El eje de la Resistencia obstaculizará el avance de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de Estados Unidos en la región de Oriente Medio, destacó un alto asesor del Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
Ali Akbar Velayati (izda.), un alto asesor del Líder de Irán, reunido con el vicepresidente iraquí, Nuri al-Maliki, 17 de febrero de 2018.
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Ali Akbar Velayati (izda.), un alto asesor del Líder de Irán, reunido con el vicepresidente iraquí, Nuri al-Maliki, 17 de febrero de 2018.
"El eje de la Resistencia no permitirá que la OTAN establezca bases militares en el oeste de Asia", destacó el sábado Ali Akbar Velayati, asesor del Líder iraní para Asuntos Internacionales, en una reunión mantenida con el vicepresidente de Irak, Nuri al-Maliki.
El alto cargo iraní también aseveró que la Resistencia no dejará que los estadounidenses se establezcan en la zona oriental del río Éufrates, puesto que, según explicó, desde allí, estas fuerzas foráneas podrían concretar sus complots para desestabilizar y desintegrar la región.
Reiterando el firme apoyo de Irán a Irak en la lucha antiterrorista, Velayati llamó a estar más atentos de la situación en Oriente Medio tras la victoria de la Resistencia ante el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
"Los estadounidenses y los sionistas deben saber que, como fueron derrotados en El Líbano, Siria e Irak, nunca verán materializados sus deseos. El frente de la Resistencia en Irak, Siria y El Líbano los expulsará del este del Éufrates", enfatizó en una rueda de prensa, previa a su encuentro con Al-Maliki, en Bagdad, capital de Irak.
Por su parte, Al-Maliki rechazó el despliegue de las fuerzas estadounidenses en la margen oriental del Éufrates y aseguró que el pueblo iraquí jamás permitirá "que se perjudique a su dependencia y soberanía nacional".
El establecimiento de las bases militares de Estados Unidos en Siria, prosiguió el titular iraquí, ha creado nueva ola del terrorismo y corrientes takfiríes en la zona, cuyo objetivo es debilitar el eje de la Resistencia, que acusa a Washington de apoyar a los extremistas.