
Sikorski se vio obligado a retractarse rápidamente de los reclamos publicados en los medios de comunicación estadounidenses, y admitió torpemente que no estuvo presente en la supuesta reunión con Putin, y que sus comentarios citados se entendieron como una «broma surrealista».
Pero, nuevamente, esto no es una broma o un error. Es una desinformación mortalmente grave por altos funcionarios del gobierno, lo que está provocando temerariamente las tensiones bélicas con Rusia. Sikorski está prominentemente asociado con grupos de expertos pro-OTAN como el halcón American Enterprise Institute. Está casado con Anne Applebaum que se gana la vida escribiendo solas anti-rusas para los medios de comunicación como el Washington Post.
Zijlstra y Sikorski se unen a las filas de la rusofobia regurgitada por otros ministros de relaciones exteriores europeos como el británico Boris Johnson, que emitió el extravagante reclamo a principios de este año de que Rusia está «atacando» la infraestructura británica; o el ministro de exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, que ha impugnado a Rusia por el uso de armas químicas en Siria, solo para que el presidente francés Emmanuel Macron admita esta semana que su gobierno no tiene evidencia sobre el uso de tales armas en Siria.
Macron ha hecho su propia contribución a la rusofobia mediante la nivelación de acusaciones infundadas de que su campaña para la elección presidencial del año pasado fue «pirateada» por agentes del Kremlin. Desde entonces, ha prohibido a los medios de comunicación rusos asistir a sus conferencias de prensa.
Todas estas altas figuras del gobierno están alimentando irresponsablemente un clima de demonización contra Rusia que está agravando otras afirmaciones desquiciadas hechas por políticos en Washington y en los estados bálticos. La presidenta lituana Dalia Grybauskaite, por ejemplo, afirmó recientemente que los misiles rusos Iskander basados en el territorio soberano ruso de Kaliningrado apuntaban a la mitad de Europa, una afirmación alarmista que ha sido amplificada por el secretario de defensa estadounidense James Mattis en la reciente Nuclear Posture Review del Pentágono.
El clima de histeria -basado en afirmaciones oficiales falsas y enfebrecidas- está militando en contra de las relaciones políticas y diplomáticas normales, lo que a su vez está exacerbando la guerra en Ucrania y conduciendo a tensiones de guerra más amplias con Rusia en toda Europa.
Una buena pregunta es por qué el derrocado ministro holandés decidió adueñarse esta semana de sus mentiras sobre Putin.
La respuesta puede estar relacionada con la mayor crisis de credibilidad del gobierno holandés y sus aliados de la OTAN con respecto a toda la guerra de propaganda de rusofobia.
El próximo mes, los Países Bajos celebrarán un referéndum nacional sobre la extensión de los poderes de la inteligencia estatal holandesa para monitorear las comunicaciones electrónicas públicas. Para convencer al público holandés de votar por más poderes de espionaje, las autoridades confían en las afirmaciones trilladas sobre «intromisión» e «interferencia» rusa.
Parece significativo que los medios holandeses informaron el mes pasado que los servicios secretos del país supuestamente «piratearon» hackers estatales rusos que presuntamente penetraron en las bases de datos del partido demócrata estadounidense durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2015-2016. Como de costumbre, no se proporcionó ninguna evidencia para respaldar los reclamos. Sabemos por otros informes fidedignos que el partido demócrata probablemente no fue pirateado en absoluto, sino que fue filtrado por un miembro del equipo demócrata. Entonces, la historia de inteligencia holandesa que mancha a Rusia es muy dudosa.
Pero parece que la supuesta «buena acción» realizada por los servicios de inteligencia holandeses fue lanzada en los medios como una forma de congraciarse con el público holandés. El objetivo es disponer al público para que vote en el referéndum del mes próximo para darle al estado holandés poderes más intrusivos sobre los ciudadanos para «protegerlos» de los «nefastos rusos».
Ahora, si el ministro holandés hubiera retenido su cargo por más tiempo, existía el riesgo de que sus mentiras se volvieran públicamente embarazosamente cercanas al referéndum de marzo, lo que podría haber provocado que el público rechazara el deseo de las autoridades de tener más poderes de espionaje.
Quizás entonces se tomó la decisión en el alto cargo de que el ministro tomara la decisión ahora para deshacerse antes de una vergonzosa historia sobre sus mentiras sobre Rusia.
Cualquiera que sea la explicación sobre el momento, la admisión del gobierno holandés mintiendo sobre la agresión rusa en Europa es sin embargo una visión esclarecedora y atroz de cómo los EE.UU. y sus aliados europeos de la OTAN fomentan la rusofobia y la guerra.
Abominablemente, los funcionarios del gobierno europeo están dispuestos a arriesgarse a hundir a millones de ciudadanos en una guerra con Rusia basada en mentiras y prejuicios deformados y egoístas.
Análisis: Falsedades y mentiras: Incitar a la guerra es un crimen de guerra
El torrente de falsas acusaciones falsas contra Rusia formuladas por los EE. UU. Y sus aliados de la OTAN está afectando la velocidad de la disformidad.
Esta semana hubo más acusaciones sin fundamento de ciberataques rusos en las elecciones estadounidenses y las industrias británicas.
También hubo burdas declaraciones de funcionarios estadounidenses de que Rusia estaba detrás de los llamados ataques sónicos contra diplomáticos estadounidenses en Cuba.
Luego, un ministro de relaciones exteriores holandés fue obligado a renunciar después de que finalmente admitió haber dicho mentiras durante los últimos dos años sobre presuntos planes rusos de agresión regional.
Por otra parte, el Secretario de Estado de los Estados Unidos Rex Tillerson afirmó esta semana durante una gira por Medio Oriente que «el objetivo principal» de la participación de su nación en Siria es «derrotar» el terrorismo del Estado Islámico (Daesh).
Esto es evidentemente falso dado que las fuerzas estadounidenses que ocupan ilegalmente partes de Siria están lanzando ataques letales contra las fuerzas armadas sirias que en realidad luchan contra el Estado Islámico y su miríada de afiliados terroristas.
Mientras tanto, la embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, acusó a Rusia de bloquear los esfuerzos de paz en Siria, otra audaz falsedad para agregar a su grueso compendio de calumnia.
Quizás la falsedad más descarada se haya manifestado esta semana cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, admitió cándidamente que su gobierno no tenía ninguna prueba de que se utilizaran armas químicas en Siria.
«Hoy, nuestras agencias, nuestras fuerzas armadas no han establecido que las armas químicas, como se establece en los tratados, se han utilizado contra la población civil», dijo Macron a los medios en París.
Su admisión sigue a la del Secretario de Defensa de los Estados Unidos, James Mattis, quien también confesó a principios de este mes que no tenía evidencia de que se desplegaran armas químicas en Siria.
«Tenemos otros informes del campo de batalla de personas que afirman que han sido utilizados», dijo Mattis a periodistas en el Pentágono. «No tenemos evidencia de eso».
Sin embargo, hace solo unas semanas, el gobierno de Francia y los Estados Unidos condenaron al presidente sirio Assad por el presunto uso de armas químicas por parte de sus fuerzas. El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, y el secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, también acusaron a Rusia de ser responsable debido a su alianza con Damasco.
Pero ahora se nos dice que los gobiernos de Francia y los EE. UU., De hecho, no tienen ninguna evidencia sobre las armas químicas en Siria.
Esto es a pesar de que el presidente estadounidense Donald Trump lanzó más de 50 misiles crucero Tomahawk en el país árabe en abril pasado en supuesta represalia por el «régimen sirio» lanzando municiones químicas en la ciudad de Khan Sheikhoun en la provincia de Idlib el 4 de abril de 2017.
Macron prosiguió con la absurda declaración de esta semana de que «si» se descubrieran armas químicas, ordenaría ataques militares contra Siria.
Tanto Siria como Rusia han rechazado categórica y repetidamente las afirmaciones sobre el uso de armas químicas, señalando que las reservas de Siria fueron eliminadas en 2014 en virtud de un acuerdo negociado por la ONU.
Cuando Mattis dijo «tenemos informes del campo de batalla» se estaba refiriendo a grupos como el grupo terrorista Al Nusra Front patrocinado por la CIA y su medio de comunicación, los llamados White Helmets.
Las imágenes de los medios de comunicación occidentales en las últimas dos semanas que aparentemente representan ataques aéreos sirios y rusos en áreas civiles provienen de los Cascos Blancos. Este grupo está integrado con Al Nusra.
La misma narrativa distorsionada que reclama violaciones sirias y rusas durante la liberación de Aleppo de los terroristas a finales de 2016 se está reproduciendo nuevamente en East Ghouta e Idlib. Y de nuevo los medios de comunicación occidentales están amplificando la dudosa propaganda de los Cascos Blancos como si fuera información independiente y verificada.
Esta semana en París Abdulrahman Almawwas, el llamado vicepresidente de los Cascos Blancos, que también reciben el nombre de Siria Defensa Civil, a la agencia de noticias Reuters que Francia y otras potencias de la OTAN deben intervenir en Siria.
«Es hora de tomar medidas reales y no solo hablar sobre las líneas rojas», dijo Almawwas, que estaba claramente decepcionado después de escuchar la admisión de Macron de que no había evidencia de armas químicas.
Es revelador que el enviado de los Cascos Blancos fuera recibido por altos funcionarios del gobierno francés en París, incluido el principal asesor diplomático de Macron, según Reuters.
También se quejó, sin darse cuenta, de que los Cascos Blancos recibieron menos fondos de gobiernos extranjeros este año en comparación con el año pasado.
Reuters informó: «Almawwas dijo que el financiamiento del grupo para 2018 de gobiernos extranjeros [sic] había caído a $ 12 millones de $ 18 millones el año anterior».
Según el propio sitio web de los White Helmets, los gobiernos extranjeros a los que reciben financiación incluyen: los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, los Países Bajos, Alemania, Dinamarca y Canadá, entre otros.
En otras palabras, esta llamada organización de ayuda humanitaria es una entidad patrocinada por la OTAN, que evidentemente opera libremente en áreas de Siria controladas por Al Nusra y otros grupos terroristas internacionalmente proscritos.
Y esto es lo mismo “fuente” que ha sido utilizado por los gobiernos de la OTAN y los medios de comunicación occidentales para difundir las afirmaciones sobre las fuerzas estatales sirios utilizando armas químicas contra civiles — reclamaciones que altos funcionarios estadounidenses y franceses están negando tardíamente.
Lo que tenemos aquí es la propaganda demostrable de falsedades y mentiras por parte de los gobiernos occidentales y sus medios de comunicación.
No solo con respecto a la guerra en Siria, sino también sobre una serie de otras cuestiones incendiarias internacionales, como se señaló anteriormente.
Acusando a Rusia de agresión, amenazas nucleares, sabotear las elecciones, apuntando a la infraestructura civil que podría “matar a miles y miles” (Ministro de Defensa británico Gavin Williamson el mes pasado), o cualquier número de otras acusaciones salvajes, es sintomático de la mentira sociópata por los gobiernos occidentales.
Las falsedades y mentiras imprudentes propugnados por los EE.UU. y sus aliados europeos han sido posibles debido a la servidumbre reprobable de los medios de comunicación occidentales no ha permanecido en cuenta las demandas salvajes que difunden intencionalmente.
Esta implacable propagación de mentiras es una incitación espantosa a las tensiones, los conflictos y la guerra.
Participar en la fiebre de guerra no es solo irresponsable. De hecho, es un crimen de guerra, de acuerdo con los estándares legales de Nuremberg.
Fuente: Strategic Culture
No hay comentarios.:
Publicar un comentario