sábado, 15 de septiembre de 2018

Política fiscal no congruente


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Política fiscal no congruente

 


En la semana, el Presidente Electo se reunió con gobernadores de la frontera norte de México. Al salir confirmaron que les prometieron menores impuestos. Este ajuste fiscal no se ve adecuado y menos en un entorno en el que se busca aumentar el gasto. Además es una mala política pública que puede generar distorsiones y no dar beneficios.
En los últimos dos meses y medio el foco de atención ha sido el gasto del gobierno. Se ha hablado de recursos adicionales por los ahorros al eliminar la corrupción y los privilegios. El otro tema relevante ha sido ampliar los programas sociales del gobierno.
En algún momento empezaron los cuestionamientos sobre si las cuentas eran las correctas. Es decir, si el aumento en el gasto que se proponía se compensaba con las eficiencias y se lograría un equilibrio fiscal razonable.
Ante las dudas, algunos de los funcionarios de la transición dieron un mensaje claro de disciplina fiscal: si no alcanzan los recursos se ajustarán los programas sociales.
La narrativa anterior deja claro que había un problema para el nuevo gobierno de poder cumplir sus promesas de gasto y que el reto sería plantear un presupuesto razonable para los distintos grupos de interés.
El anuncio viene a complicar la discusión. La medida seguramente va a generar un hueco en la recaudación fiscal. Si partimos del hecho de que México es un país con un nivel de recaudación bajo con respecto a lo que sucede en otros lugares me parece que reducir los impuestos en la zona fronteriza no es lo adecuado.
A continuación, un análisis de algunos aspectos importantes. Primero, no se necesita un estímulo fiscal para la frontera norte de México con respecto al resto del país o para hacerla competitiva con el extranjero.
Los datos revelan que los estados de la frontera norte son de los que más han crecido en México los últimos años, que hay inversión y que hay nuevas empresas que en una buena proporción buscan aprovechar las ventajas que les ofrece el TLCAN. La evidencia de comportamiento no parece indicar que hay un problema de impuestos que este frenando el flujo de inversión.
Dicho de otra manera, como región del país es la que menos necesita de un impulso extra y menos si éste implica bajar los impuestos a la utilidad en 40 por ciento. Si la propuesta fuera para fomentar la inversión en las regiones de menor desarrollo económico del país desde un punto de vista de equidad sería más justificable.
En cuanto a los impuestos al consumo también se mencionó reducir el IVA a la mitad. El análisis es similar. Entre los estados de mayor nivel de ingreso per cápita está el grupo en cuestión. Entonces, la política fiscal de menor IVA beneficiará a los más ricos.
No quedan claros los beneficios más allá del ahorro en el pago de impuestos a quienes viven allá. Yo no creo que se dé un mayor flujo de inversión y tampoco que los habitantes de la frontera vayan ahora a consumir todo en México y no hagan parte de su vida del otro lado de la frontera.
Por lo tanto, se está poniendo dinero en la mesa para beneficiar a una zona y no se percibe el beneficio. Hay otra condición que complica y es la capacidad de fiscalización. Si en la frontera se paga menos ISR muchos van a querer aprovechar las ventajas. Todo se vuelve más complejo para la autoridad.
En conclusión, la reducción de impuestos en la frontera norte es una mala idea. No se identifican beneficios importantes por la medida. Lo grave es que pondrá más presión presupuestal.
*Director General del FUNDEF
guillermozamarripa@itam.mx

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