La economía y los negocios van a ser sacudidos
transversalmente en poco tiempo, el cambio que se avecina puede ser
incluso más importante que el surgimiento de internet que transformó las
esferas económicas, políticas y sociales. El fenómeno al que me refiero
es la inteligencia artificial. Desde la proverbial tendencia de México a
mirarse el ombligo, el término inteligencia artificial suena exótico y
tan lejano como sonaba a mediados de la década del noventa, el internet o
la world wide web, que no permeaban como uno de los temas de la agenda
nacional y, sin embargo, para nuestro país como para el resto del mundo,
dicha tecnología lo ha transformado todo.
Mientras en México discutimos si construimos un aeropuerto o una refinería o ambas, en China se ha planteado construir 74 terminales aéreas de aquí al 2020, pero más importante aún, Xi Jinping, presidente de la nación asiática, estableció como objetivo que para el año 2030 China tenga una industria de inteligencia artificial de 150 mil millones de dólares.
LO CAMBIARÁ TODO
La inteligencia artificial puede modificar todo porque sus soluciones son aplicables casi a cualquier proceso. Un buen ejemplo de ello se puede ver en el documental Alphago, en Netflix, y donde se muestra cómo la compañía DeepMind, una subsidiaria de Alphabet, creó una máquina con inteligencia artificial a la que le enseñaron las reglas básicas del juego Go, cuya complejidad es muy superior al ajedrez, y que en tan sólo unos meses adquirió por sí sola la capacidad de derrotar a uno de los mejores jugadores del mundo. DeepMind no es la única, la iniciativa de inteligencia artificial encabezada por Elon Musk, OpenAI, le ganó con cinco redes neuronales a los humanos en un videojuego de rol llamado Dota 2. Las cinco redes neuronales jugaron el equivalente a 182 años del videojuego y con ello adquirieron la capacidad de derrotar a cualquier grupo de seres humanos, incluso Bill Gates, fundador de Microsoft, consideró el hecho histórico.
¿QUÉ HACER FRENTE A LA IA?
La inteligencia artificial tiene tres características que la hacen un fenómeno formidable; 1) Evolución exponencial y acelerada, 2) Puede ser aplicada a cualquier proceso productivo y 3) Barreras de entrada altas.
Más allá de que en México a nivel gobierno es probable que las definiciones sean reactivas una vez que el fenómeno forme parte de la realidad cotidiana como ha ocurrido con Uber, Airbnb, etc, los líderes de empresa deberían preguntarse: ¿Cómo se puede transformar mi negocio con la inteligencia artificial? ¿Cuáles son las áreas más vulnerables? ¿Qué pasaría si la competencia adopta la inteligencia artificial? ¿Cómo implantarla o en qué procesos? ¿En qué formato están los puntos de datos que genera mi negocio, cómo se les puede sacar provecho?
Desde una óptica mucho más profunda, Henry Kissinger, quien, más allá de sus controversias, es uno de los pensadores estratégicos más influyentes de las últimas décadas escribió un artículo titulado: Cómo termina la ilustración y en dicha pieza plantea una pregunta clave: ¿Cómo se define la conciencia en un mundo de máquinas que reducen la experiencia humana a datos matemáticos, interpretados por sus propias memorias? Es urgente que como país comencemos a buscar la respuesta antes de quedar en la obsolescencia.
Mientras en México discutimos si construimos un aeropuerto o una refinería o ambas, en China se ha planteado construir 74 terminales aéreas de aquí al 2020, pero más importante aún, Xi Jinping, presidente de la nación asiática, estableció como objetivo que para el año 2030 China tenga una industria de inteligencia artificial de 150 mil millones de dólares.
LO CAMBIARÁ TODO
La inteligencia artificial puede modificar todo porque sus soluciones son aplicables casi a cualquier proceso. Un buen ejemplo de ello se puede ver en el documental Alphago, en Netflix, y donde se muestra cómo la compañía DeepMind, una subsidiaria de Alphabet, creó una máquina con inteligencia artificial a la que le enseñaron las reglas básicas del juego Go, cuya complejidad es muy superior al ajedrez, y que en tan sólo unos meses adquirió por sí sola la capacidad de derrotar a uno de los mejores jugadores del mundo. DeepMind no es la única, la iniciativa de inteligencia artificial encabezada por Elon Musk, OpenAI, le ganó con cinco redes neuronales a los humanos en un videojuego de rol llamado Dota 2. Las cinco redes neuronales jugaron el equivalente a 182 años del videojuego y con ello adquirieron la capacidad de derrotar a cualquier grupo de seres humanos, incluso Bill Gates, fundador de Microsoft, consideró el hecho histórico.
¿QUÉ HACER FRENTE A LA IA?
La inteligencia artificial tiene tres características que la hacen un fenómeno formidable; 1) Evolución exponencial y acelerada, 2) Puede ser aplicada a cualquier proceso productivo y 3) Barreras de entrada altas.
Más allá de que en México a nivel gobierno es probable que las definiciones sean reactivas una vez que el fenómeno forme parte de la realidad cotidiana como ha ocurrido con Uber, Airbnb, etc, los líderes de empresa deberían preguntarse: ¿Cómo se puede transformar mi negocio con la inteligencia artificial? ¿Cuáles son las áreas más vulnerables? ¿Qué pasaría si la competencia adopta la inteligencia artificial? ¿Cómo implantarla o en qué procesos? ¿En qué formato están los puntos de datos que genera mi negocio, cómo se les puede sacar provecho?
Desde una óptica mucho más profunda, Henry Kissinger, quien, más allá de sus controversias, es uno de los pensadores estratégicos más influyentes de las últimas décadas escribió un artículo titulado: Cómo termina la ilustración y en dicha pieza plantea una pregunta clave: ¿Cómo se define la conciencia en un mundo de máquinas que reducen la experiencia humana a datos matemáticos, interpretados por sus propias memorias? Es urgente que como país comencemos a buscar la respuesta antes de quedar en la obsolescencia.
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