Aunque el más fuerte tuvo una magnitud de 1,8, se teme que esos temblores desaten una erupción de enormes proporciones.
"Yellowstone va a explotar y nos va a atrapar a todos" o "Yellowstone está retumbando de nuevo" fueron solo algunos de los tantos mensajes que reflejaron el pánico a una eventual superexplosión, reseñó el diario Express.
Tanto temor responde a que, según estiman los científicos, si el volcán hiciera erupción mataría de inmediato a 87.000 personas, mientras que dos tercios del territorio estadounidense se volverían inhabitables. Además, la ceniza que emanaría bloquearía la llegada de la luz del sol y provocaría un invierno nuclear.
En ese sentido, agregaron que provocaría un cambio climático debido a la importante cantidad de dióxido de azufre que emanaría hacia la atmósfera, lo que formaría un aerosol de azufre capaz de absorber y reflejar la luz solar.
Un poco de tranquilidad
Pese al temor que ocasionaron los reiterados temblores, el meteorólogo Tom Skilling aseguró que la que pasó fue una semana inusualmente tranquila, por lo que rechazó la posibilidad de una supererupción. "Terremotos menores ocurren en el área de Yellowstone 50 veces o más por semana, pero no se espera una erupción mayor en un futuro previsible", dijo.
La última erupción de esta caldera fue hace 700.000 años y los especialistas aseguran que debería repetirse cada millón de años.
El
supervolcán
Yellowstone, en Wyoming (EE.UU.), vuelve a amenazar:
más de 50 pequeños terremotos
en sus alrededores durante la última semana alertaron a los científicos
sobre una posible erupción de gran magnitud, con consecuencias
mortíferas.
El último temblor ocurrió el pasado domingo y tuvo una magnitud de
1,5, mientras que el más potente, de 1,8, fue solo unas horas antes.
Conocida esta situación, el temor se expandió en la población, que
reflejó ese sentimiento en las redes sociales.
"Yellowstone va a explotar y nos va a atrapar a todos" o "Yellowstone está retumbando de nuevo" fueron solo algunos de los tantos mensajes que reflejaron el pánico a una eventual superexplosión, reseñó el diario Express.
Tanto temor responde a que, según estiman los científicos, si el volcán hiciera erupción mataría de inmediato a 87.000 personas, mientras que dos tercios del territorio estadounidense se volverían inhabitables. Además, la ceniza que emanaría bloquearía la llegada de la luz del sol y provocaría un invierno nuclear.
En ese sentido, agregaron que provocaría un cambio climático debido a la importante cantidad de dióxido de azufre que emanaría hacia la atmósfera, lo que formaría un aerosol de azufre capaz de absorber y reflejar la luz solar.
Un poco de tranquilidad
Pese al temor que ocasionaron los reiterados temblores, el meteorólogo Tom Skilling aseguró que la que pasó fue una semana inusualmente tranquila, por lo que rechazó la posibilidad de una supererupción. "Terremotos menores ocurren en el área de Yellowstone 50 veces o más por semana, pero no se espera una erupción mayor en un futuro previsible", dijo.
La última erupción de esta caldera fue hace 700.000 años y los especialistas aseguran que debería repetirse cada millón de años.
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