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Meade juntó a todos los gobernadores y dijo que Anaya "usa la campaña para lavar dinero"
LPO
La
presencia de José Antonio Meade en el aniversario del PRI tuvo algunas
claves diferentes de los eventos previos y que demuestran la tónica que
tendrá la campaña desde el mes de abril. En su discurso se empeñó en
reconocer a los sindicatos, a los gobernadores y a los líderes
seccionales del PRI. Dedicó unos diez minutos a ese repaso.
Logró además, lo que no consiguió hace tres emanas en Tlanepantla (Edomex): juntó a todos los gobernadores del PRI. De esto se encargaron entre Alito Moreno Cárdenas (Campeche) y Rubén Moreira. No faltó ninguna figura al tiempo que Miguel Ángel Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones ocuparon la primera fila del evento en la sede del PRI de Insurgentes.
El candidato volvió a la carga contra Ricardo Anaya. "Hay que castigar la corrupción, hay que castigar el dinero ganado con el esfuerzo de los demás, no se puede utilizar la campaña para lavar dinero", disparó Meade.
Reconoció errores pero dijo que el PRI es "el cambio con responsabilidad". No mencionó ni atacó a AMLO. Solo se diferenció con un marcado elogio hacia las Fuerzas Armadas. Hubo un fuerte reconocimiento a Alfredo Del Mazo y a Miguel Riquelme por sus triunfos en 2017 en Edomex y Coahuila.
El candidato sigue teniendo dificultades de corte presencial. No se desplaza por el escenario, sonríe muy poco y tiene nula capacidad de intercambio con el público. No acompaña porras ni hace una pausa en su discurso ante el fragor del aliento. Está demasiado encapsulado en su argumento para una campaña de tierra.
Su línea argumental es en exceso superficial. No llega a desarrollar ningún tema, habla un poco de todo y pierde sustancia. No termina dando una idea clara sobre temas centrales como seguridad, economía o las reformas estructurales.
Logró además, lo que no consiguió hace tres emanas en Tlanepantla (Edomex): juntó a todos los gobernadores del PRI. De esto se encargaron entre Alito Moreno Cárdenas (Campeche) y Rubén Moreira. No faltó ninguna figura al tiempo que Miguel Ángel Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones ocuparon la primera fila del evento en la sede del PRI de Insurgentes.
El candidato volvió a la carga contra Ricardo Anaya. "Hay que castigar la corrupción, hay que castigar el dinero ganado con el esfuerzo de los demás, no se puede utilizar la campaña para lavar dinero", disparó Meade.
Reconoció errores pero dijo que el PRI es "el cambio con responsabilidad". No mencionó ni atacó a AMLO. Solo se diferenció con un marcado elogio hacia las Fuerzas Armadas. Hubo un fuerte reconocimiento a Alfredo Del Mazo y a Miguel Riquelme por sus triunfos en 2017 en Edomex y Coahuila.
El candidato sigue teniendo dificultades de corte presencial. No se desplaza por el escenario, sonríe muy poco y tiene nula capacidad de intercambio con el público. No acompaña porras ni hace una pausa en su discurso ante el fragor del aliento. Está demasiado encapsulado en su argumento para una campaña de tierra.
Su línea argumental es en exceso superficial. No llega a desarrollar ningún tema, habla un poco de todo y pierde sustancia. No termina dando una idea clara sobre temas centrales como seguridad, economía o las reformas estructurales.
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