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Cinco razones por las cuales la cruzada liderada por Estados Unidos contra Venezuela probablemente fracasará

 

 

Elias Marat 24 de enero de 2019
Los acontecimientos en Venezuela sacudieron el mundo el miércoles, Quedaron muchos preguntándose si el 23 de enero fue el principio del fin del gobierno del presidente Nicolas Maduro y el comienzo de un nuevo capítulo del intervencionismo estadounidense.
Aquí hay cinco razones por las que es improbable que este último drama en la nación sudamericana sea el “final” que los medios de comunicación tradicionales están exagerando.

1. “Presidente interino” … ¿quién, qué?

El miércoles, en medio de movilizaciones masivas contra el gobierno, los Estados Unidos y varios estados latinoamericanos – junto con Canadá y algunas organizaciones regionales como la Organización de los Estados Americanos – todos reconocieron la auto proclamación del líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaido, de que sería el “presidente interino” de la República Bolivariana de Venezuela.
Un miembro relativamente desconocido de 35 años de la Asamblea Nacional de la oposición no puede simplemente tomar sus dedos y asumir la presidencia, incluso si él tiene los asentimientos diplomáticos de algunos países poderosos en la región o en todo el mundo.
Para ilustrar lo absurdo de la medida, una comparación sería como la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, respondiendo a los cantos de “no a mi presidente” en una Marcha de Mujeres al declararse a sí misma “Presidenta interina de los Estados Unidos de América Comandante en Jefe de los Estados Unidos Fuerzas Armadas” – Con la consagración de Rusia, Turquía, Irán y El Salvador. Un movimiento de este tipo para reconocer a un presidente no electo como el líder legítimo del país iría en contra de la Constitución y del derecho internacional. – Y tal es el caso en Venezuela tanto como lo sería en los EE. UU.
Guaido solo entró en el mundo fracturado de los legisladores de la oposición. – ¿Quién ha visto ir y venir un carrusel de líderes? – en 2015, y solo fue sacado de la relativa oscuridad a la atención nacional e internacional en los últimos dos meses.
El hombre ha mostrado pocas señales de que su declaración de un golpe de estado y los llamamientos a los militares tendrán más éxito que los muchos intentos fallidos de la oposición por tomar el poder desde el golpe apoyado por los Estados Unidos en 2002.

2. Alianzas extranjeras.

Venezuela está lejos de estar solo en el ámbito internacional, y varios países poderosos se han negado a alinearse con la negativa liderada por Estados Unidos a reconocer al presidente electo Nicolas Maduro como el líder legítimo del país.
Rusia, China, Irán, Turquía y el peso pesado regional México, así como una serie de otros países más pequeños, han señalado que a pesar de la ilusión de los oponentes de Maduro, Los negocios como de costumbre procederán con sus contrapartes venezolanas.
Y si bien una posición unida de Europa puede tener el potencial de protegerse en el gobierno de Venezuela aún más – Con Gran Bretaña, Alemania, España y burócratas de la UE, manifestando su apoyo a la oposición. – Bruselas aún no ha hecho oficial su movimiento.
Tales divisiones muestran que Venezuela no está tan aislada como a los Estados Unidos les gustaría pensar.

3. El ejército venezolano está bien armado, organizado, y listo para pelear

A pesar de algunos brotes de rebelión dentro de las filas de las Fuerzas Armadas Bolivarianas Nacionales, La dirección militar del país permanece firmemente al lado del presidente Maduro.
El jueves, el ministro de Defensa, Padrino López, se dirigió a la nación y criticó a los EE. UU. “Plan criminal que amenaza flagrantemente la soberanía y la independencia de la nación” e instó a los venezolanos a que eviten abrir la puerta a la guerra civil al tiempo que enfatizan que se encuentra al lado de “nuestro comandante en jefe, el ciudadano Nicolás Maduro”.
El ejército grande y bien armado de Venezuela jugará un papel decisivo en este drama. Disfruta de los modernos helicópteros de ataque rusos, aviones, armaduras y los últimos fusiles de asalto AK-103 de Rusia, y además de sus 120.000 fuerzas armadas, Hay una cantidad de milicias armadas entre las filas de la ciudadanía.

4. La oposición es grande, pero no subestime el apoyo de Maduro por parte de la población

Mientras el presidente Maduro tiene sus detractores en los cientos de miles, Si no son millones, el controvertido ex conductor del autobús y el líder electo tienen partidarios en al menos igual número, si no más.
De no ser por ese apoyo, se habría ido hace mucho tiempo. Sin embargo, a través de diversas maniobras legales, el líder ha mantenido el apoyo popular y lo ha utilizado para neutralizar la oposición masiva en todo momento y en medio de la creciente inflación y recesión.
Sin embargo, a lo largo de todo, el toque popular de Maduro. – y el entusiasmo que la marca de socialismo chavista continúa inspirando entre los pobres del país, a pesar de sus problemas. – ha permitido a su gobierno ganar la batalla de corazones y mentes entre algunos de sus partidarios más cansados ​​y cansados. A pesar de sus fallas, la mayoría de los venezolanos nunca imaginarían ponerse del lado de una guerra estadounidense por su propio gobierno.
Si hay una cosa que unirá a un país frágil y nacionalista, Es la agresión de un enemigo extranjero.

5. Los Estados Unidos están siendo agresivos, pero pueden no tener el apetito de librar otra guerra masiva y ruinosa.

Después de las debacles en Irak y Afganistán, ¿Están los Estados Unidos realmente dispuestos a arriesgar una llamada “intervención humanitaria” contra un país que está lleno de armas, ¿Tiene el doble de tamaño que Irak, y cuya desintegración desataría la inestabilidad social en todo el hemisferio?
Vea el video a continuación, donde los entusiastas miembros del ejército venezolano prometen a Washington un “Vietnam latinoamericano” si EE. UU. Decide invadir:
El peligro de que los Estados Unidos pisen una trampa de la que no pueden escapar es real, y Washington apenas tiene apetito por tanto dolor – especialmente no mientras los rivales como China están aumentando y el mundo con curiosidad es testigo de la debacle de cierre continuo.
Y mientras los Estados Unidos pueden optar por “liderar desde atrás” y dejar que los países regionales como Colombia y Brasil luchen, El presidente de Colombia, Ivan Duque, ha mostrado poca disposición a intervenir militarmente, mientras que el nuevo líder brasileño, Jair Bolsonaro, parece ser más bravucón que un mordisco.
Es posible que los Estados Unidos puedan hablar en voz alta y aplicar sanciones con desprecio imprudente del derecho internacional. pero sigue siendo muy dudoso que estaría dispuesto a incurrir en el ejército, Costos políticos o financieros de una guerra total contra el pueblo de Venezuela.
Washington debe saber a estas alturas que una cosa es comenzar una guerra, y otra muy distinta es terminarla.