martes, 28 de agosto de 2018

Venezuela después del atentado a Maduro

Venezuela después del atentado a Maduro

Un analista aborda el atentado contra Nicolás Maduro y denuncia que la cobertura informativa occidental menosprecia el intento de magnicidio.
Los hechos criminales. El 4 de agosto de 2018 en la Avenida Bolívar de Caracas, una explosión en el aire, a pocos metros del Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, puso en peligro su vida. Horas más tarde, autoridades informaron que se produjo un magnicidio en grado de frustración contra el primer mandatario. El acto terrorista se cometió con un objeto volador manejado a control remoto que transportaba explosivos, pero afortunadamente fracasó.
La cobertura informativa. A pesar de la gravedad, muchos medios internacionales menospreciaron el magnicidio e inclusive fomentaron dudas sobre un posible acto simulado por el Gobierno para distraer a la gente y archivar el tema de la crisis económica. Para contrarrestar el pretendido “blackout informativo”, militantes revolucionarios condenamos públicamente el hecho. Ver en YouTube: Atentado contra Maduro, Dr. Jesús Silva en CNN https://youtu.be/ejCVgdoIlLY
La investigación penal. Este es uno de los actos terroristas más graves en la historia del país, investigaciones criminalísticas indican que, si el poderoso explosivo hubiera alcanzado su objetivo, los jefes de los poderes públicos del Estado y la mayoría de los ministros habrían muerto. En paralelo, averiguaciones oficiales apuntan a que el Gobierno de Colombia, políticos estadounidenses en Florida y dirigentes opositores venezolanos planificaron el magnicidio. Algunos involucrados ya están presos y contra otros existe orden de captura.
El momento político. El pasado 20 de mayo, Nicolás Maduro fue reelegido como presidente por una amplia ventaja de votos. La victoria electoral garantiza 6 años más de régimen socialista y ello causa desesperación en la élite opositora venezolana, hundida en un abismopolítico y electoral debido a sus propias divisiones. Por esto regresa la violencia, ahora con un atentado terrorista. No es primera vez que el terror contrarrevolucionario invade la política, ya en 2017 éste impulsó protestas armadas durante 4 meses en las calles.
La comunidad internacional. En el presente, EE.UU., Unión Europea (UE) y sus aliados aplican un bloqueo financiero el país suramericano, le impiden transacciones en dólares y vetan su nueva criptomoneda denominada Petro. Todo este paquete de agresiones sucede por petición de la derecha venezolana, quien también ha solicitado una invasión militar estadounidense para derrocar a Maduro. Valientemente, el Gobierno ha resistido con el apoyo de aliados como Rusia, China, Irán, entre otros.
La recuperación económica. El 20 de agosto, el presidente Maduro ha activado un extenso plan económico para restituir el poder adquisitivo del pueblo trabajador, remediar la devaluación de la moneda y contener la hiperinflación, sobre todo en alimentos y medicinas. Entre las varias medidas, está un nuevo cono monetario con cinco ceros menos, el aumento del salario mínimo nacional y un ajuste al precio de la gasolina, que por cierto es la más barata del planeta y ahora sólo será subsidiada para sectores especiales. La efectividad del plan está en evaluación.
Perspectivas del proceso venezolano. Todo indica que el Gobierno aplicará medidas fuertes para resolver la crisis económica, de ahí que revitalizar la industria petrolera sea una prioridad. Urge generar riquezas no petroleras ante el colapso del Estado rentista. Luce conveniente promover la coexistencia del sector público y el sector privado en función del interés nacional. El éxito gubernamental pasa por erradicar el burocratismo y la corrupción y el recién reelecto presidente cuenta con importante apoyo popular para transitar el camino de la recuperación.

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